viernes, 3 de mayo de 2013

LEVÁNTATE Y PELEA


Isaías 40:28-31

“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán”.
Propósito específico: Desarrollando una vida de fe victoriosa.
Uno sabe que en los jóvenes (Etapa de nuestra conversión)  está la fuerza. Pero aún los muchachos se cansan (Prueba, desafíos, satanás, el mundo) y flaquean, pero los que esperan en Dios (Continua llenura E. Santo), esos no se cansan; no importa la edad que tengan (los años en el Evangelio) los que esperan en Dios tendrán nuevas fuerzas. La Biblia compara la vida del cristiano con el águila. En el texto leído y en muchas partes de la Biblia al hijo de Dios se lo compara con un águila. 
O. Transición: Veamos  entonces seis características que tiene el águila y que Dios espera que nosotros por medio de esta Palabra podamos desarrollarlas.
 1. Para Ser Águila se Necesita Nacer Águila.
Hay una identidad en sí mismo. Una fábula cuenta que un huevo de águila terminó en un gallinero. Fue criado como gallina, sin saber que podía volar como las águilas porque en realidad era águila. Un día correteando se dio cuenta que “había una fuerza dentro de sí mismo” y al extender sus alas pudo comenzar a volar.
Cuando uno no conoce al Señor vive como un pollo mojado, lo único que ve es lo que tiene delante, no tiene otro panorama que el del piso. Pero cuando conocemos al Señor la Biblia nos dice: “Que el que está en Cristo nueva criatura es. Las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas”. Cuando yo conozco a Cristo vuelvo a nacer, antes era pollo,  ahora he nacido para ser águila. El Señor nos ha llamado para ser águilas. Hay una nueva identidad dentro de nosotros que “debemos desarrollar” y así pelear y vencer.

2. El Águila Hace su Nido en lo Alto de la Roca.
Job 39:27-30. El águila hace el nido en las alturas, en los lugares más altos y desde allí lo observa todo. No fuimos llamados para vivir en el llano, para vivir como un pollo; fue llamado para vivir como un águila y el águila hace su nido, su habitación en la altura del peñasco. No podemos vivir en el lodo de la llanura (pecado). Jesús ha derramado su sangre por nosotros no para que sigamos conviviendo con el pecado.
Vivir en lo alto es desarrollar una vida espiritual, tenemos una nueva identidad. Dios ha puesto un espíritu dentro nuestro el cual clama: ¡Abba Padre!, Dios ha puesto una identidad dentro de nosotros que aun en medio de la lucha de nuestra alma y de nuestra carne, que quiere las cosas de la carne, dentro nuestro hay una identidad que quiere estar con Dios. 
Por eso el que se convierte quiere estar con Jesús, quiere orar, quiere la Palabra, quiere predicar, quiere venir al culto, ganar a alguien para Cristo, está dispuesto a servir al Señor, porque le está dando prioridad a la identidad que tiene.
El águila (sin saber) dentro de ella hay un instinto, las aves como los animales no tienen inteligencia, tienen un instinto natural que los lleva a hacer algo, sin saber porque lo hacen, los lleva a “ser lo que son”. Cuando recibo a Cristo dentro mío hay una identidad, no debemos matar esa identidad, no debemos destruirla.
Cuando el Espíritu de Dios viene dentro nuestro y quiere llevarnos a las cosas de Dios, no debemos apagar esa voz, si lo hacemos comenzaremos a vivir como un pollo, pudiendo ser águilas. Debemos darle lugar al llamamiento interno, esto no es nada místico, es la inquietud interna para estar en las cosas de Dios, para abandonar el pecado.
Vs.28. Es entonces que tenemos una nueva perspectiva de la vida, a tener una nueva visión de todo, en el llano hay cosas que parecen gigantescas; pero en la cumbre lo que parecía grande se hace pequeño. ¿Perdió estatura? No la perdió La diferencia está en la perspectiva que tengamos. El águila ve las cosas desde arriba y no las ve desde abajo.
Los problemas son grandes para nosotros cuando vivimos una vida de pollo, pero cuando comenzamos a vivir una vida de águila todos los problemas comienzan a ser pequeños. No es que los ignore sino que mi posición ha cambiado porque he respondido a la identidad que Dios me dió.
Cuando el creyente le habla a Satanás y lo reprende, no mira hacia arriba sino mira hacia abajo, porque tiene su posición de autoridad. Puede haber problemas pero nosotros debemos estar por encima de los problemas. Hay una identidad dentro nuestro que debe ser desarrollada.
¿Qué es vivir en las alturas? Es vivir en la altura de la santidad, los lugares altos son los lugares de la santidad. “En la iglesia un santo y durante la semana una vida de pecado”, eso es ser religioso. El águila es un ave que vive apartado del resto. El Señor nos ha llamado para vivir para Él.
El águila en la altura se está consagrando. El águila todo lo ve; a 183 metros de altura puede llegar a divisar una moneda de 0,10 centavos; por eso se habla de la visión que tiene el águila; a 8 Km. puede ver saltar a un pez de 15 cm. El águila tiene la capacidad de ver.
El cristiano es aquel que bajo el Espíritu de Dios, puede ver las oportunidades, negocios, aperturas de trabajos que otros no ven. ¿Porque? Porque no tiene la visión del pollo. Vive en una dimensión distinta, ha tenido un llamado diferente, vive en la altura del compromiso con Dios. La vida del cristiano no es para vivirla a medias, es una vida comprometida.
Jesús les dijo a sus discípulos: Ustedes se quieren ir, váyanse ya. Pero el que me quiera seguir tiene que estar dispuesto a comprometerse. El evangelio es para los que se comprometen con las cosas de Dios. Estamos comprometidos con las cosas de Dios, con sus sueños, con ver nuestra familia transformada, con ganar a nuestros vecinos, para ver toda una nación transformada por el poder del Evangelio. Es vivir en la altura de mi comunión. Es tener mi tiempo para orar con Dios.

Deut. 32:11
Un nido de águila puede tener casi 2 mts de extensión. En las cumbres, lo construye con ramas, espinos, cardos, le pone hojas, plumas, cueros de roedores, convirtiéndolo en un lugar confortable y ahí nacen los polluelos. Cuando crecen, el águila instintivamente comienza a retirar el cuero, las pajas, las plumas, y el lugar que era confortable ahora ya no lo es. El águila provoca que los polluelos despierten y comiencen a volar y se hagan águilas, que desarrollen la capacidad, la identidad que tienen dentro de sí; pero el águila no los abandona, los lleva sobre sus alas. De repente comienza a volar y todo lo que decía: Yo no podía, ahora comienza a decir: Yo puedo.
Satanás nos maneja por nuestros temores, y nosotros somos desafiados por el espíritu de Dios a dar pasos de fe. Pero somos atemorizados y retrocedemos otra vez y queremos dar un paso para crecer, pero tenemos temor y volvemos para atrás. Satanás nos dice: “No vas a poder, no vas a pagar tus deudas, no vas a encontrar trabajo, no vas a salir adelante”. Me quedo en el nido y me encuentro deprimido, angustiado y no puedo salir porque los temores me retienen. Ha llegado la hora, el Espíritu Santo en este día y por esta Palabra va a excitar la nidada para que salgamos y que comprobemos que dentro nuestro hay una identidad de águila y que Dios hará algo grande sobre nosotros. El águila que se atreve a volar puede declarar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

4. Las Águilas no Aletean, Las Águilas Planean.
Isaías 40:31
Las águilas están al borde del peñasco y esperan que pasen las corrientes térmicas de aire. Hay vientos y aires que tienen otra temperatura, ese aire caliente que sube. Cuando el águila lo identifica, abre sus alas y se deja llevar. La corriente de aire caliente hace el resto sin esfuerzo el águla comienza a volar. Nosotros no hemos sido llamados a ser gansos. Satanás querrá que aunque tengas una nueva identidad, sigas viviendo como un ganso.
Vs.29. Vivimos por causa de las luchas de la fatiga, del cansancio, del agotamiento. ¿Dónde encuentra la causa el cansancio, la fatiga y el agotamiento? En querer vivir la vida como un ganso, en pensar que mi propio esfuerzo va a cambiar los resultados, en cualquier área, lo económico, el comenzar a poner todo mi esfuerzo para salir adelante, en lo ministerial, en servir al Señor, en ministrar la alabanza, mi propio esfuerzo no lo hará, el resultado será la fatiga, el cansancio y el decaimiento.
Zacarías 6. El águila espera el paso del viento, debo de esperar el mover del Espíritu Santo, que él haga lo que yo no puedo hacer, si yo lo quiero hacer, me voy a agotar, destruir. Debemos esperar que Dios se mueva, confiar en lo que Dios va a hacer. Dios es fiel

5. Las Águilas Conocen su Posición en la Tormenta.
Cualquier ave tiene un gran enemigo que es la lluvia. Porque si sus alas se mojan ya no pueden volar. Cuando llueve, se esconden en las cornisas, en los árboles, para no entrar en contacto con el agua. El ave que desafía el frente de la tormenta es el águila. Cuando la tormenta se avecina, el águila utiliza las corrientes térmicas y se deja llevar y comienza a subir hasta donde el sol brilla. ¿Desde dónde estoy viendo la tormenta, la estoy viendo desde abajo, o desde arriba? No somos pollos, hemos sido llamados a ser águilas, no estamos atados a la tierra podemos volar.
La Biblia nos dice en Efesios que el Señor nos ha sentado en lugares celestiales junto a Cristo Jesús con una “visión de victoria”. Podemos traspasar el frente de la tormenta, podemos estar cerca de Dios, no hay poder que pueda venir en nuestra contra. No hay tormenta que nos impida llegar al Señor. ¿Quién nos separara del amor de Cristo Jesús? Ni peste, ni tribulación, ni espada, ni hambre, ni persecución, ni lo alto, ni lo bajo, ni lo profundo, ni las potestades, ni Satanás nos podrán separar del amor que es Cristo Jesús.
El águila busca el lugar que le pertenece, las alturas. En medio de las pruebas debemos buscar el lugar que nos pertenece, dejar que el Espíritu de Dios nos hable. Busca el lugar para el cual Dios te ha rescatado, deja que el espíritu de Dios nos lleve a la oración, la intercesión. Traspasar la tormenta y ver que Dios esta con uno.
6. El Águila se Rejuvenece.
El águila tiene un punto crítico en su vida. El pico se seca, las alas comienzan a secarse, los ojos comienzan a tener escamas, las plumas comienzan a caérsele, como que llegara el momento de su muerte, es el momento más crítico. No puede volar, no puede ver, la capacidad de visión que tiene la pierde, pierde la capacidad de alimentarse y aparentemente está destinado a morir. Muchas mueren pero otras entran en “la cueva del peñasco” y allí terminan de arrancar las ultimas plumas, la sangre corre, golpean su pico en la roca; de alguna manera inexplicable hay “un aceite” que comienza a derramarse sobre sus ojos, sobre su pico, sobre sus alas, comienza a sanarlas, los días pasan y las plumas comienzan a desarrollarse, las escamas de los ojos caen, el pico se reconstituye por completo, el águila se da cuenta que es la hora de salir de la cueva y volver a surcar los cielos, porque fue “totalmente renovada”.
El águila que “no toma decisiones termina muriendo” y lo mismo el creyente que no toma decisiones termina muriéndose. Cuando uno se da cuenta de que no vuela como volaba antes, cuando se pierde el amor a la Palabra, el amor por congregarnos, cuando se pierde la visión, la pasión por las almas. Es cuando las escamas están cubriendo los ojos, nos quejamos de todo, murmuramos por todo, todo nos cae pesado. Pero cuando “se mete en la peña el aceite es derramado sobre su vida”, el aceite de la unción, el aceite del Espíritu Santo , es la obra de Dios. Dios nos ha llamado para que seamos águilas y no pollos.

El hora de levantarte y pelear. Recupera tu identidad. Vengamos al altar (que es nuestro peñasco de hoy) y que el aceite del Espíritu Santo se derrame en nuestros corazones a fin de volver a levantarnos y pelear con nuevas y renovadas fuerzas dadas por el Espíritu de Dios.
Que así sea. Amén.
Oremos.
Pr. Raúl Flores.



No hay comentarios.:

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro