viernes, 31 de diciembre de 2010

2011...VIVIR LA ESPERANZA

Hoy como inicio de año vamos a hablar de esperanza. De “vivir la esperanza”.

2 Corintios 5:17

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”

El Año Nuevo es una invitación a vivir la esperanza en nuestra vida personal y como Comunidad. El estar caminando la Segunda Década de este Tercer Milenio es más que suficiente razón para vivir en esperanza y levantar nuestras cabezas.

Es fácil dejarnos arrastrar por el derrotismo y el escepticismo reinante a consecuencia del fracaso de muchas ilusiones y anhelos propios y de la humanidad.

En nuestro país no es difícil sentirse pesimista cuando con facilidad palpamos la cultura del “no te metás”, de la violencia, de la situación económica deteriorada, de la criminalidad en aumento, de la pobreza creciente, de la deserción escolar, de la Iglesia anestesiada, del abandono de "los valores" etc.

Hay muchas realidades oscuras que nos pueden llevar a la tentación de vivir “únicamente el hoy” y dejarnos arrastrar por la mentalidad de “comamos y bebamos que mañana moriremos”.

Frente a esta situación, la propuesta de Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires en este primer día del año 2011 es a vivir la esperanza, a vivir la seguridad que nada ni nadie puede ser más fuerte que el amor de Dios.

Porque la Escritura dice: Si Dios está con nosotros, ¿quién podrá contra nosotros?

Y el Señor que nos ama, hará que salgamos victoriosos de todas las pruebas, luchas y desafíos que tengamos por delante. “Porque estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes de ninguna clase, ni lo de arriba ni lo de abajo, ni cualquier otra cosa podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús”.

Y es que la esperanza en Cristo es una actitud que nos quita el miedo y vigoriza nuestra fe.

Considero que este llamamiento a vivir la esperanza, como “actitud permanente y profética”, debe tener una “gran resonancia” en nosotros los cristianos argentinos amenazados por una cultura de muerte y tentados a creer que ya nada se puede hacer y, por tanto, a “caer en el conformismo”, que en definitiva nos hace cómplices con la situación de violencia, de inercia y de injusticia que repudiamos.

Frente a todo esto, dejémonos llenar -por el Espíritu Santo- de esperanza y asumamos nuestro compromiso con la historia.

Armémonos de optimismo, Construyamos una Iglesia basada en la adoración genuina a Dios, la solidaridad, la caridad, la comunión, la generosidad, la autocrítica, el apego a la Palabra, la obediencia tanto espiritual como terrenal.

Determinémonos vivir alegres y generosamente, propongámonos dar una mano a cada prójimo que veamos cerca, practiquemos de buena gana el perdón, tengamos autocrítica, esforcémonos por estudiar y progresar para beneficio de otros, tengamos un día semanal o mensual de visitar enfermos o llevar comida a quienes la necesitan.

Enfrentemos los males presentes con la seguridad de que no estamos solos,

El Señor está con nosotros y “para el Señor no hay nada imposible”.

Erradicar de nosotros la cultura de la muerte, del egoísmo, de la codicia, del lucro desmedido. Superar y recuperarnos del daño causado por personas que nos fallaron. Reparar el tejido social y devolverle a la Iglesia su credibilidad. Encontrar los caminos hacia un autentico desarrollo que realice la justicia social. Volver al respeto por la vida. Establecer una nueva cultura de la paz, son metas para alcanzar en este 2011 que ya comenzamos.

Todo esto será posible si nos dejamos invadir por el amor de Dios y la llenura del Espíritu Santo y si asumimos un compromiso militante con nuestra ciudad y nuestra nación allí en "nuestro metro cuadrado".

Es tiempo de dejarnos invadir por el amor de Dios y asumir nuestro compromiso que no es otra cosa que “vivir la conversión”.

El llamado a la esperanza sería alienante, si no fuera al mismo tiempo un llamado a vivir cambios en nuestra historia personal y Comunitaria.

No podemos comenzar el año nuevo sin la decisión de purificamos con el arrepentimiento de los errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes que nos caracterizaron.

Reconocer los fracasos de ayer, es un acto de lealtad y de valentía que nos ayuda a reforzar nuestra esperanza, haciéndonos capaces y dispuestos para afrontar las tentaciones y dificultades de hoy y de mañana.

La celebración del Año Nuevo es un llamado a poner en práctica nuestra responsabilidad en nuestra familia, en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia para que nuestra esperanza no esté “vallada entre las cuatro paredes de nuestro Templo” y no se convierta en un sueño inalcanzable.

Debemos enfrentar el Año Nuevo como un reto a nuestra capacidad de imaginar y construir el futuro personal y el “de otros” según el proyecto de Dios.

Debemos superar la tendencia a esperar pasivamente el futuro y tener el valor de enfrentarlo, empleando “formas concretas de compromiso cristiano” para asegurar un futuro mejor y librarnos de los males y de las culpas que nos agobian.


Los cristianos no tenemos que tenerle miedo a la Historia.

“Nosotros no tenemos aquí morada permanente, sino que buscamos la futura”. Por esto nosotros estamos siempre “abiertos a la novedad y al progreso”.
No perdamos confianza y coraje, suceda lo que suceda, “estamos en camino”.

Y caminamos en la Historia, caminamos dentro del mundo, no como extranjeros autistas y fugitivos, sino como participantes en su complicada y tumultuosa vida, gozosa y triste a la vez.

En cuanto cristianos precisamente tenemos una misión qué cumplir en el mundo.

Tenemos con nuestra sociedad una responsabilidad, una tarea “de caridad” qué cumplir.

Conclusión:

Quiero concluir con una fábula del puercoespín.
Sucedió que durante la Edad de Hielo, muchos animales morían a causa del frío. Los puercoespines dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. Viviendo uno junto a otro, en estrecha relación, se abrigarían y protegerían entre sí. Sin embargo, al acercarse uno al otro las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, justo los que ofrecían más calor.
Tratando de evitar esas heridas decidieron alejarse unos de otros. Pero entonces empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección: o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra.

Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir unos con otros, con las pequeñas heridas que la relación con los seres más cercanos, le propiciaban.
Lo más importante era el calor del otro. De esa forma pudieron sobrevivir.

La lógica del amor los salvó.

¿Moraleja? La mejor relación no es entre personas e instituciones perfectas –que además no existe-, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir y a convivir, con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.
Pensando, además, que la propia cercanía tal vez hiera a alguien, pero le proporcionará ese calor que necesita.

Hagamos en este 2011 la del puercoespín. Acerquémonos a nuestro prójimo.

Oremos:

Rev. Raúl Flores

Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Mensaje para el primer domingo de Enero 2011. Culto de la mañana.

domingo, 26 de diciembre de 2010

UN VIAJE DE IDA Y VUELTA...

Hoy celebramos la navidad… Epifanía de Dios. Manifestación del amor de Dios… Vamos a hablar entonces de ese “viaje divino”. De ese viaje de Dios hacia nosotros y cuál debe ser nuestra respuesta a “ese encuentro”.

Mateo 2: 1-12


Introducción:

Una historia de Etiopía nos presenta a un anciano que, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les dijo:

“No puedo dividir en tres partes mis posesiones. Les tocaría muy poco. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más astuto y sagaz.
Dicho de otra forma, a mi mejor hijo. Encima de la mesa hay una moneda para cada uno. Tómenla. El que compre con esa moneda algo que pueda llenar toda la casa se quedará con todo”.

Se fueron.

El primer hijo compró paja, pero sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo compró sacos de plumas y tampoco la llenó.

El tercero -que consiguió la herencia- preguntó por toda la ciudad que podría comprar con esa moneda, habló con las personas que consideraba más sabias y caminó durante muchas horas seguidas hasta que al caer la noche y sin una respuesta clara, desesperado, alzó la vista y vio como un gran establo podía iluminarse con una simple antorcha… Compró entonces una pequeña vela… esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

Moraleja: La Gracia y el favor de Dios siempre están cerca tuyo, el secreto es poder “verlos”

Y la Navidad es más que fiesta y regalos. La navidad es señal y recordatorio de la Gracia de Dios que se acerca a nosotros. La navidad es Bendición de Dios. Navidad es una vela que se enciende para llenar de luz nuestros corazones y “el de otros”…Entenderla… verla… nos hará –como a este joven de la historia- prósperos.

La Biblia dice que “A los suyos vino, pero los suyos no le recibieron, pero a los que le recibieron les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” ¿Y por qué no le recibieron? He aquí un dato: El vino en pobreza y en debilidad y “los suyos no lo reconocieron ni lo recibieron”. Porque no entendieron “ni vieron” su venida.

Siempre que extendamos la mano al necesitado, que nos preocupemos por el bienestar de los que menos tienen, toda vez que nos solidaricemos con los que nos piden ayuda… estaremos llevando luz, estaremos provocando Navidad… Seremos la vela que disipa la oscuridad.

Navidad nos recuerda que somos reconciliadores… que somos luminares… que estamos para dar y no despojar. Para servir y no servirnos. Para amar, sin esperar nada a cambio.

Nunca olvidemos que nuestro Evangelio nació en un establo de Belén con pobreza y en debilidad…

Y este acercamiento… este viaje divino desde el cielo a la tierra es una “Epifanía reconciliadora”, (una manifestación de Dios).

Y nuestra vida es también –por así decirlo- la historia de un viaje, “un viaje al encuentro con Dios”. Somos viajeros en la vida y para llevar vida donde hay muerte. Salud donde hay enfermedad. Luz donde hay tinieblas. Esperanza donde no hay fe…

El Espíritu Santo viene a nuestro encuentro en este mensaje, nosotros también vayamos al Suyo.

Navidad es la cita del amor. Navidad es la cita del amor de Dios con cada uno de nosotros sus hijos. Cita en la que renovamos nuestro compromiso de servir a Él y a nuestro prójimo con el distintivo del “amor ágape”

En el amor verdadero siempre hay dos corazones latiendo al mismo ritmo.
Navidad –dijimos- es el viaje de Dios que sale a nuestro encuentro.

Ilustración:

De chicos todos jugamos alguna vez a tirar piedras en algún río, arroyo, estanque..
El juego consistía en: Quién lanzaba la piedra más lejos. Quién hacía más ondas

Y Jesús fue eso. Una piedra lanzada en Oriente.
La primera onda alcanzó a los judíos.
La segunda onda a los gentiles.
La tercer onda a nosotros… Ondas de bendición y luz, ondas de salud y bienestar, ondas de fortaleza y unción emanan de la piedra que es Cristo y llegan hasta nuestra orilla. Aleluya…

Que el Espíritu Santo nos ayude en esta mañana a hacer que la cuarta y la quinta onda alcancen a nuestros vecinos y amigos y a los que nada tienen.

No olvidemos que somos los viajeros reconciliadores… Estamos provocando con nuestras acciones cristianas “las ondas” que el mundo necesita para conocer a Jesús.

La navidad que celebramos ayer y que predicamos hoy, debería ser nuestra historia personal.
No basta que digamos “Qué suerte tuvieron los tres Magos de Oriente”.

No…

Tenemos que dejarnos tocar nosotros también por el Evangelio que narra aquella navidad.

Es que nuestra vida debe ser una pregunta: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido para ir a adorarlo?

Nuestra vida debe ser esa búsqueda y ese viaje hacia Dios. Solo así “Hacemos navidad”… sólo así la navidad es completa.

Y…búsqueda a pesar de las dificultades del camino. A pesar de que la estrella se esconda. A pesar de que la vida no nos sonría. A pesar de las traiciones y las frustaciones…

Queridos: Los Magos tuvieron que hacer un largo viaje. La cita era en Belén. Con el Rey. El Pastor de Israel. Con un niño recién nacido.
Y estos Magos que no tenían ni los profetas, ni las promesas, ni las tradiciones, ni la esperanza de un Mesías… “se pusieron a viajar en busqueda de Dios”.

¿Ironía del destino no? Estos Magos, “unos extranjeros”, vinieron a enseñar a los judíos, los herederos, que el Salvador “ya había viajado hasta nosotros”.

Los judíos, los sacerdotes, los escribas, Herodes… siguieron estudiando la Biblia, pero “no se pusieron en camino” porque no entendieron la Navidad…
Nunca hicieron el viaje al lugar de la cita, a Belén, a la cita con Jesús.
Los profesionales y funcionarios de la religión “no encontraron al Dios de la vida”.

Su Santo Libro no les sirvió de nada. Porque Jesús no es un libro sino el Salvador.
Más tarde los funcionarios de la religión rechazaron y mataron a Jesús y a sus seguidores.

Conclusión:

Amados de Comunidad Nueva Vida… El mensaje es éste: Hay que viajar al lugar de la cita del amor y con el amor que es lo mismo que decir "Jesús".

Hay que viajar y preguntar el camino- como los Magos- y no descansar hasta encontrar al Rey.

Hay que viajar, “sin regresar a los Herodes” que quieren matar el amor, la unción, la esperanza, la fe que llevamos dentro.
Hay que viajar, ahora que es Navidad, ahora que hay una oferta, ahora “que vemos la estrella”.
Y hay que viajar sin valijas, sin regalos, con el corazón abierto para adorar a Dios.

"Hemos visto su estrella y venimos a adorarlo". ¡Cómo me gusta esa frase…! Aleluya…
Porque cada domingo que llegamos a Gaona nuestra cita es con Jesús. Y venimos para adorarlo.

La pregunta entonces: ¿Dónde encajamos nosotros en esta fiesta de la navidad?
Aquí hoy y cada domingo, en esta Comunidad de Gaona 2918 venimos a tener nosotros también una “Visión nueva, renovada”, una epifanía que nos devuelve la fe y nos hace más fuertes y vencedores.

Amados, nuestra fe no es una "propiedad privada" ni tampoco "vallada".
Somos parte de una Comunidad, la Iglesia y viajamos en caravana. Nadie viaja solo. Nadie se salva solo.

Todos necesitamos “una estrella que nos guíe” que es lo mismo que decir: Un consejo, una palabra de aliento de los hermanos, escudriñar las Escrituras, preguntar… Y para eso está Gaona abierta cada domingo.

Y todos estamos en diferentes etapas del viaje: los viejos buscadores y los novatos, los que dudan, los que pecan, los que tienen un problema como Herodes, los que saben todo como los escribas, los que caminan rápido y los que caminan lento…

Lo importante es “alcanzar la meta, contemplar el rostro del Mesías, adorarlo y luego levantarnos para salir y hacer la voluntad de Dios en nuestro viaje de la vida.

Epifanía… Navidad… fiesta de la esperanza, fiesta de la luz para todos nosotros.
Encendamos nuestra vela, -que somos nosotros- yendo a Jesús.
Sólo así, con Su luz encenderemos al menos el “metro cuadrado de nuestro mundo” Y eso hoy, no es poca cosa…

Oremos:


Rev. Raúl Flores
Mensaje predicado Domingo 26 Diciembre 2010 en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Culto 11 hs.

sábado, 18 de diciembre de 2010

LA MACETA VACIA...

Texto:

Juan 1:47 “Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quién no hay engaño”

Jesús a este hombre Natanael lo califica tratándolo de “hombre honesto”

Hoy seguiremos hablando de Valores. El domingo pasado nos enfocamos en el Valor de la Gratitud. En este domingo pondremos atención al Valor de la Honestidad.

¿Qué cosa es ser honestos? Ser honestos significa ser sinceros en todo lo que decimos y hacemos.

Propósito específico:

Tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea. Reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento.
Es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.

Introducción:

En un pueblo lejano, el rey convoco a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en donde les daría un importante mensaje. Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Les voy a dar una semilla diferente a cada uno, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más hermosa ganara la mano de mi hija".

Así se hizo, pero había un joven que planto su semilla y esta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas.
El joven estaba muy triste pues su semilla nunca germino, ni siquiera quería ir al palacio, pero su madre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar ahí.
Con la cabeza baja y muy avergonzado, fue al palacio, con su “maceta vacía”. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo comenzaron a reírse y burlarse.
En ese momento el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamo de entre todos al joven que llevo su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casara con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas; pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

¿Moraleja?: La línea divisoria que separa “al creyente” de quien no lo es, pasa a través de la honestidad.

Dicho de otro modo: el cristiano “no se distingue” de los demás por el hecho de que va a la iglesia y hace oraciones, sino por el hecho de que cultiva el gusto por la honestidad, la lealtad y es devorado por la pasión de la justicia.

Debemos precisar: Uno es un hombre de fe en la medida en la cual, entre sus prácticas, no están sólo las religiosas, sino que también ocupan su lugar las prácticas de la honestidad, de la integridad moral, de la rectitud, del respeto al derecho, de la observancia de las reglas de la convivencia social.

Me permito insistir amados: es necesario que descubramos en nuestra Comunidad el gusto y el placer de la honestidad y la apliquemos en nuestro diario vivir.

Es tiempo de volver a encontrar la alegría de la aprobación de nuestra conciencia. Llegar a eso habrá de ser un objetivo prioritario en nuestro desarrollo como Comunidad de Fe.

LLegó la hora de experimentar el embriagante sentido de la libertad de caminar con la cabeza bien alta. Ese será nuestro desafío de hoy.

Necesitamos reivindicar el derecho "de actuar diversamente (de manera diferente)". Hacerlo será nuestra finalidad y nuestro ideal para este próximo año.

No podemos más que "resistirnos" ante las cosas que no son del todo honestas a todos los niveles.

Tenemos el deber de oponer un dique de firmeza y de limpieza ante la “marea de fango” que amenaza sumergirnos.

Somos llamados a ser los Natanaeles en un mundo donde miles claman por honestidad y justicia.

Ahora, ¿es posible hablar de cristianos "fuera de la ley"? Lamentablemente creo que sí.
Y quizá todos entramos un poco en esta categoría.

Ocuparnos de nosotros mismos sin fijarnos mucho en las necesidades de los demás.

Refugiarnos en una religiosidad intimista.

No salir al campo abierto para comprometernos a favor de nuestra fe y de la justicia saliendo en defensa de las víctimas, “es estar fuera de ley”.
En una palabra fuera-de la ley-del Evangelio.

Me gusta lo que llegó a decir el gran estudioso hebreo A.J. Heschel, después de haber participado en 1965, junto a Martín Luther King, en la marcha por los derechos civiles en Selma, confesó: "Era como si mis piernas estuvieran orando".

Es tiempo de enseñar en nuestra Comunidad y en cada Iglesia a “orar también con las piernas”, es decir: por las calles y en las plazas y no quedarnos tranquilamente arrodillados en la iglesia, aislados de los otros, suplicando al Señor por la paz y la justicia.

Es tiempo de exponerse, de comprometerse - siempre sin violencia - y sobre todo "estar con" quienes, aun “no siendo de los nuestros”, está “sediento de justicia”.

Es necesario que Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires “entre en el medio”, en lo vivo de las cosas con perseverancia y amor.

La propuesta es: Quemarnos afuera, entre los necesitados, más que quemarnos con el fuego del Espíritu dentro de nuestros Templos.

Conclusión:

El Espíritu Santo nos ayude a ir en búsqueda de las virtudes de la honestidad y de la justicia y aún más… nos las haga buscar en nosotros mismos.

"Reencontrémonos" y hagamos emerger, dentro de nosotros mismos este anhelo insuprimible de la honestidad y la justicia, capaz de realizarnos personalmente y hacernos capaces de dar un verdadero Mensaje a todos aquellos que nos ven a diario.

Seamos los Natanaeles que el Señor necesita en nuestros días.

Oremos:

Mensaje del Pr. Raúl Flores
Mensaje predicado en Comunidad Cristiana Nueva Vida Domingo por la mañana.

domingo, 12 de diciembre de 2010

¿COSTO TOTAL POR AMARNOS?... CERO

Lucas 17: 11-19

Introducción:

Una tarde, un pequeño se acerco a su madre, que preparaba el almuerzo, y le entrego una hoja de papel en la que había algo escrito..... Después de secarse las manos en el delantal, ella leyó lo siguiente:
Por cortar el pasto: $ 0.50
Por limpiar mi habitación esta semana: $ 1.00
Por cuidar a mi hermano mientras ibas de compras al mercado: $ 0.25
Por sacar la basura: $ 1.00
Por tener una libreta con buenas notas: $ 5,00
Por limpiar y barrer el patio: $ 2.00
Total: $ 14.75
La madre miro al niño con firmeza. Entonces tomo el lápiz, y en el dorso de la misma hoja escribió:
Por cargarte 9 meses en mi panza: NADA
Por tantas noches de no dormir, curarte y orar por vos: NADA
Por los problemas y las lágrimas que me causaste: NADA
Por el miedo y las preocupaciones que me esperan: NADA
Por la comida, la ropa y los juguetes: NADA
Por limpiarte “los mocos”: NADA
COSTO TOTAL DE MI AMOR: NADA

Cuando el hijo terminó de leer lo que había escrito su madre, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miro a los ojos y le dijo:
“TE QUIERO MUCHO, MAMÁ”... Luego tomó el lápiz y escribió:
“TOTALMENTE PAGADO”

¿Moraleja?: "La gratitud no sólo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás."
Un cristiano orgulloso rara vez es agradecido, porque piensa que todo lo que hace es porque se lo merece.

Y en este final de año. ¿Qué balance haremos?. ¿Qué hay en nuestro corazón?... Quejas? Decepciones? Frustraciones? Broncas? O ¿Gratitud?

Y hoy (Que estamos llegando al final del año 2010) vamos a hablar de Valores. Del valor de ser agradecidos.

La palabra “Gratitud” proviene del latín: “Gratitkdo” Que significa: Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio y favor que se nos ha hecho, y corresponder a él de alguna manera.

OBJETIVO:

Motivar en los hermanos de Comunidad Nueva Vida el agradecimiento y la gratitud por todas las cosas buenas que tienen y reciben en la vida.

Este evangelio de la curación de los diez leprosos es un texto de gran riqueza humana y espiritual y que nos pinta un cuadro semejante al nuestro.

Podemos identificar con claridad tres segmentos:

1.- El drama de exclusión que viven los diez indigentes. Tipo de la exclusión espiritual nuestra.

2.- Analizar la petición que hacen a Jesús y que nos toca hacer también a nosotros.

3.- Estudiar el agradecimiento que expresa uno de ellos e imitar nosotros su ejemplo.

1.- Empecemos, pues, por la comprensión del drama humano que viven estos diez indigentes, excluidos:

En la mentalidad de aquella época, la lepra no era considerada como una simple enfermedad, sino como un castigo. Una maldición resultante de algún pecado grave.

Como consecuencia, el enfermo era excluido de la vida familiar y social, y de todas actividades comunitarias.

Ser leproso era como estar muerto, y ser curado era como regresar al mundo de los vivos y recuperar la aceptación de Dios y de los congéneres
Sin embargo, en el mundo de hoy y en muchos círculos cristianos, hay enfermedades iguales o peores que la lepra y las seguimos cargando sin buscar la cura.

Pensemos, por ejemplo, en los efectos perniciosos de la intolerancia, que nos lleva a rechazar a todo aquel que es diferente (diferente por sus ideas o por su visión o por el color de su piel).

Pensemos, por ejemplo, en el orgullo, que lleva a despreciar a los seres humanos y a usarlos como simples objetos que se manipulan y que luego se desechan.

En nuestro país hay enfermedades infinitamente más nocivas que la lepra, que nos impiden agruparnos alrededor de un proyecto común de ciudad y de país.

Tenemos que reconocer que todos estamos enfermos, en mayor o en menor grado.

2.- Analicemos en segundo lugar la petición que hacen estos diez enfermos:

Los diez leprosos se dirigen a Jesús y le piden: “Maestro, ten compasión de nosotros”.

Para llegar a formular esta petición, era necesario que ellos aceptaran la existencia de su enfermedad; de lo contrario, nunca se hubieran acercado a Jesús.

Se necesita valor para aceptar la realidad por dolorosa e incómoda que sea y para llamar a las cosas por su nombre.

La aceptación de la realidad es condición esencial para empezar a superar un problema: es imposible salir del abismo de la droga si no se reconoce que se es un drogadicto; es imposible salir del alcoholismo si no se reconoce que se es alcohólico; es imposible reconstruir una buena comunicación familiar si no se reconoce que se es un egoísta de “mal genio”.

Muchos cristianos no quieren hacer el reconocimiento de su enfermedad, evaden su responsabilidad personal y echan la culpa a los demás.

Se sienten muy cómodos atribuyendo sus desgracias a la educación recibida en su familia, al colegio, a la Iglesia, al gobierno.

Lo más fácil es buscar a nuestro alrededor tratando de identificar culpables.

Por eso amados: Que este Culto de domingo de Acción de Gracias sirva para llenarnos de valor para reconocer cuál es la principal enfermedad que está afectando nuestras relaciones de pareja, con los hijos, en el trabajo, y le digamos a Jesús: "Maestro, ten compasión de nosotros”.

Ahora bien: Vale la pena destacar que los diez leprosos no se limitaron a reconocer su condición y a formular una petición. También “actuaron”.

Hicieron lo que Jesús les dijo y se dirigieron al Templo para encontrarse con los sacerdotes.

La actuación de estos diez leprosos nos enseña que hay que actuar.
Si queremos superar nuestros problemas tenemos que pasar de las palabras a las acciones.

Hay que buscar la mano de un amigo, hay que acudir a la ayuda del Espíritu Santo, del profesional que nos recomienden, del consejero que nos genere confianza, y seguir rigurosamente el tratamiento o las pautas establecidas.

Tenemos que reconocer que solos no podemos salir adelante.

3.- El tercer elemento que encontramos en este relato de Lucas es el agradecimiento mostrado por uno de los leprosos curados:

Finalmente, Jesús expresa su extrañeza: “¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están?”

Estamos acostumbrados a pedir: pedimos a Dios que nos ayude, pedimos plata a los papás, pedimos a los profesores que nos permitan entregar el trabajo en otra fecha. Pedimos, pedimos, pedimos. Y muy pocas veces nos acordamos de agradecer.

Conclusión:

Que el testimonio de este samaritano que regresa donde Jesús active en nosotros la virtud del agradecimiento hacia tantas personas que nos han dado su amor y su tiempo.

Que el ejemplo del samaritano curado suscite en nosotros el agradecimiento hacia Dios que ha tenido con nosotros innumerables muestras de afecto.

En cada una de las páginas de nuestra vida podemos descubrir la mano amorosa de Dios que nos protege, que nos orienta, que nos llama a su intimidad.

La expresión máxima de nuestro agradecimiento hacia Dios es la participación activa del Culto Dominical.

No veamos el Culto Dominical como una imposición.

Dar Culto a Dios significa “Ser agradecidos con Él”.

Celebrar el Culto Dominical es volver a ese Jesús que nos salva, que nos conserva la salud del cuerpo y del corazón y es nuestro compañero de viaje a lo largo de la vida.

Celebrar el Culto a Dios es superar el individualismo y sentirnos “Comunidad de fe” en la que todos juntos agradecemos los beneficios concedidos y pedimos que bendiga nuestros proyectos.

El evangelio de la curación de los diez leprosos nos invita a reconocer nuestras limitaciones, nuestras adicciones, nuestros defectos.

Este evangelio es una exhortación para buscar en Dios y en las personas que nos rodean las ayudas para salir adelante.

Seamos agradecidos con Dios y con todas aquellas personas que nos hacen “agradable la vida”.

Vivamos el Culto Dominical como un momento intenso de acción de gracias.

Oremos:

Mensaje predicado Domingo 12 Diciembre 2010 en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Culto 11hs.

Rev. Raúl Flores

domingo, 5 de diciembre de 2010

LA GRAN OPERA....

Propósito específico:

Hoy vamos a hablar de continuidad. Somos continuadores de la obra de salvación en Cristo Jesús. La obra de salvación quedó terminada pero su proclamación debe continuar en nuestra generación y en las venideras si es que el Señor no viene antes. Y para eso necesitamos saber qué lugar ocupamos en el plan de Dios… Somos Sus continuadores.

MATEO 9:36- 10:8



Introducción:
Puccini es uno de los más grandes compositores de Opera. Compuso la Boheme, Madame Butterfly…
Enfermo de cáncer, decidió dedicar sus últimos años a escribir su última Ópera: Turandot.
Sus amigos y alumnos le decían: “Estás enfermo, tomalo con calma… cuidate”.
Él les decía, “Voy a trabajar todo lo que pueda hasta completar mi obra, y si no la termino a ustedes les encargo completarla”.
Puccini murió sin completar su obra. Sus alumnos tenían dos opciones: a) llorar la muerte de su maestro y olvidar su obra y b) terminar la obra del maestro.
Los alumnos optaron por ponerse a trabajar y completar la obra de su maestro.
Y en 1926 bajo la dirección de Toscanini se estrenó la Ópera.
Dice que cuando llegó al final de la Ópera escrita por Puccini la orquesta dejó de tocar y el director dijo: “Aquí termina la obra del maestro”. Y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Luego levantó la cabeza, sonrió y dijo: “Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos”.

Cuerpo del Sermón:

Jesús es nuestro maestro. Él comenzó a predicar “la gran Ópera” del amor, la reconciliación y la esperanza de Dios.

Jesús vino a demostrar que el amor no es un sentimiento sino “una decisión, una elección” que no necesita la respuesta de la persona amada.

La Biblia dice que: “Cristo murió por nosotros cuando éramos pecadores”.
Significa que: No esperó a nuestra conversión, a nuestra respuesta, a cambiarnos el corazón. Empezó a amarnos desde siempre.

“Me decía un conocido mío que un día se había levantado a las cuatro de la mañana para contemplar la salida del sol con su esposa y ésta lo rechazó.
El sol salió pero ellos no se entendieron”.

El sol sale todos los días aunque no nos levantemos a ver la maravilla de ver nacer el día.

El amor de Jesucristo es igual amados. Siempre está ahí haciendo nuevo el día “pero nosotros somos esposos despechados que no le hacemos caso porque las cosas no nos van bien, porque los hombres son malos, porque el mundo no cambia, porque los creyentes son pecadores”.

Que estas cosas, hermanos, no nos oculten la realidad, la verdad del amor de Jesucristo, Su sanidad, Su poder, Su toque liberador. Desde siempre y para siempre Él está esperándole. De hecho esta mañana está aquí para transformar tu dura realidad, si es que le abres el corazón y lo dejas actuar.

El evangelio de Mateo nos da la lista de los doce hombres que Jesús llamó para continuar esta obra de amor.
Doce hombres incultos, débiles, pecadores…

Pedro, el primero de la lista, el que le niega, el que se duerme…
Juan y Santiago, los avaros, los que quieren ser importantes…
Tomás, el que duda…
Mateo, el cobrador de impuestos, el que engaña a la gente y cobra de más…
Judas, el que lo entrega con un beso.
Una docena de hombres duros de corazón y más bien sucios.
Con estos hombres nació la iglesia.


Como los discípulos de Puccini, no se dedicaron a llorar la obra del maestro. Pero guiados por el Espíritu Santo decidieron continuar la obra comenzada por Jesús.

Y aquí estamos nosotros, hoy, un grupo de hombre y mujeres, una Comunidad guiada por el Espíritu; no somos ni mejores ni peores que aquellos doce hombres.

Y en esta mañana queremos añadir nuestros nombres a la lista de millones de creyentes decididos a continuar la Ópera del maestro: “Sentir compasión, amor por la gente que no tiene pastor”.
Dicho de otro modo: Poner manos a esta obra siempre inacabada.

Nosotros Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires, como los discípulos de Puccini tenemos una doble elección:
A. Llorar la muerte de Jesús, llorar nuestra falta de fe, llorar nuestros equívocos, llorar nuestra suerte, dejar que la cosecha se pierda, dejar que cada uno siga su camino sin dirección.
B. Completar la obra de amor de Cristo.

Es que en realidad cada domingo estamos diciendo: aquí termina la obra del maestro, esta es la Palabra del Señor, este Culto lleno del Espíritu Santo es el regalo de Jesús…

Termina el culto y salimos a la calle y continúa nuestro día. Pero tenemos que “ser testigos en la vida de cada día, en las calles de todos los días”.
Ayer fueron doce, hoy somos nosotros los que queremos completar esta sinfonía.

Jesús nos necesita a todos. Todos debiéramos sumar nuestro nombre a la lista de los doce.

El Señor nos envía a muchos lugares. Nunca vamos solos.

Conclusión:

Gratis recibimos la salvación, la liberación, el amor y el perdón, Gratis debemos llevarlo a la vida y compartirlo con algún necesitado de nuestro “metro cuadrado”.
“El miedo encarcela, la fe libera; el miedo paraliza, la fe vigoriza; el miedo acobarda, la fe se atreve; el miedo enferma, la fe sana; el miedo inutiliza, la fe sirve; el miedo siembra la desesperanza en el corazón mientras que la fe se regocija en su Dios”.

Oremos:


Rev. Raúl Flores
Mensaje Predicado Domingo 05 de Diciembre 2010 Culto de la mañana en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires.

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro