sábado, 15 de diciembre de 2012

SER RECREADOS...


MARCOS 1:15

Propósito específico: "Conviértanse y crean en la Buena Noticia"

Mensaje:

Estamos terminando el 2012 y comenzaremos el 2013 con este mandato. Quebrantar nuestro corazón, abrirlo y que crea en el Evangelio de verdad, no en el Evangelio dibujado, no en el Evangelio light, no en el Evangelio destilado, sino en el Evangelio de verdad. El mensaje es este: Convirtámonos y creamos al Evangelio.

Pero además se nos da a la Iglesia la misión: hagan que otros crean en el Evangelio (Viéndolos a ustedes, qué hacen, cómo se conducen, qué dicen, cómo sienten, cómo aman)

Interesante es que el Evangelio dice que el Espíritu llevó a Jesús al desierto, y dice que ahí convivía entre las fieras “como si no pasara nada”. Esto me hace recordar lo que sucedió al principio: el primer hombre y la primera mujer vivían entre las fieras, y “tampoco pasaba nada”. En aquel paraíso todo era paz, alegría. Y dice que fueron tentados, y Jesús también fue tentado.

Entonces el punto es este: Jesús quiere reeditar (al comienzo de su vida, después de su bautismo) algo parecido a lo que fue el principio.
Y este gesto de Jesús de convivir en paz con toda la naturaleza, en soledad del corazón y en tentación, nos está indicando qué vino a hacer él: Vino a restaurar, vino a recrear. Aleluyaaa!!!

Su vocación fue recrear,  rearmonizar las cosas, dar armonía aún en medio de la tentación.
El mensaje entonces es este: Todos tenemos que hacer sitio en nuestro corazón, para que Jesús, con la fuerza de su Espíritu (el mismo que lo llevó al desierto) rearmonice nuestro corazón.

Pero que lo rearmonice, no como algunos pretenden, con oraciones raras e intimismos baratos. Sino, que lo rearmonice con la misión, con el trabajo apostólico, con la oración de cada día, el trabajo, la fuerza, el testimonio.
Dicho de otro modo: Hacer lugar a Jesús porque “los tiempos se acortan”, nos dice el Evangelio. Ya estamos en los últimos tiempos, los tiempos que instauró Jesús, los tiempos de este proceso de rearmonizar.

Seamos serios: No tenemos derecho a quedarnos acariciándonos el alma. A quedarnos encerrados en nuestra cosa... chiquitita. No tenemos derecho a estar tranquilos y a querernos a nosotros mismos. ¡Cómo me quiero!. No, no tenemos derecho. Tenemos que salir a contar que, desde hace dos mil años, hubo un hombre que quiso reeditar el paraíso terrenal, y vino para eso. Para rearmonizar las cosas. Y se lo tenemos que decir a "Doña Rosa".
Se lo tenemos que decir a los chicos, se lo tenemos que decir a aquellos que pierden toda ilusión y a aquellos para los que todo es "pálida", todo es música de tango, todo es cambalache. Se lo tenemos que decir a la señora finoli, que cree que estirándose la piel va a ganar la vida eterna.
Tenemos que salir a hablarle a la gente de nuestra ciudad. Tenemos que salir de nuestra cáscara y decirles que Jesús vive, y que Jesús vive para él, para ella, y decírselo con alegría... aunque uno a veces parezca un poco loco. El mensaje del Evangelio es locura, dice San Pablo.

El tiempo de la vida no nos va a alcanzar para entregarnos y anunciar esto que Jesús está restaurando la vida. Tenemos que ir a sembrar esperanza, tenemos que salir a la calle. Tenemos que salir a buscar.

Cuántos viejitos como "doña Rosa" están con la vida aburrida, que no les alcanza, a veces, el dinero ni para comprar remedios. A cuántos nenes les están metiendo en la cabeza ideas que nosotros recogemos como gran novedad, cuando hace diez años las tiraron a la basura en Europa y en los Estados Unidos, y nosotros se las damos como “gran progreso educativo”.
Cuántos jóvenes pasan sus vidas aturdiéndose desde las drogas y el ruido, porque no tienen un sentido, porque nadie les contó que había “algo grande”. Cuántos nostálgicos, también hay en nuestra ciudad, que necesitan un mostrador de estaño para ir saboreando grapa tras grapa y así ir olvidando.Cuánta gente buena pero vanidosa que vive de la apariencia, y corre el peligro de caer en la soberbia y en el orgullo.

¿Y nosotros nos vamos a quedar en casa? ¿Nos vamos a quedar en el templo, encerrados? ¿Nos vamos a quedar en el chimenterío evangélico, en las internas eclesiales? ¡Cuando toda esta gente nos está esperando! ¡la gente de nuestra ciudad!. Una ciudad que tiene reservas religiosas, que tiene reservas culturales, una ciudad preciosa, hermosa, pero que está muy tentada por Satanás.

No amados, no podemos quedarnos nosotros solos, no podemos quedarnos en el templo y en nuestras casas. ¡Cristianos, a la calle!. A evangelizar, a buscar, a golpear puertas. A golpear corazones.

Conclusión:

Me gusta mucho lo que hizo María. Dice que cuando recibió la Buena Noticia fue salir corriendo a prestar un servicio. Salgamos corriendo a prestar el servicio de que creemos en la Buena Noticia, y se la queremos dar a los demás.
Que esta sea nuestra conversión: la Buena Noticia de Cristo ayer, hoy y siempre.

Mensaje predicado por el Pastor Raúl Flores en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires, Diciembre 2012

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