domingo, 13 de mayo de 2012

¿ZANAHORIAS, HUEVOS O GRANOS DE CAFE?

Romanos 8:35-39

Propósito específico: Hoy vamos a continuar hablando de Actitud. Cuando soplen fuertes vientos, no busquemos refugios, ¡ construyamos molinos ! No hay grandeza sin adversidad. Saquemos provecho a las promesas de Dios. Desarrollemos actitud positiva frente a la vida.

Tres actitudes distintas ante las pruebas o la adversidad:
Se cuenta de un padre que llenó tres recipientes con agua y las puso a calentar. Cuando el agua comenzó a hervir, colocó dentro de la primera zanahorias, en la segunda huevos y en la tercera granos de café. Los ingredientes quedaron así cocinándose por 20 minutos. Dice que sacó las zanahorias y las colocó en un bol. Hizo lo mismo con los huevos y finalmente, tomó una tacita y la llenó de café. Y, dirigiéndose a su hija, le preguntó: “¿Hija, que ves?”. - “Veo zanahorias, huevos y café.” - respondió ella. "Te pido que toques una de las zanahorias". Al hacerlo notó que estaba blanda. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al romperse la cáscara encontró que el interior se había endurecido. Por último le pidió que probara el café. Al hacerlo se alegró de su exquisito sabor y rico aroma. Entonces la hija volviéndose hacia su padre le preguntó: “¿Qué me quieres decir con todo esto, papá?” “ Hija: cada uno de estos ingredientes se ha enfrentado a la misma adversidad, al agua caliente. Sin embargo cada uno reaccionó de manera distinta: La zanahoria dura y fuerte después de unos minutos se puso blanda y débil. El huevo entró en el agua con fragilidad, su interior líquido estaba protegido por una débil cáscara; pero después de haber experimentado el agua caliente, su interior se endureció. Sin embargo los granos de café han sido distintos. Después de estar en el agua caliente, los granos han transformado el agua en café dejando un precioso aroma”.

 “¿Cuál de ellos seremos nosotros?”…

 Moraleja?: Cuando soplan fuertes vientos, no busquemos refugios, ¡ construyamos molinos ! ¿Somos la zanahoria que por fuera aparenta dureza y fortaleza pero que con el fuego de la prueba se ablanda y pierde su fortaleza de carácter?, ¿O tal vez el huevo que al comienzo es suave en su interior, pero el fuego de un fracaso, de una separación, una enfermedad, una muerte, lo endurece? ¿Por fuera pareces el mismo, pero por dentro te endureciste y ahora tenes un corazón amargado? ¿O somos como los granos de café?. Interesante que para que el grano de café suelte todo su sabor, el agua tiene que calentarse a 212 grados. Mientras más caliente, más sabor le da al agua, hasta transformarla en un delicioso y aromático café.

Como creyentes podemos caracterizarnos por tener una actitud diferente ante las adversidades de la vida. Esta es una actitud que puede ser aprendida.

La vida de Pablo es un ejemplo de aquellos que vivieron una vida de victoria frente a las adversidades. El tuvo todo para ser un derrotado y miserable en su vida, pero de su vida fluía un espíritu de victoria (no exitista o resultadista, que es otra cosa).

 El pasaje de 2 Corintios 4:7-10 revela varias actitudes victoriosas que podemos aprender:

2 Corintios 4:8: “atribulados en todo, mas no angustiados.” “Atribulados”, en griego: “Thlíbo” = Oprimido. Tribulación total. El propósito del ataque era generar angustia en la persona de Pablo (Tormento interior) 2 Corintios 7:5 dice: “En todo fuimos atribulados de fuera, conflictos; de dentro, temores…”

Vs 8b: “en apuros, mas no desesperados” “En apuros”, del griego: “Aporéo” = Perplejidad; Dudar. La palabra “perplejidad” significa vacilación, dudas, temores al pensar en el futuro. El propósito del ataque es que Pablo cayera en la desesperación (Tortura mental)

Vs 9: “perseguidos, mas no desamparados.” “Perseguidos” del griego, “Dioko” = Seguir (ir a la caza de alguien) Pablo sufría persecución física y verbal (Calumnia, difamación, descrédito, acusar; física: Agresión). El propósito de ese ataque era generar en él soledad y aislamiento. Cuando el enemigo nos separa del rebaño, nos da el zarpazo final.

Vs 9b: “derribados, pero no destruidos” La palabra “derribados” da la idea de alguien que cae por el flechazo del cazador.

Según la Biblia podemos como creyentes estar: Atribulados... pero NO ANGUSTIADOS
En apuros... pero NO DESESPERADOS
Perseguidos... pero NO DESAMPARADOS
Derribados... pero NO DESTRUIDOS

El punto aquí es que: Podemos evitar la derrota si nos levantamos con el Espíritu de victoria en Cristo Jesús. Una cosa es perder un round en la pelea, y otra muy distinta es perder toda la pelea.

 La actitud aquí es desarrollar un carácter que nos impida asustarnos y ser intimidados por las tribulaciones, apuros, persecuciones y todo lo que nos quiere derribar, sino más bien resistir en el Nombre de Jesús sabiendo que nuestra actitud de victoria nos guiará a la puerta de la victoria final.

Recordemos lo que dice Proverbios 24:16 : Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse…” El Salmo 37:23-24 dice: Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y el aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado porque Jehová sostiene su mano.”

Significa que no importa cuales sean las situaciones que hoy nos quieren derrotar y abatir, en el Nombre de Jesús, y por obediencia a la Palabra de Dios, cambiemos la actitud de derrota negativa por una nueva y bendecida: El Espíritu de victoria de nuestro Dios. Significa que no importa lo que hoy estemos atravesando por mas difícil que parezca. Decidamos levantarnos y adoptemos una actitud victoriosa en medio de la adversidad.

Seamos como el grano de café. Dejemos que Jesús entre a formar parte de esa prueba, de ese sufrimiento, de esa adversidad. Confiémonos a Él l, abandonémonos en su Amor. El amor de Jesús te transformará en Él y tu sufrimiento se acabará, transformando tu corazón en una ofrenda agradable a Dios, y acabarás haciendo de esa prueba, de esa adversidad, una alabanza, un canto de acción de gracias, pues todo cuanto Él permite que nos suceda es para nuestro bien y desprenderás allí donde estés el delicioso "aroma" de Jesús”.

 Conclusión:

¿Cual de los tres ingredientes somos cuando la adversidad y la prueba golpea nuestra puerta?, ¿cómo respondemos? ¿como las zanahorias, como los huevos, o como el café? Recordemos siempre: Cuando soplen fuertes vientos, no busquemos refugios, ¡ construyamos molinos ! No hay grandeza sin adversidad... Amén.

Oremos:

 Mensaje a predicar por el Pr. Raúl Flores en Comunidad Cristianan Nueva Vida de Buenos Aires, Mayo 2012

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