martes, 28 de septiembre de 2010

SUMERGIDOS EN EL RIO DEL ESPIRITU SANTO

Hoy vamos a hablar de tratos. Los tratos de Dios hacia sus hijos…

La visión presenta un claro mensaje sobre el majestuoso poder divino. La gracia de Dios produce vida, la gracia de Dios conquista la desolación del desierto y brinda vida a las aguas de cada “Mar Muerto”.

(Ez 47: 1-12)

El profeta Ezequiel en el capítulo 47 nos habla de un río. Nos habla de aguas abundantes. Nos habla de un fluir.

Y el hombre “lo saca y lo lleva” por un camino. Dios nos lleva por caminos, Dios nos lleva por enseñanza, Dios nos lleva por experiencias personales, Dios nos lleva a través de las diferentes circunstancias para guiarnos.

Y luego observamos que hay una “invitación a entrar a las aguas”. Dice, ‘me hizo pasar por las aguas’, Dios nos hace entrar.

Y para entrar tenemos que tomar una acción, para entrar tenemos que “dejar la orilla” a un lado.

Si vas al río a darte un chapuzón, no podés hacerlo si no entras primero.

“La orilla” puede ser que estamos pensando en el pasado, puede ser dejadez. Quedarnos en la orilla puede ser cierto grado de indiferencia ante todo lo que está pasando.

Pero “Si queremos la bendición”, hay que entrar. No podemos quedarnos en la orilla del río.


Y luego sigue y dice ‘me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos…’ Primero hay una medida, hasta los tobillos.

Le sigue diciendo ¿hasta dónde ahora? Hasta la rodilla.

Ya el profeta va avanzando. Llegamos hasta las rodillas.
Las rodillas representa, el toque del Señor,Su sanidad.

Pero Dios nos dice, no es hasta los tobillos, ni tampoco hasta las rodillas.
Le hizo pasar por las aguas hasta la cintura.
Y esto representa donde está la fuerza propia, la voluntad propia y eso significa que cuando nos sumergimos en el Señor, cuando entramos en el río de Dios no dependemos de nuestra propia fuerza, tenemos que abandonarnos ante la presencia del Señor.

Y sigue diciendo que entonces el río no se podía pasar sino a nado. Es decir, llega el momento en que no se puede cruzar ese río, si no es sumergiéndonos en la presencia del Señor.

Ahora esto es tremendoooo… Lo común es que la fuente de origen sea más fuerte y pura, y que a medida que corra se contamine, se evapore, se pierda en el terreno.

Pero el agua viva del profeta crece y se vuelve más poderosa a medida que corre.
Cuál es la enseñanza aquí? Sin el Espíritu Santo la espiritualidad del ser humano va perdiendo su fluidez.

Y vemos al profeta que fue llevado en etapas. Dios nos lleva en etapas, vamos creciendo, caminando en el Señor pero Dios tiene otros niveles para nosotros, Dios tiene nuevos avances, han visto cosas grandes pero Dios tiene aún más y eso solo se consigue sumergiéndonos en la presencia de Dios, sumergiéndonos.

“Las aguas lo cubrían”, hay que cubrirse de la bendición de Dios para alcanzar lo que él tiene para nosotros. Según el testimonio de Mc 1:9-11: “En el momento de salir del Agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma”. Lo importante no es que Jesús esté sumergido en las AGUAS del Jordán, sino que salga del AGUA para quedar sumergido en el ESPIRITU.

Dice el versículo 6 “…. y me dijo, ‘¿has visto hijo de hombre? Después me llevó y me hizo volver por la ribera del río….” Ahora viene el paseíto por otro lado, ya no dentro del río, y dice: “… y volviendo yo vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado, y me dijo, ‘estas aguas salen a la región del oriente y descenderán al Arabá y entrarán en el mar, y entradas en el mar recibirán sanidad las aguas…”
Encontramos que cuando las aguas entran al mar, se refiere al mar Muerto es un mar que no tiene vida, que no tiene peces, pero cuando las aguas que salen de la presencia de Dios, y llegan al Mar Muerto, allí ponen vida.

Y en la ribera del río ¿qué se ven? Árboles de diferentes frutos.

En la ribera del río se ve “la bendición de Dios”.

En esta visión, la corriente de agua viva “hace surgir y sostiene la vida de una manera milagrosa”.

Cuando por fin, el agua alcanza el Mar Muerto lo transforma completamente.

El mar Muerto sobreabunda en vida. Las aguas entran al mar y el mar recibe salud, vida.

La visión presenta un claro mensaje sobre el poder de Dios.

La gracia de Dios produce vida, la gracia de Dios conquista “la desolación del desierto” y brinda vida a las “aguas del Mar Muerto”.

¿Qué más encontramos en esa ribera del río?: Bendiciones y abundancia.

Versículo 7 nos decía que había muchos árboles, el 8 nos hablaba de cómo las aguas sanaron y el 9 nos dice: “….habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas agua……”

El mar que no tenía peces porque era un Mar Muerto, ahora ¿qué tiene? Muchos peces.

Si tú encuentras que en tu vida, aunque estás asistiendo a la iglesia está en cierto sentido, o en unas áreas muerta, el Señor te quiere decir que en tu vida puede haber mucho fruto, que en tu vida puede haber, muchos peces. No solamente muchos peces sino variedad de peces, variedad de peces.

En la visión de Ezequiel, el agua surge del Santo de los Santos, el lugar sagrado donde estaba el arca. Luego pasaba por el altar y fluía hacia el valle de Cedrón.

Recordemos que Jesús se pone de pie en el Templo y dice: El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí (Jn 7: 37-38). Él es Templo (Jn 2: 19-21) y es agua de vida.

De él surge el torrente poderoso que lleva la vida. Aquel día saldrán de Jerusalén aguas vivas (Zac 14: 8).

El agua viva nace del seno de Jesús, en la cruz: “Al llegar a Jesús, vieron que ya estaba muerto. Así que no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado de una lanzada, y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo declara para ayudarles en su fe, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice la verdad” (Jn 19: 33-35).

CONCLUSIÓN:

El Espíritu Santo es agua con que se apaga la sed. A la mujer Samaritana dijo Jesús: Si tú me pidieras, yo te daría AGUA VIVA, y el que la bebe nunca volverá a tener sed.
Porque el agua que yo le doy brotará como un manantial dentro de él para darle vida eterna.

Rev. Raúl Flores

Mensaje predicado en el Centro Cristiano “Renovados para Servir” en Adrogué. Domingo 26 Setiembre 2010

4 comentarios:

Noemi dijo...

Hermosa reflexion. Dios les bendiga.
Mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

Eduardo de Buenos Aires dijo...

¡Muy bueno! ¡Muchísimas gracias hermano!

Unknown dijo...

Una excelente explicación de la palabra clara y precisa.

Anónimo dijo...

Al estudiar esta Palabra, entiendo que hoy más que nunca, Su Iglesia necesita sumergirse en ese río de Dios. Gracias por compartir. Dios le bendiga.

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro