lunes, 12 de diciembre de 2011

LEVANTATE TOMA TU LECHO Y ANDA

Juan 5: 1-16

Propósito específico:

Hoy vamos a hablar de movimiento, de avance en la fe. Hoy es uno de esos días en los que el Señor agita su Espíritu para salud de muchos.

Mensaje:

Dice que Jesús, ve a este hombre que lleva tanto tiempo paralítico ´¡treinta y ocho años! y se compadece de él.
Entonce le pregunta ¿Quieres ser sano?

Y me gusta esta pregunta porque a nosotros también nos dice : ¿Quieres ser sano?
Que es lo mismo que decir: ¿Querés que te ayude a vencer ese defecto? ¿Querés que te dé alas para volar en tu vida interior, gracia para que puedas amarme más? Que te fortalezca en tu vida de oración? ¿Que te unga con mayor sabiduría para entender mejor mi Palabra? ¿Que te unga con una doble porción de mi Espíritu?

Parece mentira, y es triste decirlo, pero muchas veces no estamos demasiado entusiasmado con que el Espíritu venga a nuestras vidas a agitar sus aguas (que es lo mismo que decir despertar avivamiento, santidad, mover del Espíritu).
No nos interesa conocerlo más; no nos interesa comprometernos más; no nos interesa que nos ayuden tanto, no nos interesa un nivel más alto de fe, no sea que se nos complique la vida más de lo que ya la tenemos. Solemos poner excusas como la del paralítico... (Vs 7) "Señor, no tengo a nadie ( un hombre, una persona) que me meta en el estanque".

Cuántos de nosotros solemos decir lo mismo: Jesús, no tengo a nadie que me de una mano, que me ayude en mis necesidades... nadie que me oriente; nadie que me dé un buen consejo; nadie que me apoye cuando la estoy pasando mal.
Ahora bien: ¿Pueden quejarse así -de nosotros- algunos que están a nuestro alrededor? ¿Nos mostramos indiferentes? ¿Sin interés de involucrarnos en lo que les pasa? ¿Desatendemos nuestro llamado a la Misión?

Pero si queremos cumplir con nuestro llamado, si queremos parecernos más al Señor a fin de que nadie de los que nos rodean puedan quedarse sin nuestro cariño, sin nuestra ayuda, sin nuestra palabra de fe y esperanza entonces deberemos parecernos más a Jesús. Y para eso necesitamos el mover del Espíritu.

Que en esta mañana bajo la influencia de esta Palabra de Juan 5 podamos orar: "Espíritu ven a moverte en medio de mi oración rutinaria. Espíritu ven y muévete en mi tiempo de devocional con la Palabra. Espíritu muévete en mi corazón cuando alabo al Señor. Espíritu muévete en mis labios cuando alguien necesita de una palabra..."

Hay una sola enfermedad mortal: Vivir en derrota. No saber luchar con el Espíritu que nos fue dado. Si falta ese esfuerzo personal, nuestro corazón se paraliza y se vuelve incapaz de dar frutos...

Pero aún así, con esa cobardía, el paralítico grita:¡no tengo quién!
¡Qué vergüenza si Jesús "no encontrara" en nosotros el hombre, la mujer; que espera!
Pero lo bueno es que hoy estamos aquí todos nosotros para decir con todas nuestras fuerzas "Jesús, se que me necesitas para meterte en la vida de muchos. Aquí estoy.
El quiere que seamos sus discipulos los que siembran, con su ejemplo y con su palabra, la doctrina y el poder del Evangelio.
Y para eso el Señor necesita mi santidad. ¿Estaremos dispuestos a "mover nuestras vidas" en esa dirección?

Hoy ante el Mover de la Palabra todos nosotros deberíamos poder decir: "No puedo quedarme parado, paralítico, con una vida interior raquítica, incapaz de dar fruto".
El Señor no quiere nuestras excusas. No quiere oirte que le digas: "No tengo a nadie que me ayude".

Uno más grande que el ángel del Vs 4 está aquí. Y es el Espíritu Santo que te dice: Te vengo a ayudar. Vengo a mover tu corazón...

Conclusión:

No nos vamos a conformar con la derrota, sino que vamos a orar, a luchar poniendo todo el esfuerzo personal.
Que Jesús, nos ayude una vez y siempre a levantarnos de las derrotas, y volver a luchar.
El Señor, tu familia, el barrio, la Iglesia te necesita vibrante, apostólico, lleno de fuerza y unción espiritual.
Es muy cómodo quedarse ahí tirado, sin querer moverse, ni levantarse, ni seguirle.
Por eso hoy, se acerca de nuevo y te vuelve a preguntar: ¿Quieres ser sanado?
Que le digamos siempre que sí, de modo que nos conteste, como al paralítico: "levántate, toma tu lecho y anda"

Oremos:

Mensaje predicado por el Pr. Raúl Flores, Domingo 11 de Diciembre de 2011 en Comunidad Cristiana de Buenos Aires, Culto 11hs.

No hay comentarios.:

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro