domingo, 18 de septiembre de 2011

¿ES NAÍN TU RUTA?

Lucas 7:11-16

Propósito específico:

La vida cristiana no es atadura sino libertad. No es tristeza sino felicidad. Jesús vino a desatar las ligaduras de muerte. El cristianismo es fuente de gozo. “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua de vida...” Jn 7:37-38 La felicidad está en Jesús. Y Naín es nuestra ruta.

Este pasaje de Lucas 7 nos descubre las relaciones entre la Iglesia y el mundo, entre vivir el cristianismo e ignorarlo. Naïn, quiere decir felicidad, ciudad de recreo, ciudad hermosa, ciudad de la felicidad.

Y sigue diciendo el texto que un día "Jesús está yendo de camino a la ciudad de Naïn", y dice que "Sus discípulos iban con El, y una multitud numerosa". Interesante no?: Una multitud que camina detrás de Jesús rodeado de sus discípulos.
¿Y hacia dónde va esa multitud Pr. Flores? Hacia la Ciudad de la Felicidad.
¿Estamos haciendo ese recorrido? Es de este modo tu caminar cristiano? Es Naín tu hoja de ruta?

Siguiendo con el texto nos enteramos de otra multitud que viene a Su encuentro y dice que cuando estaban llegando "cerca de la puerta de la ciudad, ocurrió que llevaban un muerto, hijo único de su madre, viuda, y que mucha gente de la ciudad la acompañaba".
Lo que nos llama la atención aquí amados es que esta otra multitud, que avanza hacia Jesús, “está abandonando” la ciudad de la felicidad llevando un muerto. ¿Estaremos algunos de nosotros recorriendo ese camino inverso? ¡Cuidado con ese espíritu amados!.

Lucas 7 nos dice que la tragedia y el dolor de ese duelo "es el hijo único de una viuda", un joven arrebatado en su juventud, y su madre, que había perdido a su marido, no tiene otro hijo.
La muerte le ha había quitado todo. Y es que fuera de Jesús, aún “teniendo todo” no tenemos absolutamente “nada”. Podemos tener inteligencia, habilidad para hacer riquezas, logros materiales, posesión de bienes, amor al arte en todas sus expresiones, pero sin Jesús en el corazón vivimos vacíos de espiritualidad porque “la muerte espiritual” quita todo lo divino que hay dentro nuestro.

Siguiendo con Lucas 7 vemos a esta altura dos multitudes, dos movimientos. A la cabeza de la primera muchedumbre está la Fuente de Vida, Jesús. A la cabeza de la segunda, está la juventud muerta, portadora de desesperación, conduciendo hacia un camino sin salida, sin retorno. ¿En cuál de ellas estás, en cual de ellas vives? ¿Sigues sin encontrar a Naín?
Los primeros, los que van con Jesús hacia Naïn caminan hacia la felicidad; los otros la dejan detrás.

¿Qué es la Iglesia, qué es el cristianismo Pr. Flores? La Iglesia es esa multitud que Jesús arrastra hacia la felicidad.
Lamentablemente muchos cristianos no nos damos cuenta que al comprometernos seguir a Jesús nos comprometimos buscar la felicidad.

Es triste decirlo pero muchos cristianos creen equivocadamente que el camino de Jesús, de la religión, es, más bien, el camino de la tristeza, de un cierto “coraje para soportar” las pruebas, y para muchos la felicidad hasta les parece una “mala acción” da casi “vergüenza ser felices” y sin embargo este texto es iluminador pues está claro que es Jesús el que “nos arrastra” hacia ella, pues el cristiano es un hombre que “camina hacia la felicidad”. Puede, desde luego, ocurrir que esté triste, aplastado en algún momento por la vida, pero su meta es luminosa, gloriosa y feliz.

¿Cómo alcanzar entonces esa felicidad Pr. Flores? ¿Cuál el método, el secreto del camino hacia Naín? Los Mandamientos de Jesús mis amados. La Palabra de Dios.
Esta Palabra que ustedes ven en mi mano y que cada uno de ustedes ha traído hoy son una enseñanza de sabiduría que nos conduce “a Naín”, a la felicidad.

La Palabra de Dios, los Mandamientos de Jesús no nos fueron dados con un fin didáctico, moralista y pesado. La Palabra encierra la sabiduría de la felicidad.
Tomemos como ejemplo el mandamiento de "Amar a nuestros enemigos". Si amo a mis enemigos, si no odio a nadie, ya soy feliz, porque el odio destruye el gozo. "No contemos con los hombres, contemos sólo con Dios" Los hombres nos decepcionan, porque nos engañan, y al estar decepcionados nos sentimos desgraciados.
Sin embargo ¡Qué felicidad la obediencia! Cuántas inquietudes borra.

Las Bienaventuranzas son otro ejemplo de lo que estamos diciendo. Al cumplir los mandamientos de Jesús adquirimos la felicidad y la paz que nadie puede quitarnos.
Los otros placeres nos engañan ¿porqué? porque duran un instante y luego se agotan. Son simples fuegos artificiales.

Volvámonos a Naín, confesemos y reconozcamos que el criterio de ser felices no está incorporado en nuestro espíritu cristiano.
No seamos engañados amados, la perfección en Cristo nos guía hacia la felicidad; la multitud seguía a Jesús porque El se dirigía hacia Naïn. Hagamos nosotros también lo mismo.

Y por el otro lado, ese otro lado que se llama "mundo", ¿qué vemos?. El mundo es un "Naïn exterior" que engendra desesperación y vacío.

Dice finalmente el texto que Jesús es “movido a compasión”. Acá hay una hermosa enseñanza: Aquellos que estamos hoy con Jesús y escuchamos Sus mandamientos, tenemos que tener también compasión de esa multitud que está de duelo. Es la única actitud valedera del cristiano frente al mundo.
No estoy hablando de indignarnos frente a la injusticia, o tener sentimientos artificiales, o hacer un juicio teatral, sino “tener compasión”.

Detrás de los aprovechadores de este mundo, de los “exitosos de este mundo” --no en Cristo--, esos “habitantes de Naïn” que viven en la felicidad “antes de la llegada de Jesús”, se esconde la desesperación y el vacío de espíritu, se esconde el resentimiento y la omnipotencia, se refugia la soberbia y el egoísmo, el duelo en cualquier momento les llegará.

Finalmente dice el texto que Jesús con su mano sanadora detiene el féretro, la multitud también lo hace y Jesús suspende el dolor extremo de los que no están en Naín...
Qué hermoso cuadro amados: Nuestra misión es la de detener, en Cristo, la procesión del entierro del mundo. Aleluya!!!

Entonces Jesús ordena: "Levántate". Y la multitud, estupefacta, viendo la resurrección, exclama: "¡Dios ha visitado a su pueblo!". “¡Dios ha visitado al mundo!”

El mensaje en esta mañana es: Sigamos hacia Naín. Sigamos a Jesús que nos arrastra hacia la felicidad llevando esperanza a los que salieron de Naín y obedeciendo Sus mandamientos.

Conclusión:

Renunciemos esta mañana a un cristianismo triste. Dejemos definitivamente esa convicción de que el camino de Jesús es duro. El dijo: "Mi carga es dulce y Mi yugo es liviano. Soy manso y humilde de corazón. Venid a Mí, vosotros que estáis cansados y agobiados, y Yo os haré descansar".
Todo aquello que nos parezca pesado: ayuno, paciencia, coraje, perdón, si lo aceptamos plenamente, sin equívocos, se vuelve un yugo, un peso y una cruz desbordantes de consuelo, paz y felicidad. Por eso podemos decir, en esta mañana que “la cruz” es el símbolo, el camino y la puerta de la ciudad de Naïm, la ciudad de la felicidad.
El Espíritu Santo nos espera en esta mañana para llevarnos nuevamente por la ruta hacia Naín.¿Qué esperamos para transitarlo?

Oremos:

Mensaje del Pr. Raúl Flores a predicar en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires, Domingo de Setiembre 2011. Culto 11hs.

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