domingo, 6 de junio de 2010

¿CRISTIANOS "POSEIDOS"? (Mensaje Completo)

¿CRISTIANOS "POSEIDOS"?

MARCOS 1:21-28

Jesús hace una lectura teológica del caso que tiene enfrente.

Está frente a un hombre que “No es quien es”. Un hombre “desintegrado”. “Ocupado abusivamente” por otro. Un hombre “Totalmente alienado”.

Y Jesús que es el médico que siempre llega “a la raíz” de cada situación está preparado, listo, dispuesto a sanarlo y liberarlo.

Y en su diagnóstico ¿que descubre Pr Flores? Descubre “al enemigo”. Un enemigo común de Dios y del hombre. El mismo Satanás.
Porque Jesús no está haciendo otra cosa que “leer” en este hombre la señal del Adversario…
Del que divide.
Del que impide el plan de Dios.
Del que destruye al hombre.
Del que se apropia de una propiedad de Dios, de una criatura de Dios.
A este adversario el evangelista lo llama "espíritu inmundo".
Y que significa “espíritu inmundo” Pr. Flores?
Primero expliquemos lo que significa “Inmundo”.
En el A.T. "Inmundo", significa todo lo que no es apto para la más mínima relación con Dios que es "puro" y "santo".
Porque todo “espíritu inmundo” representa lo opuesto a Dios.
Simboliza la incomunicación entre el hombre y Dios.
Simboliza todo aquello “dentro nuestro” que está en oposición a Dios.
Por eso Jesús vio necesario que el “espíritu inmundo” saliera de este hombre y deje de ser un prisionero, un poseído, un alienado, y así encontrar la liberación. Liberación que traería armonía y unidad en su vida.
Y yo creo que esta Palabra es un llamado de atención para nosotros.
Porque ¿Quién de nosotros no cree estar “poseído” de un modo u otro?
No piensen que exagero amados…
Aún siendo Cristianos, nacidos de nuevo estamos atravesados por “fuerzas” que nos destruyen desde el tuétano de los huesos.
Acaso no escuchamos periódicamente a hermanos nuestros decir:
"quiero, pero no puedo”.
“Me gustaría... pero algo me retiene”.
“Siento el llamado... pero estoy atado por cadenas más fuertes que mi impulso".
“Quiero sentarme a leer la Biblia, pero me falta voluntad para hacerlo”
“Cuando recibo enseñanza, algo me dice, revelate, no obedezcas”
Es que en realidad amados, desde nuestra niñez estamos "poseídos".
Quizás no por demonios, pero por:
Valores. Actitudes. Criterios. Comportamientos, que son igual de peligrosos y destructivos, aunque más sutiles.
Hay una educación y consejos que nos llegaron desde nuestra niñez hasta ahora. Tanto para nuestro bien como para nuestro mal.
Sin quizás quererlo, nos “ataron” en la escuela, en la familia, en el trato diario con pensamientos, actitudes, gestos, palabras, hechos.
Se nos ha “colado” en el cuerpo un mal estilo de “ser persona”. Y al volvernos cristianos un día, eso no desapareció. Quedó dentro nuestro. Jamás dejamos ser “tratados”.
Hasta el espíritu, lo más radical de nosotros, está como "poseído".
Es que se nos inculcó criterios comunes de la sociedad en que vivimos:
“El que más puede, más vale; el que más vale, más triunfa; el que más triunfa, más tiene; el que más tiene, más puede”.
Y este círculo infernal se repite como una rueda de fuego dentro y fuera de nosotros mismos.
¿Resultado Pr. Flores?
Nos posee la ambición, el deseo de tener, la agresividad, el atropello al otro, la atención exclusiva a “nuestros propios asuntos, necesidades, problemas” sin importarnos el “otro”
Hay un criterio que se practica a diario: ¡Sálveme yo y sálvese quien pueda!
¡Sálveme yo, aunque se hundan los demás!
Sartre, aquel filósofo francés, llegó a decir: "el infierno son los otros".
Esto es “posesión”, espíritu dañino. Tortura para uno mismo y para los demás y que no deja vivir.
Y es triste decirlo amados, pero es la conducta que abunda en nuestros círculos cristianos y muchos somos agarrados, atravesados y atados.
Entonces, ¿no hay esperanzas para nosotros Pr. Flores?
Claro que sí amados…
Jesús descubre esta situación de posesión en este “hombre que nos representa a todos”, y se enfrenta a ella venciéndola con “autoridad basada en el amor” que no es otra cosa que generosidad, solidaridad, desprendimiento, desinterés. Aleluya.
Porque “el proyecto” de Jesús es “compañerismo y fraternidad”. Todo lo contrario de un hombre poseído.
Por eso el diablo se rebela contra Jesús: "¿Qué quieres de nosotros? ¿Has venido a acabar con nosotros?" (Vs.24)
Sí, Jesús ha venido a terminar con la posesión.
A soltar al hombre de las amarras que lo tienen atado.
A desenredarlo de la red que lo enmaraña.
A soltarlo de la cultura humana que lo aliena y lo vuelve interesado en sí mismo.
A liberarlo en lo más profundo de su ser: ¡Cállate y sal de él! (Vs.25) Y salió (Vs.26)
Conclusión:
Que en este día de Santa Cena, de Comunión con el Pan seriamente nos preguntemos:
¿Estoy liberado o hay en mí algún “espíritu” que me posee?
Porque aún en nuestros círculos cristianos nos “mordemos”
Y alguno me preguntará: Pero Pr. Flores, ¿Podemos como cristianos estar poseídos por demonios?
No de demonios, pero Sí de “una cultura individualista” que nos atraviesa y de la cuál debemos ser libres, si es que vamos a soltar a los “poseídos” que nos rodean.
Que el Señor en esta mañana de Santa Cena nos libere de lo que nos detiene, aliena y paraliza.
Que arranque de nosotros toda “cultura humanista e individualista” que nos corroe.
Que nos limpie de lo que nos hace mediocres, egoístas.
Y que lo haga “hoy” en Su “Sabbat”, el día santo del Señor.
Porque hoy amados es nuestro Sabbat . Porque al reunirnos como Comunidad el día común se transforma en el día santo del Señor.
Conclusión:
Jesús triunfó definitivamente sobre el mal en la Resurrección.
Pero continúa su lucha en nosotros en la medida en que se lo permitimos.
En la medida que no pactemos con el mal. En la medida en que con humildad le pidamos que nos limpie de toda “cultura impía” que nos poseyó.
Por eso en esta mañana de Santa Cena celebremos Su victoria, participemos de ella y enrolémonos en Su lucha.
Ofrezcamos al Señor “el espacio” de nuestras vidas y de nuestra Comunidad para que El “se imponga al mal” que anida y vive en nosotros.
Y una vez libres, vayamos a los “encarcelados” que viven a nuestro alrededor.
Comenzamos una nueva semana hoy. Que sea con toda la bendición. Con todo el “servicio” que podamos dar. Con toda la salud que necesitemos. Con toda la alegría que nos corresponde como Hijos de Dios. Y con toda la Paz que El nos ha dejado. Que el Señor te sorprenda y nos sorprenda grandemente. Amén.
Predicado Domingo 06 Junio/10 CCNV Comunidad N. Vida. 11 hs.

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