sábado, 22 de enero de 2011

OPINANDO SOBRE MI PAIS

Pensamientos y reflexiones que iré volcando periódicamente sobre distintos temas que aquejan a mi país. Quiero ser una pequeña voz que clama por justicia y equidad.
Anhelo una Argentina de igualdad y de oportunidades para todos.

Segunda entrega:

DIGNIDAD DE LAS PERSONAS, UN VALOR A CONSTRUIR

Jn 4:19-24
Jesucristo le aclara a la mujer samaritana que el verdadero culto es el que se celebra “en espíritu y en verdad” Es decir: Que no se circunscribe a los ladrillos de un templo, sino que abarca la vida toda.
En este mismo sentido, Pablo recuerda a los Corintios –y a nosotros- que somos “templos” del Espíritu, es decir lugar sagrado donde Dios habita.
Cada persona, morada de Dios por el Espíritu, encuentra aquí el fundamento más alto de su dignidad. Por eso el abandono, el descuido o la destrucción del templo material son un grave pecado.
Los cristianos debemos sabernos deudores de Dios por el don de la vida, reconocerla y también cuidarla.
Pero además comprometernos en favor del don de la vida en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural y en todas sus dimensiones: física, espiritual, familiar, social, política, religiosa, etc…
Somos llamados a reconocer y celebrar la presencia de Dios en cada hombre y a resaltar la dignidad de la vida humana.
Existe –a mi juicio- una necesidad imperiosa de priorizar en nuestro País el derecho a la vida en todas sus manifestaciones, desde los niños por nacer, como en nuestros semejantes que crecen en la pobreza y la marginalidad.
Estoy convencido de que no podremos construir una nación grande que nos incluya a todos si no prevalece en “nuestro proyecto de país” el derecho de toda persona sin excepción a una vida digna hasta su muerte natural.
Debemos encontrar caminos para cuidar la vida de todos.
Aliento desde aquí, entonces, a todos los argentinos a realizar una opción sincera, madura y comprometida por la vida garantizando la protección de este derecho fundamental sin el cual no podremos edificar el país que anhelamos…”

En este comienzo de 2011 se nos presenta una oportunidad magnífica para volver a renovar nuestro compromiso por una vida digna, plena y segura para todos.
Propongámonos hacer cada uno de nosotros un pequeño o gran aporte en orden a proteger y afianzar la vida, sobre todo allí donde esté más amenazada.
De este compromiso nadie puede excluirse: autoridades, ciudadanos; dirigentes sociales y religiosos; jóvenes y adultos; ricos y pobres.
Adorar al Señor “en espíritu y en verdad” es servirlo allí donde ha querido quedarse de manera privilegiada: Los niños, los pobres, los débiles, los que sufren, los enfermos.
Honrar la vida y dignificarla es también denunciar todo lo que la amenaza: la exclusión social en sus distintas expresiones; la falta de trabajo o vivienda digna; una educación insuficiente; la violencia en cualquiera de sus formas; el aborto; las diversas adicciones, la trata de personas y la prostitución…
Sintámonos convocados a poner todo nuestro empeño en buscar una vida plena y digna para todos los habitantes de nuestra nación; abiertos y acogedores para quienes quieran sumarse a este proyecto compartido, animados por la común esperanza de que el Señor Jesucristo bendice estos esfuerzos y los llevará a la concreción.
La meta es la que proponía Ireneo al enseñar que la “gloria de Dios es la vida del hombre”.
Demos gloria a Dios procurando una vida plena para todos, demos gloria a Dios cuidando la vida humana desde el primer instante de su concepción, demos gloria a Dios cuidando y protegiendo este don hasta su fin natural.

viernes, 21 de enero de 2011

OPINANDO SOBRE MI PAIS

Pensamientos y reflexiones que iré volcando periódicamente sobre distintos temas que aquejan a mi país. Quiero ser una pequeña voz que clama por justicia y equidad.
Anhelo una Argentina de igualdad y de oportunidades para todos.

Primera entrega:
¿QUE HAREMOS CON LAS DROGAS?

Quiero poner de manifiesto mi preocupación como ciudadano argentino y ministro religioso sobre el creciente consumo de drogas en nuestro país. La adicción a las drogas es un flagelo que arraiga cada día más en los jóvenes y va ganando territorio sobre la inocencia de los niños.
No nos podemos hacer los distraídos y mirar para otro lado porque todos sabemos que éste es un problema de toda nuestra sociedad, y los primeros responsables en responder a este desafío son las autoridades de gobierno. Son deberes ineludibles de éste y cualquier gobierno –independientemente del tinte político- llevar a la práctica políticas de concientización y luchar con firmeza contra el tráfico de drogas.
Soy consciente que el desafío es inmenso pero debemos aceptar el reto. Hagámonos cargo de una buena vez y reconozcamos que la droga vino para quedarse. Basta de permanecer indiferentes.
Se hace necesario y urgente que entre gobernantes, legisladores, funcionarios, medios de comunicación, docentes, padres, instituciones religiosas y demás ámbitos generemos una red social que propicie la cultura de la vida.
La situación es por demás de grave y requiere una acción conjunta y articulada de toda la sociedad, que pueda transformarse – en el mediano plazo- en política de estado.
¿Qué haremos con las drogas? Es una pregunta que merece contestarse seriamente. Actuemos antes que sea demasiado tarde.

Pastor Raúl Flores

¿HEMOS RESPONDIDO AL LLAMADO?

Propósito específico:
Hoy vamos a hablar de actitudes. El Señor nos llama a la conversión, al cambio radical, a la vida de servicio al prójimo, El espera una respuesta positiva de nuestra parte… ¿Será que nos atreveremos?

Marcos 1:14-20

Introducción:

Se cuenta que durante la segunda guerra mundial un pueblito de Baviera fue destruido por las bombas. La iglesia también quedó reducida a escombros. Entre las ruinas, los vecinos encontraron una imagen de Jesús sin brazos ni piernas. Terminada la guerra reconstruyeron el pueblo y la iglesia. Dudaban entre reconstruir la imagen o dejarla tal como la encontraron.

Optaron por dejarla como la encontraron y le pusieron esta inscripción: "Ahora no tengo manos ni pies. A partir de hoy, ustedes serán mis brazos y mis pies para ayudar y curar este mundo roto."

Hay 4 consignas que a lo largo de la Palabra de Dios somos invitados a seguir:
1. Dejar hablar a Dios.
2. Escucharle a El.
3. Tener valor para cambiar.
4. Dejarse guiar por su Espíritu Santo.

Estoy convencido de que ninguno de nosotros podemos vivir con fuerza y pasión el legado de Jesús si no practicamos estas cuatro consignas.

A veces creemos ser más sabios que la Palabra y tenemos nuestros propios criterios, “nuestro almacén de sabiduría” y nos rebelamos contra el Señor.
Muchos creyentes no entienden por qué tienen que venir cada domingo a la Iglesia. Para ellos da lo mismo realizar cultos privados y o reuniones de células cualquier día de la semana que venir los domingos.
Y yo digo ojalá haya Palabra de Dios y cultos todos los días.
Alguien dijo una vez con razón: “Como un hombre nunca está hecho del todo, un cristiano nunca se acaba de hacer del todo”.
A decir verdad el cristiano no se gradúa. Nunca recibe el diploma de licenciado.

Pero la Palabra de Dios de hoy nos invita a ir más lejos: A dar un quinto paso. Esto es a RESPONDER.
Todos hemos sido llamados pero no todos hemos respondido.
Los Ninivitas respondieron. (Js 3:1;5:10)
Los Corintios respondieron al "tiempo es corto".
Y Jesús nos dice: "el plazo está cumplido. El Reino de Dios ha llegado".
Dicho de otro modo: El tiempo es ahora, ya.
Simón y Andrés, Santiago y Juan "inmediatamente dejaron las redes y siguieron a Jesús".
Dejaron familia, trabajo, amigos... y comenzaron a aprender un nuevo oficio: Servidores del Reino de Dios.
¿Fueron los primeros llamados por Jesús? Puede que sí, o puede que no.
Lo que sí llegaron a ser los primeros en responder y seguir al Señor.
Y cualquiera que lea los Evangelios leerá estos nombres que inspiran asombro, confianza, valor, fe, atrevimiento y riesgo, llamada y respuesta, vida y destino, vida y muerte entregadas al servicio de su único Señor.

Y nosotros estamos reunidos aquí en Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires no sólo para decir: ¡Qué bendición el culto, qué unción maravillosa, qué grande es nuestro Señor! Sino más bien estamos aquí para “responder a la llamada de Jesús”.
En mi época de joven estaba de moda un concurso en televisión que hizo furor. Se titulaba: “Odol pregunta”
Y yo pensaba en aquellos días, “Esto sí que no es para mí. No estoy preparado para responder semejantes preguntas”.
Eso sí, me alegraba mucho con el nuevo millonario pero, me decía a mí mismo, “Jamás podré ser ganador de un certamen como este”.
Y en la vida cristiana, muchas veces, tenemos esa misma sensación. Pensamos en la “suerte” que tuvieron Andrés, Simón, Juan y Santiago.
Sí –es cierto- les tocó el millón pero el millón que “otros no quisieron”.
Muchos son los llamados, pocos los que responden.
Así fue en el tiempo de Jesús.
El evangelio nos cuenta la historia del joven rico que le dio la espalda. Y así es en nuestros días.
Muchos escuchan el mensaje.
Muchos admiran a Jesús.
Muchos leen los Evangelios.
Muchos van a la Iglesia.
Pero… Pocos le responden a Él. Pocos se ponen al servicio de Jesús. Muy pocos darían la vida por Él.
No olvidemos que la respuesta nace en un corazón limpio y libre y se da con gozo.
No olvidemos que la respuesta se da cada día, en el trabajo, en la familia...
Tampoco olvidemos que la respuesta es servicio humilde a los hermanos y a todos en general porque “somos prójimos de todos”.
Se cuenta de una mujer muy creyente y llena de amor al Señor. Solía ir a la iglesia siempre, y por el camino los niños y los mendigos se le acercaban, pero ella iba tan concentrada en el culto que iría a participar que ni siquiera los veía.
Un buen día, después que recorrió el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar el culto. Empujó la puerta pero ésta no se abrió. Volvió a empujar, con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave.
Afligida por no poder asistir al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué hacer, miró hacia arriba... y allí, frente a sus ojos, vio una nota clavada en la puerta que decía:"Estoy ahí afuera".

Conclusión: Recuerdo a Luis Alfredo un compositor cristiano uruguayo que en el año 1982 sacudió mi corazón con un tema de su autoría que decía así: “Baja a Dios de las nubes, llévalo a la fábrica donde trabajas; quita a Dios del retablo y grábalo dentro de tu corazón; Roba a Dios de los templos donde lo encerramos hace tantos años; déjalo libre en las plazas y llévalo también al mercado del pueblo; porque Dios no es un Dios muerto, y si piensas que está muerto… equivocado, equivocado, equivocado estas …”
“Ayer hablé con Él y lo noté un tanto triste, hoy hablé con Él y me dijo que está solo; porque hay muchos hombres, que hablan en su nombre, pero no le dejan hablar a Él…”

El nos espera… en cada hombre, mujer, niño, anciano que camina por nuestras calles...

Oremos:

Rev. Raúl Flores
Mensaje a predicar...

lunes, 10 de enero de 2011

VIVIR Y SER CONSTRUCTORES DE LA PAZ

Para este 2011 el Señor nos pone una tarea… Nos da una misión… Vivir y construir la paz.

2Tesalonicenses 3:16 “Y el mismo Señor de paz, os dé siempre paz de todas maneras. El Señor sea con todos vosotros”
Efesios 6:23 “Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo”
2Corintios 13:11 “Por lo demás hermanos tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz, y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”
Además podemos leer: Ef. 1:1 Gal 1:3 1Cor 1:3

Introducción:

¿Adónde pretendes volar?, le pregunta una codorniz a una lechuza que tenía en mente irse a un lugar lejano, disconforme por la situación que le rodeaba.
“Me voy hacia el sur; ya lo tengo decidido”, fue la respuesta amarga de la lechuza.
¿Y por qué te vas? “Desaparezco de aquí porque los vecinos de la aldea ya no soportan mis chillidos y gritos estridentes. Estoy cansada de amenazas...”
La codorniz, perpleja, tratando de no perder la calma, hizo una mueca intentando una sonrisa, y le aconsejó:
"No te apresures... pensá bien lo que vas a hacer. Con salir de aquí no solucionás el problema.
Lo que tenés que hacer es cambiar ese grito estridente y molesto por otro más suave, cadencioso y en unas horas verás cómo la gente te va a apreciar y más de uno te admirará...
Si no te animas a cambiar tu ruidoso comportamiento, acordate de que en ningún lugar de la tierra encontrarás paz... a lo sumo que quieras habitar en un solitario desierto".

¿Moraleja?

Construimos la paz no huyendo de las dificultades, sino reubicándonos, respetando para que nos respeten. Construimos la paz cuando cambiamos nosotros nuestra manera de pensar, de actuar, de hablar, de vivir...

Como podemos ver en los textos leídos Pablo seguía la costumbre judía de saludar deseándose la Paz. No era un saludo rutinario y convencional. Para ellos tenía un profundo significado.

Cuando damos la paz estamos indicando “lo completo, íntegro, cabal, sano, terminado, acabado, colmado”.
La paz, designa todo aquello que hace posible una vida sana, armónica y ayuda al pleno desarrollo humano.

Ahora bien: Esta paz no tenemos que confundirla con cualquier cosa. No es una ausencia de conflictos y tensiones. Tampoco una sensación de bienestar o una búsqueda de tranquilidad interior.

Según Juan 14:27, la Paz es el “gran regalo de Jesús”, la herencia que ha querido dejar para siempre en nosotros sus seguidores.

Dice así: «La paz os dejo, mi paz os doy». Y me gusta este texto porque... No sólo desea la paz. Pero la regala.

Es como si Jesús dijese: “Si viven guiados por el Espíritu, recordando y guardando mis Palabras, conocerán la paz y esa paz los guardará y con esa paz serán benditos y de bendición en la tierra.

Sin duda, ellos recordaban lo que Jesús les había pedido al enviarlos a construir el reino de Dios: «En la casa en que entréis, decid primero: paz sea a esta casa».

Leí por ahí una frase sobre “construir la paz” que me gustó mucho y dice así: “Para humanizar la vida, lo primero que hay que hacer es sembrar la paz excluyendo todo tipo de violencia. Promoviendo respeto, diálogo y escucha mutua, sin imposición, ni enfrentamiento, ni dogmatismo”.

Ahora bien si la paz es tan buena y produce tan buenos resultados: ¿Por qué es tan difícil lograrla? ¿Por qué se vuelve una y otra vez al enfrentamiento y la agresión mutua?
Hay una respuesta: sólo los hombres y mujeres que poseen paz, pueden ponerla en la sociedad, darla a la sociedad, sembrarla en la sociedad.

Dicho de otro modo: Cualquiera no puede sembrar paz. Con el corazón lleno de resentimiento, orgullo, intolerancia y dogmatismo no es posible aportar verdadera paz a la convivencia.

Si no se es un hombre de paz difícilmente se ayude a acercar posturas, a realizar proyectos, a trabajar en equipo a crear un clima amistoso de entendimiento, mutua aceptación y diálogo. Con el corazón lleno de malos pensamientos, temor y ceguera no es posible introducir la paz de Jesús.

Señalemos –a modo de ejemplo- algunos rasgos de la persona que lleva en su interior la paz de Cristo.
Es aquel que busca el bien de todos, que no excluye a nadie, que respeta las diferencias, que no alimenta la agresión, que fomenta lo que une y nunca lo que enfrenta, que es solidario con el que menos tiene, que no compite con nadie, solo consigo mismo para mejorar cada día y parecerse más a Cristo.



Conclusión:

En Juan 14 podemos leer un conjunto de discursos en los que Jesús se va despidiendo de sus discípulos. Los comentaristas lo llaman "El Discurso de despedida".

En él se respira una atmósfera muy especial: los discípulos tienen miedo a quedarse sin su Maestro; Jesús, por su parte, les insiste en que, a pesar de su partida, nunca sentirán Su ausencia.

Hasta cinco veces les repite que podrán contar con «el Espíritu Santo». Él los defenderá, pues los mantendrá fieles a Su mensaje y a Su proyecto. Por eso lo llama «Espíritu de la verdad».

En un momento determinado, Jesús les explica mejor cuál será su quehacer: «El Defensor, el Espíritu Santo... será quien les enseñe todo y les recuerde todo lo que les he dicho».
El Espíritu “será mi memoria viva”.
Él los defenderá de la turbación y de la cobardía, de la desesperanza y del abatimiento.

¿Se puede vivir sin paz con semejante promesa?

¿Hay algún miedo que nos paraliza? ¿Está nuestro corazón preocupado por algo en este 2011? ¿Hay pensamientos preocupantes que nos quitan el sueño?
¿Qué estamos aportando hoy desde la Iglesia de Jesús? ¿Concordia o división? ¿Reconciliación o enfrentamiento? ¿Generosidad o egoísmo? ¿Damos o acumulamos?
Y si no llevamos paz en el corazón, ¿qué es lo que llevamos? ¿Miedos, intereses, ambiciones, indiferencia,egoísmo, irresponsabilidad, frustraciones, amarguras?

Convirtámonos humildemente a Su verdad, movilicemos todas nuestras fuerzas para “desandar caminos equivocados”, y dejémonos guiar por el Espíritu que animó la vida entera de Jesús.

Solo así “viviremos la paz y seremos constructores de ella” para un 2011 más provechoso y bendecido.

Oremos:

Rev. Raúl Flores

Mensaje predicado en Comunidad Rhema.

domingo, 9 de enero de 2011

AUMENTANOS LA FE

Lucas 17:5-10
Hoy vamos a hablar de fe.

Se cuenta que Paganini, el gran violinista, daba un importante concierto un día y cuando salió al escenario notó algo raro en su violín. Lo miró durante unos segundos y cayó en la cuenta de que no era su famoso y valioso violín. Alguien se lo había robado y había dejado en la caja uno de segunda mano.
"Señoras y señores, dijo a su auditorio, les quiero demostrar esta noche que la música no está en el instrumento sino en el alma".
Y tocó como nunca lo había hecho anteriormente y de ese violín de segunda mano brotó una música que entusiasmó a su auditorio.
¿Moraleja? El violín de primera o de segunda mano no tiene música; la música, la inspiración, el arte y el fuego están en las manos y en el alma del artista.

Y la fe, ¿dónde está?

¿Está en la cabeza, en los templos, en los libros, en la Biblia, en el predicador?

Necesitamos –sin duda- la cabeza y los templos y los libros y la Biblia y los predicadores…pero la fe no está ahí.

La fe nace, crece y sale de dentro, del alma. ¿De qué está llena tu alma hoy?

Los discípulos le están pidiendo a Jesús que les aumente la fe.

Y ¿Qué es la fe Pr. Flores?

La fe es un don, una gracia, y se la tenemos que pedir al único que la puede conceder, a Jesús.

¿Qué le pedimos casi siempre al Señor?

Salud, trabajo, que nos libre del sufrimiento, la felicidad del matrimonio, por los hijos, por nuestra soledad…

¿Le pedimos alguna vez que nos aumente la fe?

Hoy, le vamos a pedir que nos aumente la fe. Y el Señor no nos negará este don. Pero hay que pedirlo. Hay que estar abiertos a la obra del Espíritu.

¿Le digo algo? La fe es como el sol. Ilumina nuestra vida con la luz del Espíritu Santo.

Si usted tiene en su casa las cortinas cerradas, las persianas bajas, el sol no entra. “Vive sin la luz del día”.

Para que la luz de Dios nos ilumine y penetre tenemos que abrirnos a la obra de Dios. Quitar la cortina de humo que es el pecado, el desconcierto, la inseguridad, la frustración, la desesperanza, el descontento, la debilidad, la prueba, el dolor…y abrir la ventana del corazón con oración.
Porque pedir fe es querer y dejar que Dios entre e ilumine nuestra alma.

El don de la fe, tiene que ser alimentado con la compañía de los hermanos. Y la fe también es probada en las dificultadas de la vida.

Un escritor que leo mucho dijo una vez que…”La vida del cristiano es la fe con el uniforme de trabajo”.
¿Cuándo se pone usted el uniforme de trabajo? ¿Sólo cuando trabaja verdad?

Pues el creyente debe llevar puesto el uniforme de la fe todos los días porque tenemos que hacer “siempre” el trabajo de Dios.

"Si tuvieran fe como un grano de mostaza"… decía Jesús en n/texto
El problema de la fe “no es la cantidad”. Es tener o no tener.
Una mujer no está un poco embarazada. Lo está o no lo está.

Un gran pensador y predicador que leo mucho decía que:
“La fe nos abre a lo imposible. La fe hace posible lo imposible. La fe no es magia, es confianza total en Dios”. ¿Bueno no?

Los discípulos le pidieron al Señor "auméntanos la fe" y estos hombres, llenos del E. Santo, confiados en Dios, sin organización, sin periódicos, sin radio… pero llenos de fe cambiaron el curso de la historia.
Llevaron “el sol de Dios” al mundo.

La música del Espíritu estaba en sus almas. ¿Y en las nuestras? ¿Qué hay?

Y a pesar de su fe, de su testimonio, y de hacer el trabajo de Dios, Jesús les dijo: "Cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan: Somos siervos inútiles, porque hicimos lo que debíamos hacer". ¿Interesante no?
Dios nos necesita. Dios nos manda hacer su trabajo y nos hace sus colaboradores y sin embargo nos llama "siervos inútiles", "siervos que no hacen falta".

Le gusta que le digan, ¿usted es un inútil?

Hay que tener una buena dosis de humildad para aceptar que "soy un inútil en las cosas de Dios". ¿Qué es lo que entonces la Biblia nos quiere decir con esta frase?

Que sólo Dios es necesario. Sólo Dios salva. Sólo Dios tiene la última palabra. Sólo Dios es amor.

Todo lo que no es Dios es inútil.

Todos nosotros somos inútiles porque no salvamos, porque no tenemos la última palabra, porque somos una mezcla de amor y de odio, y porque muchas veces queremos hacer el papel que no nos corresponde.
Sólo el Señor es Dios y Señor de todo.

Nosotros no somos dios pero “estamos invitados” a ser siervos y colaboradores de Dios y tenemos que hacer todo lo que Él nos ha mandado.
El apóstol Pablo dice: "Ni el que riega ni el que siembra es nada, sólo Dios hace crecer la fe que él ha sembrado en nuestros corazones."

Conclusión:

Nosotros vemos nuestra sociedad cada día más secularizada, más empeñada en apagar la luz de la fe y en ridiculizar la cruz, la religión y a los que aún creen.
Los nuevos ateos son cada día más vociferantes. Publican libros, están presentes en los medios de comunicación y, salidos del armario se arman de valor y predican su increencia a los cuatro puntos cardinales.

Sumado a esto estamos “nosotros con nuestras cargas…”
Hay guerras que no acabamos de ganar.
Hay hambres que no queremos aliviar.
Hay odios que no sabemos curar.
Hay injusticias que se agrandan y son más las puertas que se cierran que las que se abren.

¿Será que no tenemos fe? o ¿Deberíamos practicar la que ya tenemos?

Practiquemos la que ya tenemos, experimentémosla y dediquémosle más tiempo. ¿Y qué es practicarla Pr. Flores?
Practicarla es “actuar con justicia, amar con compasión y caminar con humildad ante Dios”.

Para hacer estas cosas, tenemos más que suficiente.

A veces nos excusamos mirando al pasado y lo idealizamos.
“Antes todo era más sencillo, más tranquilo, había más respeto a la religión y las iglesias estaban más llenas”.
En la pared de un sótano de Colonia en Alemania después de la segunda guerra había un escrito que decía:
“Yo creo en el sol incluso cuando no brilla.
Yo creo en el amor incluso cuando no lo siento.
Yo creo en Dios incluso cuando guarda silencio”.

La fe no es un sentimiento, es una relación con Jesús, una identificación con Su vida y Su mensaje.

Pablo recomienda a Timoteo y a todos los creyentes a “avivar el don de Dios” que se nos dio.
Avivar la fe del compromiso cristiano es el fin de todas nuestras celebraciones.
No nos reunimos como pueblo de Dios los domingos para cumplir con la ley sino para que el Señor despierte nuestra fe y produzca frutos.

Es tiempo de abrirnos a Su Espíritu, dejarnos alcanzar por Su Palabra, aprender a vivir con Su estilo de vida y seguir de cerca Sus pasos.

Sólo El es quien "inicia y consuma nuestra fe". Abrámonos esta mañana a la acción del Santo Espíritu.

Renovemos nuestra vida de fe. Dejémonos llenar nuevamente de Su fuego y poder.



Oremos:




Rev. Raúl Flores
Mensaje para Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Culto 11 hs.

viernes, 7 de enero de 2011

COMO HACER CON POCO UNA NACION GRANDE

UNA CARTA ABIERTA A TODOS MIS HERMANOS ARGENTINOS...

Marcos 6:1-6

Este texto de Marcos habla de lo cotidiano. Y lo cotidiano poco se resalta, poco se ve… poco interesa.
Por el contrario, lo cotidiano, con toda su carga de aparente monotonía, con el peso de lo real, con sus límites y sus miserias, es una importantísima base para construir la Argentina que todos soñamos y nos merecemos.

Y en esta “visión cotidiana” Jesús, el hijo del carpintero, no es reconocido como el Profeta esperado, el Mesías del Señor, ¿Por qué? Porque su vida es demasiado ordinaria, limitada, vulnerable...

No está rodeado de un halo de luz, de fama o prestigio mediático.

De él no hablan las encuestas ni los formadores de opinión. Sencillo trabajador, que viene de un poblado periférico y despreciado, que se rodea de gente común y que vive como los demás mortales.

Sin embargo hay en El algo distinto. Su total identificación con “la misión recibida del Padre” le da una coherencia y una firmeza que no necesita de los aplausos y reconocimientos humanos.

Se trata de una fuerza interior que se proyecta y cautiva a los sencillos y desprejuiciados, a los que están dispuestos a recibir algo de los demás, a los que no se sienten satisfechos y seguros de sí mismos.
Sus contemporaneos no lo reconocieron porque esperaban un dios a su medida, según sus proyecciones y preconceptos.

Y, por lo que se ve, el Señor elige caminos desconcertantes.

¿A donde quiero llegar con esta idea de lo cotidiano, de lo común, de lo que es "poco importante"?

A que lo cotidiano -la vida de todos los dias- es un "espacio de la salvación", que no es otra cosa que la permanente apertura a Dios, la fidelidad de cada día, el servicio constante a los demás, la entrega discreta y perseverante.

Porque es así como el Señor lleva adelante su obra en la historia, haciéndola "historia de salvación"

El no necesita de hechos prodigiosos ni acude a situaciones extraordinarias.

¿Será que podremos entender esto?

Para ir concluyendo diré que: Estoy más que convencido que la patria se construye “en” y “desde” lo cotidiano.

No es al ritmo de campañas electorales, ni de grandes convocatorias populares o de megaproyectos difícilmente concretables que se construye la grandeza de un país.

La “nueva política” o “ética de la política”, la justicia independiente, el crecimiento con equidad, la transparencia en la gestión, el respeto de las instituciones, no deberían ser meras declamaciones sino hechos concretos vividos en "las opciones de cada día" por todos nosotros los ciudadanos, y por quienes tienen la responsabilidad de conducir, en los distintos niveles, los destinos de nuestra Nación.

El espíritu patriótico no se manifiesta en actos formales o en fervores efímeros porque como lo hemos comprobado una y mil veces, éstos al poco tiempo se desvanecen.

La Patria la construimos cotidianamente en el aula. la fábrica y el taller, en la escuela y en el campo, en el hospital y en los templos, en los tribunales y los cuerpos legislativos, en la prensa y en el cuartel.

La Patria la construimos todos y cada uno de nosotros: los ciudadanos y los dirigentes; quienes han recibido mucho y quienes recibieron poco; quienes comparten nuestras ideas y quienes piensan distinto.

Todos tenemos algo para darle cada día a nuestra querida Argentina.

Hace 194 años las Provincias Unidas del Río de la Plata manifestaban su voluntad de independencia y autonomía.

Sin embargo aquella pretensión sólo sería realidad tras un largo recorrido, quizás todavía inconcluso, realizado en el "cotidiano compromiso" de los habitantes de estas tierras.

Que Jesús, el humilde carpintero de Nazareth, nos enseñe y ayude a imitarlo en su total disponibilidad a la voluntad del Padre y en Su entrega hasta el extremo por todos los seres humanos que habitan esta tierra.

Sólo así, renovando "cada día esta disposición", estaremos construyendo una Nación auténticamente soberana e independiente.

Carta abierta a mi país.
Enero 2011
Rev. Raúl Flores

sábado, 1 de enero de 2011

¿QUIEN ES MI PROJIMO?

Parábola del buen samaritano.

Lucas 10: 25-37

Hoy vamos a hablar de renovación. Para este 2011 queremos una Iglesia Militante. Queremos dar respuestas a las necesidades espirituales y sociales de nuestra Nación.

Esta parábola se enmarca entre dos preguntas. La del letrado - hecha para justificarse - y la de Jesús, que -como buen pedagogo- pretende que el letrado descubra, el “sentido universal del amor” que el Señor pide en su Palabra y que se nos manda a nosotros también descubrir.

El letrado pregunta: "Y ¿quién es mi prójimo?". Es decir no se interesa por lo que debería hacer ni es correcta tampoco su actitud hacia “los otros”.

Pregunta sí por el otro pero porque en el fondo quiere restringir el campo de su amor.

Pero hay algo más, pregunta por las circunstancias que “debe reunir” aquél a quien debe amar.

Es que en realidad en el fondo lo que está haciendo es “condicionar su amor” y quiere saber a “quiénes debe excluir”.

Y la respuesta de Jesús, que es también pregunta, se dirige a su interior: "¿Quién de ellos te parece que se ha hecho prójimo?", "¿Quién de ellos se portó como prójimo del otro?". Vs. 36

Es que Jesús se interesa más por el sujeto del amor que por el objeto del mismo.

Dicho de otro modo por “el amor que se da” más que “por el amor que se recibe”.

Lo que Jesús quiere hacerle ver es que es “él quien tiene que hacerse prójimo de todos”.
Que importa mucho más para Dios “amar que ser amado”.
Que “no es bueno condicionar el amor” y que, amando al hombre, sea quien sea, “haciéndose prójimo de todos” es como se vive la plenitud de la Palabra y se practica la voluntad de Dios.

¿Será que estamos nosotros hoy cerca o lejos de comprender esta verdad y practicarla?

Dudo que estemos cerca…

Necesitamos al Espíritu Santo. Necesitamos “convertir nuestro corazón”
Por eso esta parábola comienza por este genérico: "Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó...” Vs. 30

Porque ese “Un hombre” es cualquier hombre, todo hombre, el objeto de nuestro amor y servicio.

Hacerse prójimo es justamente eso: No pasar de largo ante quienquiera que nos precise.

Hacerse prójimo es amar con "amor eficaz". No declamatorio, pero práctico. No teórico pero real.

Esta parábola del buen samaritano no es una llamada a la caridad "asistencial”. Ni tampoco a la caridad "social".
Sino a la "Caridad Cristiana", al "amor eficaz a las personas que se actualiza en la prosecución del bien común de la sociedad, del barrio, de la familia, de los hijos, de los que comulgan con nuestra fe, de los que gobiernan, de los empresarios, de los obreros, es decir de todos".

Y ¿qué es Caridad Cristiana Pr. Flores?

Si “Caridad Asistencial” es dar un pez al que tiene hambre, y “Caridad Social” es enseñarle a pescar para remediar su hambre de hoy y la de mañana, “Caridad Cristiana” es colaborar activamente a organizar la Sociedad de manera que nadie pase hambre, ni de pan, ni de cultura, ni de trabajo, ni de libertad, ni de compañía, ni de paz, ni de amor.

Caridad Cristiana es poner remedio a las injusticias y con ellas a las causas por las que la gente de nuestro país sufre.

¿Qué es una utopía? Sí…puede ser…es verdad…Pero hacia las utopías merece la pena que caminemos.

Y ¿cómo se practica esta virtud de la "Caridad Cristiana" Pr. Flores?
Participando activamente y de un modo coherente con la fe cristiana en nuestro ámbito eclesiástico.

Pero participando también en las Instituciones en las que se decide la suerte de los hombres: Asociaciones barriales, escuelas, asociaciones de padres de alumnos, de amas de casa, de consumidores, de profesionales, en Ong´s, en coordinadoras, en municipios, en comedores escolares, en ”las villas” en sindicatos, en partidos políticos...etc.
Que no es otra cosa que “Llenar con el Evangelio cada espacio público” y eso es Conquistar…

Glosando la Parábola de Lucas 10 podemos decir que Argentina, bajando de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de ladrones que la dejaron maltrecha, dividida y con sectores mayoritarios en situación de indigencia material, moral, espiritual, social y jurídica.

Y por el camino han pasado y pasan ideologías y tendencias, corporaciones religiosas, grupos empresariales y partidos políticos que, atentos a sus preocupaciones e intereses, "pasan de largo" sin remediar los problemas.
Y los problemas en nuestra querida Argentina, por culpa de unos y otros, siguen sin resolverse.

Y entonces nos preguntamos: ¿Quién se hará prójimo de esta Argentina necesitada? ¿Quién se portará como prójimo de tantos grupos sociales alienados, esclavizados, amordazados, hambrientos?
Se hace urgente entonces “la rehabilitación del compromiso” entre los cristianos con nuestro Pueblo.

De ese "compromiso activo y operante, “fruto del amor cristiano a los demás hombres”, considerados como hermanos, en favor de una Argentina más justa y fraterna, más generosa y solidaria con especial atención a las necesidades de los más pobres".

Frente al desprestigio de la clase política y religiosa, frente a las grandes tentaciones a que están sometidos quienes trabajan en organismos de poder, frente a la tentación de abandono y desentendimiento de todo lo que supone preocupación institucional por la cosa pública y dedicación al bien común, nosotros, Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires, “no vamos a pasar de largo”.
"Cuando el compromiso social y cristiano es vivido con verdadero espíritu evangélico se convierte en una dura escuela de perfección y en un exigente ejercicio de las virtudes… pero vale la pena.

La dedicación a la vida de servicio a mi prójimo –sin necesidad de ser o actuar en política- debe ser reconocida como una de las más altas posibilidades morales del hombre".

Conclusión:
Este será el lineamiento de Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires para este 2011.

Hacemos autocrítica y nos disponemos con la ayuda del Espíritu Santo a entregarnos a la tarea de “ser nosotros prójimos de nuestros hermanos”.

Oremos.

Rev. Raúl Flores
Mensaje a predicar en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Av. Gaona 2918. Culto de la mañana.

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro