domingo, 25 de septiembre de 2011

¿ACOMODADOS O COMPROMETIDOS?

Lucas 9:51-62

Propósito específico:

A mi entender tres males aquejan al pueblo evangelico actual: Secularismo, indiferencia e individualismo religioso. Pero también lamentablemente hay en nuestros círculos evangélicos "propuestas religiosas" que son "consumistas" y que entusiasman a muchos a quienes mas tarde o más temprano dejan peor que antes.
Es hora de decir la verdad... hora de sincerarnos: Seguir a Jesús tiene un costo. Sus enseñanzas demandan un cambio de corazón para obedecerlas. ¿Estaremos dispuestos a ese cambio o seguiremos su camino a nuestro modo? ¿Somos oyentes de sus mandamientos o estamos comprometidos con ellos? Recordemos siempre que la "autosuficiencia" nos hace perder la condición de discípulos y nos hace inconsistentes y perecederos. La respuesta para este tiempo está en Gálatas 5:16 "...andemos en el Espíritu..." "Dejémonos conducir por el Espíritu Santo" que es lo mismo que decir: La humildad y el sabernos necesitados nos abre las puertas al Señor y nos permite construir (caminar la vida) "sobre la roca".

Texto:

"Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?. Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos, mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tú vé, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré Señor, pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios"

Mensaje: 

En la época de la conquista del Oeste la gente se trasladaba de un lugar a otro en diligencia. Y dice que esos viajes se podían hacer de tres maneras o había tres clases de pasajeros: Estaban los de primera, de segunda y de tercera clase.
Los pasajeros de primera, pasara lo que pasara en el recorrido, permanecían sentados y sin moverse del carruaje durante todo el viaje.
Los de segunda, cuando surgía un problema, tenían que bajarse y esperar a un costado del camino hasta que el problema se resolviera. No se manchaban las manos ni colaboraban en nada, simplemente miraban quietos y cuando el problema se resolvía subían y seguían por el camino como si nada hubiese pasado.
Pero dice que con los de tercera la cosa era diferente: Tenían que salir de la diligencia, empujarla (si era necesario), ayudar en el arreglo del desperfecto (cualquiera que éste fuera) y una vez resuelto, seguir al destino.
Interesante ¿no?... Y este ejemplo me sirvió para pensar en nosotros ya que también nuestra vida cristiana es "un viaje"

La pregunta sería: ¿Qué tipo de boleto hemos sacado? Somos de los que viajan en primera o segunda o vamos en tercera? ¿Acomodados o comprometidos?
No sé qué clase de billete compramos nosotros cuando decidimos viajar en “la diligencia de Jesús”. Pero si sé que la mayoría de nosotros los Evangélicos solemos comportamos como viajantes de primera o segunda clase. Queremos un Jesús a “nuestra imagen y semejanza” una especie de “mozo de bar” que atienda todas nuestras urgencias y demandas y sin comprometernos en nada con lo que sucede a nuestro alrededor. ¿Seremos algunos de nosotros “viajantes de primera”? ¡Que Dios nos ayude amados!

Alguien dijo alguna vez con mucha razón que: "La vida cristiana no hay que tomársela como un reloj de arena sino como una carrera con una meta. Y nuestra meta es servir y para servir necesitamos compromiso".
Francisco de Quevedo decía: "El que quiera en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en su vida".
Teresa de Calcuta decía: "No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz".

Acá el texto de Lucas nos dice que Jesús "tomó la decisión de -viajar- a Jerusalén".
Y de igual forma nosotros al decidir por Jesús y sus enseñanzas, al buscar la llenura del Espíritu Santo, al unirnos a la Iglesia, al aceptar Su Palabra como regla de vida, hemos decidido viajar también con Jesús.
Pero no un viaje de "primera" sino más bien un viaje de "tercera"... de aprendizaje de crecimiento y servicio…Viaje que exige elecciones y compromisos... Viaje que exige renuncia y abnegación… Viaje que exige morir a uno mismo para vivir en función de los demás… Pero también viaje que no es luto ni pena sino gozo, alegría y felicidad…

Es interesante notar que las tres conversaciones en nuestro texto de Lucas (tres supuestos viajeros, tres supuestos discípulos) implican decisiones… compromiso, audacia, osadía, valor, atrevimiento, intrepidez. Nada de comodidad, nada de "hacer la plancha"

Dice que al primero (Vs 57) le responde en su "confesión espontánea": "Jesús te seguiré adondequiera que vayas... diciéndole: Las zorras tienen guarida, y las aves del cielo nidos, más el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza". No decidas a la ligera... meditá y sacá bien tus cálculos, el Mesías tiene que sufrir y ser crucificado.
Éste con seguridad esperaba un viaje cómodo, en primera clase. Para él el Mesías era triunfador y glorioso. No cabía en su cabeza un Jesús fracasado y derrotado. Es triste decirlo amados pero en muchos círculos cristianos este tipo de evangelio se ha popularizado. Poco y nada hacemos por la familia, por los hijos, por los necesitados y olvidados de este mundo... Vamos cómodos en primera clase...
Viajar con Jesús muchas veces es unirse a la oposición.

En la segunda conversación (Vs59) aparece la excusa: "Déjame ir a enterrar a mi padre". Enterrar a un padre significaba quedarse en casa hasta que los padres ancianos morían y eran enterrados respetuosamente. Y para que eso sucediera podían pasar muchos años.
Lamentablemente hoy en día muchos son los que viven en el versículo de Lucas 9:59 postergando la misión a la que fueron llamados y lo que no entienden es que Seguir a Jesús es algo que pertenece al aquí y al ahora. Es una decisión para hoy. El llamado de atención aquí es para algunos de nosotros que vivimos posponiendo indefinidamente (por un tiempo indeterminado) la respuesta a su llamado. Esta palabra es para alguien aquí..
Me gustó mucho lo que dijo alguien alguna vez con mucha razón: “Jesús va de camino a Jerusalén e irá contigo o sin ti”

Y llegamos al tercer "supuesto discípulo" de nuestro texto (Vs61) que le pide a Jesús despedirse de los suyos. Es como si dijera: “Sabés una cosa Jesús? Me gustaría mucho seguirte pero tendría que preguntarle a otros, consultar primero, ver que opinan los demás, pedir permiso…”
¿Qué le contesta Jesús? "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios" No hay mayor autoridad que Él. Ser discípulo es un compromiso de toda la vida. Es triste decirlo amados pero muchos esperan ver que hacen otros primero y luego evaluan de acuerdo al resultado... Son especuladores...
Ahora bien: !Cómo respondieron los tres candidatos no nos interesa demasiado saberlo porque al fin de cuentas se trata de cada uno de nosotros, de ustedes y de mí!.
Jesús nos dice en esta mañana que seguirle conlleva un costo, tiene un precio.
La mayor lealtad se la debemos a Jesús por eso ninguno de los que nos "consideramos sus seguidores" debemos aceptar ninguna voz que hable más fuerte que la del Espíritu Santo de Dios. ¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo en esta mañana? ¿De que manera querés seguir "viajando"? ¿Donde te necesitará tu Iglesia Comunidad Nueva Vida? ¿Donde querrá Jesús que estés? ¿Donde te necesitará el Espíritu Santo? ¿En que lugar te querrá ver tu pastor? El "viaje" te ofrece tres opciones. Por cuál de ellas optarás?

Conclusión:

Dos profesores dialogaban sobre filosofía y el sentido de la vida cuando uno de ellos le dijo al otro: "me dijo Enrique que es uno de tus estudiantes". A lo cual éste responde: "Sí, Enrique (asiste) a mis clases pero no es (uno de mis estudiantes)".
Teresa de Calcuta dijo: "El servicio es lo que podemos llevarnos a nuestro encuentro final con Dios". Y otra frase que la recordamos siempre: "El que no vive para servir, no sirve para vivir"
"La vida es demasiado corta para estar mal y sufrir. Hay que vivirla al 100%"
Finalmente entendamos que:"Podemos transitar por los lugares más terribles sin temor, porque Jesús en nosotros nunca nos decepcionará"
¿Somos discípulos oyentes del Maestro o somos discípulos comprometidos con el Maestro?

Oremos:

Mensaje a predicar por el Pr. Raúl Flores en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires, Domingo de Setiembre 2011 Culto 11hs.

No hay comentarios.:

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro