domingo, 25 de septiembre de 2011

¿ACOMODADOS O COMPROMETIDOS?

Lucas 9:51-62

Propósito específico:

A mi entender tres males aquejan al pueblo evangelico actual: Secularismo, indiferencia e individualismo religioso. Pero también lamentablemente hay en nuestros círculos evangélicos "propuestas religiosas" que son "consumistas" y que entusiasman a muchos a quienes mas tarde o más temprano dejan peor que antes.
Es hora de decir la verdad... hora de sincerarnos: Seguir a Jesús tiene un costo. Sus enseñanzas demandan un cambio de corazón para obedecerlas. ¿Estaremos dispuestos a ese cambio o seguiremos su camino a nuestro modo? ¿Somos oyentes de sus mandamientos o estamos comprometidos con ellos? Recordemos siempre que la "autosuficiencia" nos hace perder la condición de discípulos y nos hace inconsistentes y perecederos. La respuesta para este tiempo está en Gálatas 5:16 "...andemos en el Espíritu..." "Dejémonos conducir por el Espíritu Santo" que es lo mismo que decir: La humildad y el sabernos necesitados nos abre las puertas al Señor y nos permite construir (caminar la vida) "sobre la roca".

Texto:

"Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?. Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos, mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tú vé, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré Señor, pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios"

Mensaje: 

En la época de la conquista del Oeste la gente se trasladaba de un lugar a otro en diligencia. Y dice que esos viajes se podían hacer de tres maneras o había tres clases de pasajeros: Estaban los de primera, de segunda y de tercera clase.
Los pasajeros de primera, pasara lo que pasara en el recorrido, permanecían sentados y sin moverse del carruaje durante todo el viaje.
Los de segunda, cuando surgía un problema, tenían que bajarse y esperar a un costado del camino hasta que el problema se resolviera. No se manchaban las manos ni colaboraban en nada, simplemente miraban quietos y cuando el problema se resolvía subían y seguían por el camino como si nada hubiese pasado.
Pero dice que con los de tercera la cosa era diferente: Tenían que salir de la diligencia, empujarla (si era necesario), ayudar en el arreglo del desperfecto (cualquiera que éste fuera) y una vez resuelto, seguir al destino.
Interesante ¿no?... Y este ejemplo me sirvió para pensar en nosotros ya que también nuestra vida cristiana es "un viaje"

La pregunta sería: ¿Qué tipo de boleto hemos sacado? Somos de los que viajan en primera o segunda o vamos en tercera? ¿Acomodados o comprometidos?
No sé qué clase de billete compramos nosotros cuando decidimos viajar en “la diligencia de Jesús”. Pero si sé que la mayoría de nosotros los Evangélicos solemos comportamos como viajantes de primera o segunda clase. Queremos un Jesús a “nuestra imagen y semejanza” una especie de “mozo de bar” que atienda todas nuestras urgencias y demandas y sin comprometernos en nada con lo que sucede a nuestro alrededor. ¿Seremos algunos de nosotros “viajantes de primera”? ¡Que Dios nos ayude amados!

Alguien dijo alguna vez con mucha razón que: "La vida cristiana no hay que tomársela como un reloj de arena sino como una carrera con una meta. Y nuestra meta es servir y para servir necesitamos compromiso".
Francisco de Quevedo decía: "El que quiera en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en su vida".
Teresa de Calcuta decía: "No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz".

Acá el texto de Lucas nos dice que Jesús "tomó la decisión de -viajar- a Jerusalén".
Y de igual forma nosotros al decidir por Jesús y sus enseñanzas, al buscar la llenura del Espíritu Santo, al unirnos a la Iglesia, al aceptar Su Palabra como regla de vida, hemos decidido viajar también con Jesús.
Pero no un viaje de "primera" sino más bien un viaje de "tercera"... de aprendizaje de crecimiento y servicio…Viaje que exige elecciones y compromisos... Viaje que exige renuncia y abnegación… Viaje que exige morir a uno mismo para vivir en función de los demás… Pero también viaje que no es luto ni pena sino gozo, alegría y felicidad…

Es interesante notar que las tres conversaciones en nuestro texto de Lucas (tres supuestos viajeros, tres supuestos discípulos) implican decisiones… compromiso, audacia, osadía, valor, atrevimiento, intrepidez. Nada de comodidad, nada de "hacer la plancha"

Dice que al primero (Vs 57) le responde en su "confesión espontánea": "Jesús te seguiré adondequiera que vayas... diciéndole: Las zorras tienen guarida, y las aves del cielo nidos, más el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza". No decidas a la ligera... meditá y sacá bien tus cálculos, el Mesías tiene que sufrir y ser crucificado.
Éste con seguridad esperaba un viaje cómodo, en primera clase. Para él el Mesías era triunfador y glorioso. No cabía en su cabeza un Jesús fracasado y derrotado. Es triste decirlo amados pero en muchos círculos cristianos este tipo de evangelio se ha popularizado. Poco y nada hacemos por la familia, por los hijos, por los necesitados y olvidados de este mundo... Vamos cómodos en primera clase...
Viajar con Jesús muchas veces es unirse a la oposición.

En la segunda conversación (Vs59) aparece la excusa: "Déjame ir a enterrar a mi padre". Enterrar a un padre significaba quedarse en casa hasta que los padres ancianos morían y eran enterrados respetuosamente. Y para que eso sucediera podían pasar muchos años.
Lamentablemente hoy en día muchos son los que viven en el versículo de Lucas 9:59 postergando la misión a la que fueron llamados y lo que no entienden es que Seguir a Jesús es algo que pertenece al aquí y al ahora. Es una decisión para hoy. El llamado de atención aquí es para algunos de nosotros que vivimos posponiendo indefinidamente (por un tiempo indeterminado) la respuesta a su llamado. Esta palabra es para alguien aquí..
Me gustó mucho lo que dijo alguien alguna vez con mucha razón: “Jesús va de camino a Jerusalén e irá contigo o sin ti”

Y llegamos al tercer "supuesto discípulo" de nuestro texto (Vs61) que le pide a Jesús despedirse de los suyos. Es como si dijera: “Sabés una cosa Jesús? Me gustaría mucho seguirte pero tendría que preguntarle a otros, consultar primero, ver que opinan los demás, pedir permiso…”
¿Qué le contesta Jesús? "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios" No hay mayor autoridad que Él. Ser discípulo es un compromiso de toda la vida. Es triste decirlo amados pero muchos esperan ver que hacen otros primero y luego evaluan de acuerdo al resultado... Son especuladores...
Ahora bien: !Cómo respondieron los tres candidatos no nos interesa demasiado saberlo porque al fin de cuentas se trata de cada uno de nosotros, de ustedes y de mí!.
Jesús nos dice en esta mañana que seguirle conlleva un costo, tiene un precio.
La mayor lealtad se la debemos a Jesús por eso ninguno de los que nos "consideramos sus seguidores" debemos aceptar ninguna voz que hable más fuerte que la del Espíritu Santo de Dios. ¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo en esta mañana? ¿De que manera querés seguir "viajando"? ¿Donde te necesitará tu Iglesia Comunidad Nueva Vida? ¿Donde querrá Jesús que estés? ¿Donde te necesitará el Espíritu Santo? ¿En que lugar te querrá ver tu pastor? El "viaje" te ofrece tres opciones. Por cuál de ellas optarás?

Conclusión:

Dos profesores dialogaban sobre filosofía y el sentido de la vida cuando uno de ellos le dijo al otro: "me dijo Enrique que es uno de tus estudiantes". A lo cual éste responde: "Sí, Enrique (asiste) a mis clases pero no es (uno de mis estudiantes)".
Teresa de Calcuta dijo: "El servicio es lo que podemos llevarnos a nuestro encuentro final con Dios". Y otra frase que la recordamos siempre: "El que no vive para servir, no sirve para vivir"
"La vida es demasiado corta para estar mal y sufrir. Hay que vivirla al 100%"
Finalmente entendamos que:"Podemos transitar por los lugares más terribles sin temor, porque Jesús en nosotros nunca nos decepcionará"
¿Somos discípulos oyentes del Maestro o somos discípulos comprometidos con el Maestro?

Oremos:

Mensaje a predicar por el Pr. Raúl Flores en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires, Domingo de Setiembre 2011 Culto 11hs.

domingo, 18 de septiembre de 2011

¿ES NAÍN TU RUTA?

Lucas 7:11-16

Propósito específico:

La vida cristiana no es atadura sino libertad. No es tristeza sino felicidad. Jesús vino a desatar las ligaduras de muerte. El cristianismo es fuente de gozo. “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua de vida...” Jn 7:37-38 La felicidad está en Jesús. Y Naín es nuestra ruta.

Este pasaje de Lucas 7 nos descubre las relaciones entre la Iglesia y el mundo, entre vivir el cristianismo e ignorarlo. Naïn, quiere decir felicidad, ciudad de recreo, ciudad hermosa, ciudad de la felicidad.

Y sigue diciendo el texto que un día "Jesús está yendo de camino a la ciudad de Naïn", y dice que "Sus discípulos iban con El, y una multitud numerosa". Interesante no?: Una multitud que camina detrás de Jesús rodeado de sus discípulos.
¿Y hacia dónde va esa multitud Pr. Flores? Hacia la Ciudad de la Felicidad.
¿Estamos haciendo ese recorrido? Es de este modo tu caminar cristiano? Es Naín tu hoja de ruta?

Siguiendo con el texto nos enteramos de otra multitud que viene a Su encuentro y dice que cuando estaban llegando "cerca de la puerta de la ciudad, ocurrió que llevaban un muerto, hijo único de su madre, viuda, y que mucha gente de la ciudad la acompañaba".
Lo que nos llama la atención aquí amados es que esta otra multitud, que avanza hacia Jesús, “está abandonando” la ciudad de la felicidad llevando un muerto. ¿Estaremos algunos de nosotros recorriendo ese camino inverso? ¡Cuidado con ese espíritu amados!.

Lucas 7 nos dice que la tragedia y el dolor de ese duelo "es el hijo único de una viuda", un joven arrebatado en su juventud, y su madre, que había perdido a su marido, no tiene otro hijo.
La muerte le ha había quitado todo. Y es que fuera de Jesús, aún “teniendo todo” no tenemos absolutamente “nada”. Podemos tener inteligencia, habilidad para hacer riquezas, logros materiales, posesión de bienes, amor al arte en todas sus expresiones, pero sin Jesús en el corazón vivimos vacíos de espiritualidad porque “la muerte espiritual” quita todo lo divino que hay dentro nuestro.

Siguiendo con Lucas 7 vemos a esta altura dos multitudes, dos movimientos. A la cabeza de la primera muchedumbre está la Fuente de Vida, Jesús. A la cabeza de la segunda, está la juventud muerta, portadora de desesperación, conduciendo hacia un camino sin salida, sin retorno. ¿En cuál de ellas estás, en cual de ellas vives? ¿Sigues sin encontrar a Naín?
Los primeros, los que van con Jesús hacia Naïn caminan hacia la felicidad; los otros la dejan detrás.

¿Qué es la Iglesia, qué es el cristianismo Pr. Flores? La Iglesia es esa multitud que Jesús arrastra hacia la felicidad.
Lamentablemente muchos cristianos no nos damos cuenta que al comprometernos seguir a Jesús nos comprometimos buscar la felicidad.

Es triste decirlo pero muchos cristianos creen equivocadamente que el camino de Jesús, de la religión, es, más bien, el camino de la tristeza, de un cierto “coraje para soportar” las pruebas, y para muchos la felicidad hasta les parece una “mala acción” da casi “vergüenza ser felices” y sin embargo este texto es iluminador pues está claro que es Jesús el que “nos arrastra” hacia ella, pues el cristiano es un hombre que “camina hacia la felicidad”. Puede, desde luego, ocurrir que esté triste, aplastado en algún momento por la vida, pero su meta es luminosa, gloriosa y feliz.

¿Cómo alcanzar entonces esa felicidad Pr. Flores? ¿Cuál el método, el secreto del camino hacia Naín? Los Mandamientos de Jesús mis amados. La Palabra de Dios.
Esta Palabra que ustedes ven en mi mano y que cada uno de ustedes ha traído hoy son una enseñanza de sabiduría que nos conduce “a Naín”, a la felicidad.

La Palabra de Dios, los Mandamientos de Jesús no nos fueron dados con un fin didáctico, moralista y pesado. La Palabra encierra la sabiduría de la felicidad.
Tomemos como ejemplo el mandamiento de "Amar a nuestros enemigos". Si amo a mis enemigos, si no odio a nadie, ya soy feliz, porque el odio destruye el gozo. "No contemos con los hombres, contemos sólo con Dios" Los hombres nos decepcionan, porque nos engañan, y al estar decepcionados nos sentimos desgraciados.
Sin embargo ¡Qué felicidad la obediencia! Cuántas inquietudes borra.

Las Bienaventuranzas son otro ejemplo de lo que estamos diciendo. Al cumplir los mandamientos de Jesús adquirimos la felicidad y la paz que nadie puede quitarnos.
Los otros placeres nos engañan ¿porqué? porque duran un instante y luego se agotan. Son simples fuegos artificiales.

Volvámonos a Naín, confesemos y reconozcamos que el criterio de ser felices no está incorporado en nuestro espíritu cristiano.
No seamos engañados amados, la perfección en Cristo nos guía hacia la felicidad; la multitud seguía a Jesús porque El se dirigía hacia Naïn. Hagamos nosotros también lo mismo.

Y por el otro lado, ese otro lado que se llama "mundo", ¿qué vemos?. El mundo es un "Naïn exterior" que engendra desesperación y vacío.

Dice finalmente el texto que Jesús es “movido a compasión”. Acá hay una hermosa enseñanza: Aquellos que estamos hoy con Jesús y escuchamos Sus mandamientos, tenemos que tener también compasión de esa multitud que está de duelo. Es la única actitud valedera del cristiano frente al mundo.
No estoy hablando de indignarnos frente a la injusticia, o tener sentimientos artificiales, o hacer un juicio teatral, sino “tener compasión”.

Detrás de los aprovechadores de este mundo, de los “exitosos de este mundo” --no en Cristo--, esos “habitantes de Naïn” que viven en la felicidad “antes de la llegada de Jesús”, se esconde la desesperación y el vacío de espíritu, se esconde el resentimiento y la omnipotencia, se refugia la soberbia y el egoísmo, el duelo en cualquier momento les llegará.

Finalmente dice el texto que Jesús con su mano sanadora detiene el féretro, la multitud también lo hace y Jesús suspende el dolor extremo de los que no están en Naín...
Qué hermoso cuadro amados: Nuestra misión es la de detener, en Cristo, la procesión del entierro del mundo. Aleluya!!!

Entonces Jesús ordena: "Levántate". Y la multitud, estupefacta, viendo la resurrección, exclama: "¡Dios ha visitado a su pueblo!". “¡Dios ha visitado al mundo!”

El mensaje en esta mañana es: Sigamos hacia Naín. Sigamos a Jesús que nos arrastra hacia la felicidad llevando esperanza a los que salieron de Naín y obedeciendo Sus mandamientos.

Conclusión:

Renunciemos esta mañana a un cristianismo triste. Dejemos definitivamente esa convicción de que el camino de Jesús es duro. El dijo: "Mi carga es dulce y Mi yugo es liviano. Soy manso y humilde de corazón. Venid a Mí, vosotros que estáis cansados y agobiados, y Yo os haré descansar".
Todo aquello que nos parezca pesado: ayuno, paciencia, coraje, perdón, si lo aceptamos plenamente, sin equívocos, se vuelve un yugo, un peso y una cruz desbordantes de consuelo, paz y felicidad. Por eso podemos decir, en esta mañana que “la cruz” es el símbolo, el camino y la puerta de la ciudad de Naïm, la ciudad de la felicidad.
El Espíritu Santo nos espera en esta mañana para llevarnos nuevamente por la ruta hacia Naín.¿Qué esperamos para transitarlo?

Oremos:

Mensaje del Pr. Raúl Flores a predicar en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires, Domingo de Setiembre 2011. Culto 11hs.

sábado, 10 de septiembre de 2011

QUE TENEMOS QUE APRENDER DEL 11 SETIEMBRE DEL 2001

Hace 10 años exactamente: el 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos sufrió dos atentados brutales. El sucedido en las Torres Gemelas, en Nueva York con casi 3.000 muertos fue el más espantoso. Los autores materiales de esta tragedia fueron 19 militantes de la organización Al Qaeda.

Ante la pregunta de Pedro a Jesús si se puede perdonar siete veces, Jesús responde que no solo siete veces, sino setenta veces siete, esto es, 490 veces. Con lo que en realidad quiere expresar que hay que perdonar “siempre”.

Ahora bien, ¿nosotros perdonaríamos a esos 19 terroristas que llevaron a cabo el atentado de Nueva York? ¿Jesús cómo reaccionaría?.
A nosotros se nos plantea ahora, cómo reaccionar, cómo actuar ¿qué actitud tomar? ¿Perdonar como si no hubiera pasado nada?, ¿demostrar quién es el vencedor?, ¿dejar a la justicia que cumpla con su deber?.

Quizá comprendamos que hay que perdonar una vez, incluso cuatro veces como marcaba la ley judía. Por eso la cifra de Pedro: siete veces, no parece mezquina. Es aceptable, pues se da al ofensor una oportunidad. ¿Pero perdonar siempre?. El problema creo que radica en cuántas veces se debe perdonar. Cuando el ofensor no siente que ha obrado mal y, por tanto, no busca ser perdonado, cuando incluso rechaza la mano tendida., ¿qué pasa?.

El capítulo del perdón es uno de los espacios más original y más característico del cristianismo. A él dedicó Jesús muchas parábolas, muchos gestos, muchos comentarios. En suma, es una de las señales más significativas del mensaje cristiano.

El perdón no tiene por qué desterrar a la verdad y a la justicia. No vale decir: “aquí no ha pasado nada”. Si los ladrones son perdonados sin más, si los políticos corruptos se mueven libremente, si a los asesinos no se les pide cuentas, entonces ponemos a la zorra para que cuide el gallinero.

Entre la aplicación rigurosa del ojo por ojo y el perdón sin límites, parece que tiene que haber posturas intermedias, si bien la respuesta de Jesús hoy no apoya esta actitud conciliadora, pues afirma que hay que perdonar “siempre”. No obstante, Jesús denunció, ridiculizó, se defendió, puso en su sitio a los escribas, a los fariseos y a otros grupos y personas. Para Jesús había una cosa absoluta: el Reino de Dios, el amor al Padre y el amor al prójimo. Todo lo demás era relativo. Por ejemplo, el perdón no puede prescindir de la justicia y la verdad.

Este es un tema en el que no sirven las recetas, ni el sí o el no escueto. Por eso me limito a enumerar algunos reflexiones:

Primera: Lo que Jesús no acepta es el odio, la venganza, la represalia, la enemistad, la envidia, el rencor.

Segunda: el escritor Izasz declaraba que: “el estúpido ni perdona, ni olvida; el ingenuo perdona y olvida; y el inteligente perdona, pero no olvida”. El cristiano, si sigue los pasos del Maestro, “perdona y olvida”. Se parece, por tanto, al ingenuo. Con razón afirmaba Maquiavelo que “el perdón nace del alma generosa”.

Tercera: una sociedad, una familia, una persona que sabe perdonar es más feliz y constructiva.

Cuarta: nosotros debemos estar dispuestos a perdonar por aquello de que “el que esté sin pecado que tire la primera piedra” y porque Dios, nuestro Padre, es misericordioso y compasivo.

Quinta: siempre que oramos el Padrenuestro exigimos a Dios que nos perdone argumentando que nosotros perdonamos a nuestro prójimo.

Sexta: los problemas del perdón no se plantean con personas lejanas, sino con las que convivimos, con las más cercanas, a veces con las que compartimos el mismo techo.

Séptima: está bien y es necesario insistir en el perdón. Pero es más lógico que nos esforcemos para no herir, para no ofender o dañar a los demás.

Octava: en este apartado del perdón todos tenemos alguna historia –grande o pequeña- que arreglar. Por eso podemos hacer nuestra la petición del salmista: ”El Señor perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades y te colma de gracia y de ternura. El Señor no está siempre acusando, ni guarda rencor perpetuo”.

Novena: Nosotros solemos pedir perdón con mucha frecuencia por detalles mínimos. Pero no nos resulta tan fácil cuando nos toca alguna fibra íntima.

Décima: la cumbre del perdón es el amor a los enemigos. Jesús nos dice, si amamos solamente a los que nos quieren ¿qué mérito tenéis?. Sin embargo, hay cristianos que han practicado este tipo de perdón.

En este 11 de Setiembre de 2011 queremos decir a modo de tributo por las más de 3000 vidas que murieron en este atentado: “Gracias, Señor, porque tú renuevas nuestro corazón y transformas los corazones de piedra en corazones de carne”.

Rev. Raúl Flores. Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Tributo a las víctimas del 11 de Setiembre de 2001. Sermón a predicar.

LLAMADOS A HACER LA DIFERENCIA…

Mateo 5: 13-16

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo de la mesa de luz, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos en la casa. Así alumbre vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo.

Propósito específico:

Nuestro llamado como cristianos está en ser y hacer la diferencia. Al mundo no le llama la atención lo que sabemos ni lo que hablamos sino lo que somos y hacemos. El desafío está en hacer la diferencia.

Cuerpo del sermón:

A lo largo del año se hacen muchas campañas de sensibilización: campañas de solidaridad, Cáritas, campañas antidrogas, antiaborto… etc.
Hay una campaña titulada: "Make a difference Day", "Un Día para hacer la Diferencia".
Make a Difference Day es el día nacional que se celebra anualmente en EEUU el cuarto sábado del mes de octubre con la finalidad de ayudar a los necesitados. Millones de estadounidenses se unen en un solo día de acción para ayudar a cambiar la situación de la gente más necesitada.

Pongamos nosotros también nuestro tiempo y talentos al servicio de nuestra comunidad. Tengamos también nosotros no sólo uno sino “todos los días” para hacer la diferencia.

Y es que en realidad la campaña de Jesús no es un día, no es una frase, no es un poster. La campaña de Jesús es toda una vida, es todo el evangelio proclamado y creído, es todo el poder del Espíritu, el único que tiene el poder para convencernos y movilizarnos a favor de los hermanos y hacer la diferencia.

Creo haberles contado la fábula de la viga de hierro dura que había que romper.
"Yo haré el trabajo", dijo el hacha. Y comenzó a golpear con fuerza el hierro y a cada golpe que daba su filo se iba dañando hasta que no pudo más golpear.
"Dejame a mí", dijo la sierra. Y comenzó a trabajar la superficie del hierro hasta que sus dientes se gastaron y se rompieron dándose por vencida.
Ah, dijo el martillo, sabía que no lo lograrían. Mírenme a mí. Y después del primer golpe, el martillo voló por el aire y la viga de hierro siguió igual.
"¿Me dejan intentarlo?", preguntó tímidamente la llama de fuego.
"No se te ocurra intentarlo", le contestaron el martillo, la sierra y el hacha. "¿Qué podés hacer vos que no pudimos nosotros?"
Pero la llama rodeó el hierro, lo abrazó, calentó y no la dejó hasta que se fundió bajo su influencia poderosa.

Moraleja: La persistencia de la pequeña llama rompió la viga de hierro.

El Señor en esta mañana por esta Palabra nos está diciendo que sus discípulos tenemos que ser persistentes, eficaces y que tenemos que hacer la diferencia, que tenemos que estar presentes si queremos impactar nuestro entorno y crecer en nuestra espiritualidad.
Interesante es que Jesús dice: "Ustedes son la sal de la tierra". Ustedes son.
El no dice: deberían ser, ojalá fueran, algún día podrán serlo… da por hecho que somos.

Es que el Señor nunca habla de deseos ni de buenas intenciones, habla de una nueva realidad, de una transformación profunda realizada en cada creyente a través del Espíritu Santo.

Queridos míos: En este enorme cocido que es nuestro mundo donde hay todos los ingredientes: droga, violencia, sexo, esclavitud, avaricia, escándalos…el Señor nos dice a nosotros sus seguidores: “Ustedes son la sal”.

Y la sal ¿para qué servía?: La sal servía para preservar los alimentos, la sal era fuente de vida. Es lo que da sabor a la comida, no es egoísta, se diluye, no se ve, es simplemente para los demás. ¿Hay ese sentir en tu corazón? ¿Te gustaría parecerte a la sal? ¿Querés tener la razón siempre? ¿Pensás que tus palabras sobrepasan a la de los demás? ¿Te cuesta aceptar las críticas?

Esta es nuestra misión (la misión de la sal) preservar nuestro ambiente, nuestro barrio, nuestra Comunidad, nuestros amigos, nuestros afectos, para que no se corrompa, para que la vida florezca, para que la paz y la justicia sean para todos, para que la salvación de Cristo llegue a todos, para que el mal y el maligno no triunfen.

Conclusión:

Nuestro gran desafío como cristianos es dar sabor a este enorme cocido. El sabor del bien, del servicio, de la generosidad, del Evangelio, el sabor de la cruz de Cristo y de su resurrección… Y perderse, diluirse como la sal.
Queridos nunca olvidemos que no existimos sólo para nosotros, existimos para los demás. Cristo no vino para que le dieran una medalla por los servicios prestados, vino para darse sin más y darse a todos.

“Pero si la sal se desvanece” (desvirtúa…) Acá hay un aviso para todos nosotros. Entonces debemos preguntarnos seriamente hoy: ¿Qué preservamos? ¿A quién damos sabor?

Recibamos en esta mañana el “sabor” de la sal para preservar nuestro metro cuadrado y aún más allá y la Luz a fin de brillar e iluminar a todos los que estén cerca o lejos de nuestros afectos.

Oremos:

Mensaje del Pr. Raúl Flores a predicar segundo domingo de Setiembre en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Culto 11Hs.

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro