1Corintios 2:9 “Antes bien
como está escrito: Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido en corazón de
hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”
En las décadas de los 80 y
90 fui testigo directo del mover de Dios en Argentina.
El Espíritu Santo
derramándose en “Oleajes de poder” jamás vistos.
Fuimos profundamente
impactados al ver sanidades y milagros produciéndose entre la gente.
Salvación y llenura en el
Espíritu ocurrían diariamente.
Hambre y sed de Dios nunca
experimentada comenzó a despertarse en cada uno de nosotros.
Como consecuencia de eso
empezamos a recibir una nueva y fresca unción.
Unción que nos llevó a
ministrar en niveles jamás conocidos.
Vimos hecho realidad
Ezequiel 37:9 El Espíritu viniendo de
los cuatro vientos con un soplo poderoso.
Impactante era ver el mover
en salvación, liberación y milagros.
Argentina siendo impactada
profundamente con aquél mover.
Argentina y nosotros a
partir de ese momento, nunca más seríamos los mismos.
Como consecuencia de ese
poderosos mover nuevas Iglesias surgieron.
Mover y llenura que traía
arrepentimiento, santidad y liberación.
Profunda limpieza,
intercesión y más hambre de Dios era lo que sentíamos.
Mover intensamente
carismático y poderoso que derribó todas las barreras interdenominacionales
existentes.
La membresía en las Iglesias
comenzó a aumentar significativamente. Iglesias con 50 miembros pasaban en
pocos meses a albergar 500.
Nuevos puntos de predicación
surgieron como consecuencia de tal crecimiento.
Cines, teatros y estadios de
futbol eran alquilados por las congregaciones a fin de recibir a la gente que
llegaba cada culto.
Las Iglesias abriendo sus
puertas cada día por las noches.
El hambre de Dios llegaba
para quedarse entre nosotros.
Las campañas con Carlos
Annacondia (dueño de una ferretería) atraía multitudes a los pies de Cristo.
Cientos de campañas
siguieron a lo largo y ancho del país.
Centenares de miles de almas
eran cosechadas para el Reino.
Impactante era ver a la
gente llegar a nuestros cultos con hambre y sed de Dios cayendo bajo esa unción
maravillosa.
Argentina siendo
poderosamente impactada por aquél maravilloso mover de Dios.
Oleaje que crecía de tal
modo que sobrevino un fuerte temor entre los incrédulos.
Gente llegando a las
campañas e Iglesias locales buscando salvación, sanidad y liberación.
Multitudes llegando de todos
los países en micros, autos, trenes y aviones buscando recibir esa fresca y
poderosa unción.
Poder, fe, restauración,
santidad y gozo renovando cientos de Iglesias.
El gozo y poder que reinaba
arrasó con nuestra languidez y apatía espiritual.
Restauración y vida llegaba
a jóvenes descarriados.
Vino nuevo a estructuras
denominacionales rígidas.
Llamado al ministerio de
jóvenes, matrimonios, adultos y ancianos.
Despertar misionero de
jóvenes estudiantes de nuestros seminarios.
Hoy, solo la Asamblea de Dios contamos
con más de 700 familias misioneras alrededor del mundo.
Todas estas familias
misioneras sostenidas financieramente por nuestras Iglesias locales.
Más de 6 Seminarios
Pentecostales preparando unos 3000 alumnos para el servicio.
Muchos experimentando aquel
mover al que algunos llamaron “Ríos de aguas vivas”
Mover que refrescó, llenó y
limpió miles de corazones.
Mover que trajo amor, pureza
de propósito, reconciliación y un fuerte aumento en la piedad personal.
Mover que provocó unidad,
gozo inefable y restauración del alma.
Un “Río de vida” tal cual
Jesús había prometido fluía hacia todo aquel que tenía sed.
Avivamiento que trajo además
de todo esto, nuevas directivas, nuevas estrategias, mayor visión.
Avivamiento que produjo
transformaciones profundas en aquellos que participaban en la alabanza de la Iglesia.
Tanto la alabanza como la
adoración adquirió otro dinamismo.
Una fuerte santidad y
obediencia caracterizaba a los hermanos en los instrumentos como en las voces.
Una nueva alabanza y coros
de adoración inspirados por el Espíritu nacieron en ese mover.
Se duplicaban y hasta
triplicaban los candidatos a diáconos, ujieres, camilleros, y secretarías en la Iglesia.
Pastores saliendo a
ministrar a otras naciones las maravillas de esta renovación del Vino Nuevo.
Como los leprosos de 2Reyes
7:9 salimos a todas las naciones a dar “buenas nuevas” a la casa de Israel de
la cual ustedes son parte.
Testificando aquello que
Pablo dijo y que mencionamos al iniciar esta palabra: “Cosas que ojo no vio, ni
oído oyó son las que Dios ha preparado para los que le aman”
¿Amamos al Señor amados?
¿Nos interesan las almas? Entonces escuchen lo que tengo que decirles:
Lo que Dios hizo en
Argentina, lo quiere hacer con ustedes.
¿Puede creer eso? ¿Se
animaría a sumergirse en el Río de Dios? ¿A romper con limitaciones
autoimpuestas?
¿A dejar que el Espíritu
Santo despierte en su corazón hambre y sed de Dios?
La Biblia nos dice que Dios tiene un sueño:
“Que toda la tierra sea
llena del conocimiento de la gloria de Dios, como las aguas cubren la mar”.
(Habacuc 2:14)
Significa que lo que Dios
hizo en Argentina lo quiere hacer en cada lugar donde haya hambre de
avivamiento.
1Timoteo 2:4 nos revela lo
que Dios quiere, lo que está en su corazón: “Que todos los hombres sean salvos
y vengan al pleno conocimiento de la verdad”
También en 2Pedro 3:9 “El
Señor no se tarda en cumplir su promesa, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que nadie prezca, sino que todos vengan al
arrepentimiento”.
Y Dios no puede hacer esto a
menos que su Iglesia, su pueblo sea despertado por un poderoso derramamiento del
Espíritu Santo.
Amados: Dios es un Dios
obsesivo.
Lo que prometió hacer lo
hará, con nosotros o sin nosotros.
Cuántos quieren decirle al
Señor “Heme aquí Jesús”?
Amados: Dios está preparando
a la Iglesia
para un próximo oleaje de poder jamás visto.
¿Les digo algo? Jesús no
vendrá a buscar una Iglesia en el “baúl de la historia”
Sino al “volante” de ella.
El último y gran avivamiento
precederá a la Segunda Venida
en Gloria.
¿Será que nos atreveremos a
buscarlo más? ¿Será que tenemos ganas de decirle Señor, danos más?
¿Será que nos vamos a
preparar como Noé haciendo preparativos?.
Porque la Biblia dice que Dios le dio
a Noé un plan para que se llevara a cabo.
Génesis 6:14 dice: “Dijo
pues Dios a Noe, hazte un arca de madera de Gofer…”
Y dice que Noé le creyó a
Dios. Le obedeció a Dios y dice que se puso en marcha. Aleluya.
Porque en aquella
“visitación” recibe la visión y se pone a trabajar.
Dice que a pesar de las
burlas de su generación continuó trabajando hasta terminar.
Noé había creído, había
hecho los preparativos. Había obedecido.
Y cuando vino el diluvio,
para los que no estaban preparados fue muerte pero para Noé trajo vida.
Noé trabajó para su futuro,
se preparó para su futuro y lo que recibió fue vida.
Es tiempo de prepararnos para
lo que Dios ha dicho que hará. Recordemos que El quiere que “nadie se pierda”…
Esta es tarea de la Iglesia.
Es tiempo de decirle a Dios:
“Señor dame más”, Señor necesito más, Señor quiero más.
Y es que cuando Dios derramó
su poder y empezamos a sentir un genuino avivamiento teníamos dos alternativas:
Quedarnos “quietos y
críticos” a lo que sucedía. (La generación de Noé) o:
“Sumergirnos” en las
corrientes de Dios y “alinearnos” a lo que El estaba haciendo.
Y estoy aquí esta mañana
para decirles:
Un despertamiento de los
incrédulos resulta –generalmente- de un avivamiento de la Iglesia.
Yo quiero más santidad, más
piedad, más gozo, más unción, más poder, ¿Usted no?
En Mateo 5:14 leemos:
“Vosotros sois la luz del mundo” ¡Qué lindo!
Por lo tanto el impacto del
Evangelio sobre el mundo depende de la brillantez de esa luz.
Yo quiero brillar mucho más
hermano ¿Usted no?
Dios nos llama a profundizar
la piedad y buscar su gloria como nunca antes.
Dios nos llama a predicar el
Evangelio para que las almas se salven.
A vivir en santidad y
practicar la obediencia.
A leer la Biblia y pasar más tiempo
en oración con Dios y a hacer guerra espiritual sobre la ciudad. Yo quiero
hacerlo hermano: ¿Usted no?
Dios nos diseñó para
encontrar felicidad y plenitud no en las “posesiones” sino en las “relaciones”.
Tu relación con Jesús es lo
que te da plenitud de vida y atrae al Espíritu para despertar en ti un
avivamiento personal y poderoso.
Preguntémonos: ¿Me han hecho
feliz las posesiones? Claro que no ¿verdad?
Calman los nervios, es
verdad, pero la vida abundante está en otro lado. Está en Jesucristo. ¿Si o no?
¿Oyó alguna vez que alguien
haya comprado paz? ¿Supo de alguien que haya pagado y obtenido gozo y limpia
conciencia?
En esta mañana: Entrega tu
vida. Eclesiastés 11:1 dice que “eches tu pan sobre las aguas…”
¿Qué es pan? La vida de cada
uno de nosotros. La totalidad de nuestras vidas.
Sí: Echa tu tiempo, tus
habilidades, tus talentos, tu corazón en el altar esta mañana para que Dios
provoque un avivamiento.
Usa lo que Dios te ha dado y
échalo dándoselo a Dios a tu Iglesia, a tu familia, a tu ciudad y a la gente.
¿Amas a Jesús? Entonces
enamórate más todavía. ¿Amas las almas? Entonces ve y predícales.
¿Amas servir a Dios en la Iglesia? Continúa orando y
sirviendo para que un gran avivamiento suceda.
¿Te gusta orar y leer la Biblia? Entonces al hacerlo dedícale más tiempo a
clamar por una visitación de lo Alto.
¿Amas a tu familia? Entonces
haz todo lo que sea importante para que ellos sean felices y sean uno solo
contigo.
¿Tienes en tu corazón las
misiones? Entonces redobla tu compromiso de apoyo espiritual y financiero.
¿Te alegras cuando Dios te
habla? Entonces comienza a preparar tu corazón buscando con hambre y sed el
rostro del Señor.
Oremos.
Pr. Raúl Flores
Mensaje predicado en los
EEUU. Setiembre 2012