lunes, 28 de junio de 2010

"En la barca de Pedro"

En la Barca de Pedro

Lucas 5:1-12
Introducción:
Cada uno de nosotros, tenemos que empezar a ser pescadores de hombres en nuestro ambiente. Tenemos que llevar la Buena Noticia.
Tres cosas importantes que vemos en este texto en relación a nuestro compromiso cristiano.

1.- JESÚS BUSCA A LOS OCUPADOS.
Dice el texto que Jesús busca a la gente en el lago de Genezaret.
Genezaret era el centro comercial y de trabajo del pueblo y es allí donde Jesús viene a traer el mensaje de salvación.
Y es que Jesús no busca desocupados.
Muchos dicen: “La iglesia es para niños y mujeres; yo soy una persona muy ocupada.
¡Como si buscar al Señor fuera tarea para desocupados!
Todo lo contrario, Cristo se acerca especialmente a la persona que ocupada, porque es quién va a sacar mayor provecho del tiempo. Una persona ocupada es alguien que usa el tiempo para algo que en realidad valga la pena.
En cambio el que tiene mucho tiempo “lo pierde” porque nunca lo valora.

2.- ELLOS OÍAN LA PALABRA DE DIOS.
Me impresiona el deseo grande que había en el corazón de ese pueblo por oír la Palabra de Dios y pensaba: “Cuántos se aprietan para oír a un cantante, ver una película, asistir a un partido de fútbol o concurrir a una competencia atlética”.

La gente de Genezaret nos enseña que si hay que hacer a un lado el trabajo, o dejar redes, o abandonar un poco nuestros quehaceres o nuestro descanso es sólo por algo muy importante: Oír la Palabra de Dios.

Y es la que el mundo necesita de la Palabra... Oímos demasiadas palabras. De políticos, economistas, ecologistas, moralistas.
Pero la Palabra de Dios es la menos escuchada.
Por eso debemos congregarnos para oír la voz del Buen Pastor que dice: “Yo estaré con ustedes hasta el fin de los siglos”.

3.- DESDE LA BARCA DE PEDRO.
Jesús vio a la muchedumbre que deseaba escuchar su Palabra y escogió la barca de Pedro para, dar a aquella multitud y al mundo Su primer mensaje de salvación.

La barca es la Iglesia. La Iglesia como la Barca de Pedro. Y una barca no es un fin en sí misma.
Nadie se sube en un barco para vivir en él. La embarcación es un medio para “trasladarse de una orilla a otra”.
La Iglesia es el vehículo que lleva a los hombres de la orilla de este mundo a la orilla de la eternidad.
El Espíritu Santo toma el timón de la barca, conduciendo a la Iglesia.
Es muy importante reconocer esto, dada la confusión religiosa que hay.
Existen más de 6,000 diferentes Iglesias, cada una con su “barca”, queriendo subir gente para llevarla a la otra orilla.

Dice en Jn 10:11 que Jesús le dice a Simón Pedro. “Simón, ¿me amas más que éstos? Le dice él: “Si, Señor, Tú sabes que te quiero”. Jesús le dice: “Apacienta mis corderos”.

Jesús le está dando a Pedro el cargo de Pastor, a pesar de que él es el buen pastor “Yo soy el buen pastor”. Jn 10:11

Es una dicha estar en la Barca de Pedro donde hay una cabeza que dirige y una mano amorosa que controla el timón.
Si Cristo se sube a la Barca de Pedro es porque quiere darnos a entender que es en esta Iglesia, dirigida por el Espíritu Santo, desde donde El hablará a la muchedumbre. Es éste el medio normal y natural de salvación.
Para estar con Jesús hay que estar en la Barca de Pedro.
Barca que a veces parece hundirse.

Dice (Lc 8,22-26) que cierto día Jesús subió a una barca con sus discípulos, y les dijo: “Pasemos a la otra orilla del lago”. Y se hicieron a la mar. Mientras ellos navegaban, se durmió. Se abatió sobre el lago una borrasca; se inundaba la barca y estaban en peligro. Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: “¡Maestro, Maestro que perecemos!” El, habiéndose despertado increpó al viento y al oleaje, que amainaron, y sobrevino la bonanza. Entonces les dijo: “¿Dónde está su fe?” Ellos, llenos de temor se decían entre sí maravillados: “Pues, ¿quién es éste, que impera a los vientos y al agua, y le obedecen?”.

Y ahí está Cristo, defendiendo la Barca, sobrellevándola por encima de cualquier tempestad.
Llegó el momento de preguntarnos:
¿ESTOY YO EN LA BARCA? No por haber nacido en un gallinero se es una gallina, ni por haber nacido en un aeropuerto se es avión, ni por haber nacido en el mar se es pez.
De modo que tampoco por haber nacido en la Iglesia se es cristiano, seguidor de Cristo.
Esto sólo se logrará si cumplimos las siguientes condiciones:

a.- ALEJADO DE LA TIERRA:
Al comienzo de esta Palabra leímos que cuando Jesús subió a la barca de Simón le pidió que se alejara un poco de tierra. Esto significa: desprendernos de las cosas de este mundo.

Un hombre enraizado en la concupiscencia de la carne, en los malos deseos, en la avaricia, la embriaguez, el odio, la injusticia, no puede estar en la Barca de Pedro, porque entonces estaría con un pie en la tierra y otro en la Barca. Y esto no es posible porque la Barca está lejos de la tierra.
Tú debes estar o con los dos pies en la Barca o con los dos pies en la tierra.
Hay que demostrar con el testimonio y santidad de nuestra vida que estamos en la Barca.
Tenemos que manifestar que estamos lejos de pleitos, de envidias, de injusticias, de violencia, del pecado y, entonces sí estaremos en la Barca de Pedro.

b.- BOGANDO MAR ADENTRO.
No es suficiente alejarse de la orilla, es importante que la Barca esté en la parte más honda del lago.
Ahí el Señor quiere tener su Barca. La orden fue: “boga mar adentro”. El quiere que no sólo celebremos ritos externos ni que vivamos superficialmente sino que profundicemos en la Palabra de Dios.
También quiere la comunión de la oración, ese diálogo personal con el Señor y la vida cristiana comprometida con los hermanos demostrándoles amor fraterno.

No podemos conformarnos con la cáscara sin tener el fruto de adentro.
Corremos el riesgo de que nuestros hijos aprendan a vivir una religión social, de ritos y de costumbres, faltándole aquello que es lo más profundo.
No podemos quedarnos simplemente peleando por un rito o por una costumbre o por un adorno y ésta es la tristeza de muchos cristianos: que estamos tan superficiales y alegamos y queremos defender a la Iglesia con una gran ignorancia de la Palabra de Dios, sin el conocimiento del porqué de las cosas.

Dios quiere que entremos a las profundidades de nuestra fe y volvamos a hacer surgir los valores cristianos.
De modo que cuando tus hijos te pregunten, puedas decir: “Hemos tenido una experiencia real; nuestros ojos han visto la salvación que Cristo Jesús nos ha dado. ¡Éramos esclavos del pecado y Dios nos ha liberado! Por eso es que ahora alabamos el nombre santo de Dios ¡Bendito sea su nombre”!

c.- ECHAR LAS REDES DE NUEVO.
A la orden de Jesús: “Echen las redes”. Pedro obedece a pesar de haber fracasado la noche anterior, pero confiado en la palabra de Jesús lo hace.
Por eso hoy, para ti y para mí, no es tiempo de desanimarnos, no es momento para salir del lago sino para regresar a lo profundo del mar y ahí volver a tirar la red.
Hay muchos cristianos que casi se están dejando convencer de que para cambiar su vida es indispensable de que cambien de iglesia. No es saliéndose de la Iglesia como se va a arreglar el problema sino quedándose dentro y tirando nuevamente la red, en el nombre de Jesús.

No hay que abandonar la lucha sino confiar en el Señor. Jesús va a llenar las redes de quienes pueden y se atreven a empezar de nuevo.

Se necesita valor para comenzar de nuevo y volver a lanzar las redes. Y esa es señal de los que están en la Iglesia.

Conclusión:
Realmente demostrás que sos cristiano cuando en lugar de decir: “mejor me voy...” “no sigo...” “ya no aguanto...” Cuando en lugar de quejarte con tus redes vacías, intentas llenarla en la parte más profunda y tenés el valor de empezar de nuevo...
Que tengas una semana bendecida. Que el Señor te sorprenda.

Rev. Raúl Flores
Comunidad Cristiana Nueva Vida

domingo, 20 de junio de 2010

"BUSCADORES DE CIEGOS" (Prédica completa)

“BUSCADORES DE CIEGOS”

Juan 9:1-11
Acá hay una historia tremenda.
Dice esta Escritura que Jesús mientras va de camino un ciego de nacimiento despierta su atención. Y sus discípulos al ver el interés puesto en él, le preguntan: ¿quién pecó Jesús, él o sus padres?
Dicho de otro modo:¿Quién tuvo la culpa de que naciera ciego?
Y mientras meditaba en esta escena me veía reflejado en aquellos discípulos porque nos pasa también a nosotros que “andamos buscando razones para justificar nuestro desinterés por los otros”. Buscamos “culpables o responsables para condenar y no absolver, y de esa manera desentendernos de los otros”. En vez de pensar que “cada ciego” es, ante todo, una vida con necesidad. Un hombre en apuros. Una persona en aprietos. Un corazón en desdicha.
Limpiémonos de ese espíritu, si es que vamos a “ser reconciliadores”, “hacedores de puentes” entre Dios y el hombre y así “rescatar” del apuro, del aprieto, de la carencia, escasez, miseria y pobreza a “los ciegos” de allá afuera, pero también a los de aquí dentro
Pero Gloria a Dios que Jesús ve las cosas con “otros ojos” y no como los nuestros que necesitan “ser lavados” para ver.
Y me gusta mucho este texto porque muestra que Jesús no ve la ceguera en este hombre como “un castigo” por haber pecado. Sino “como una ocasión” para manifestar Su misericordia. Su amor. Su Perdón y Salvación.
Él mismo dice en Su Palabra (Vs3): “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura. La noche viene, cuando nadie puede trabajar”.
Aún es “de día” amados. Tiempo de la gracia. Del favor divino. De la oportunidad de que muchos regresen al Señor y otros sean salvos. La noche llegará algún día. Tiempo del arrebatamiento de la Iglesia y el fin de la gracia.
Involucrémonos ahora que es de día con “los ciegos” de afuera como los de adentro.
¿No es acaso este nuestro llamado como Comunidad? ¿No tanto a juzgar, lamentar y preguntar porqué el mundo está como está, porqué muchos se enfriaron en la fe y otros siguen indiferentes a nuestro mensaje; sino a manifestar en “acciones diarias” Su amor y perdón para que “los ciegos que nos rodean” alcancen el favor, la gracia, el poder, el amor de Dios y vengan al Camino?
Que no perdamos de vista nuestra visión amados.
Somos “Buscadores de ciegos”. Andamos en la vida para restaurar vidas.
Jesús dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos…” (Mt 5:13-16)
Que Mateo 5:13-16 se cumpla en nuestras vidas porque Comunidad Nueva Vida nació para ser “sal y luz” a todos y sin exclusión.
Nuestro llamado es restaurador.
Entendemos que “Dios está tanto en la ceguera como en la sanidad”. Porque lo que a Él le importa es curar. Y en esa visión nos movemos.
¿Acaso estemos necesitando algún milagro hoy… esta semana… este año?
El tiempo de ejercitar la fe con obediencia llegó a Comunidad Nueva Vida.
Identifiquémonos con los “ciegos carentes” que nos rodean. Restauremos vidas. Discipulemos.
Llevemos el mensaje del Evangelio a toda criatura.
Y “las señales y milagros” de Marcos 16:17 nos alcanzarán.
Pongamos en marcha el texto de 2Pedro 3:9 que dice que Dios “...no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.
Jesús en “aquel encuentro” con el ciego no recrimina, ni juzga, ni razona, ni manifiesta prejuicio alguno, pero identificándose con él, realiza el milagro. ¿Resultado? Sanidad, salvación y restauración.
La obra de Dios es hecha, el trabajo de compasión y amor concluido.
Es que en realidad para Dios “no hay culpables”; sólo “personas que salvar”. Apartados que deben “volver”. incrédulos a “tener un encuentro con Él”.
Ayer fue el ciego, hoy son los de nuestra casa, vecinos, parientes, amigos.
Finalmente con un poco de barro y saliva Jesús le unta los ojos y manda a lavarse en la fuente de Siloé.
Al mandato le sigue la obediencia y la obediencia desata la bendición.
Obedece y ve. Se lava y recupera la vista… ¿resultado?: Conoce a Jesús.
La obediencia es el camino que nos lleva conocer a Jesús.
Dime cuánto Le obedeces y te diré cuánto Le conoces.
Y lo interesante es que fue creciendo su respuesta a cada pregunta sobre la identidad del que lo sanó.
Porque en el Vs15 le llama “hombre" “Ese hombre llamado Jesús me puso lodo en los ojos, me lavé y veo". En el Vs 17 ya lo llama "profeta". En el Vs 33 “Enviado de Dios” "Si este no viniera de Dios, nada podría hacer". Y en el Vs 38 Le llama “Señor” "Creo, Señor, y le adoró".

Es que cuando Jesús nos toca con “Su lodo” la fe va creciendo. Empieza como luz luego se hace visión luego conocimiento y finalmente adoración.
¿En qué nivel de fe estaremos?
Luz 2) Visión 3) Conocimiento 4) Adoración.
Es que la fe no es una estación a la que llegamos para quedarnos, sino un viaje al que nos subimos para andarlo.
Y en ese “viaje hacia la fe” tenemos que ir descubriendo “cada día” sus capas profundas.
De luz a visión, de visión a conocimiento y de conocimiento a adoración.
Porque en este “viaje cristiano” se nos llama a crecer, madurar y responder cada día con mayor convicción.
No basta con decir: "Ese hombre llamado Jesús". “Ese sí que era bueno. “Ese sí hacía maravillas”. “Ese sí revolucionó”. “Ese sí enseñó amor y compasión”… porque hay muchos hombres buenos en el mundo.
No basta con decir: "ése es un profeta"… porque hay muchos profetas.
No basta decir: "si este hombre no viniera de Dios no podría hacer nada"… porque ha habido y hay muchos hombres de Dios.
Estamos llamados a decir: “Yo creo, Señor. Tú eres la luz de mis ojos. Sólo tú tienes palabras de vida eterna. Sólo en ti hay salvación. Sólo tú eres Señor”.
Y para llegar a eso tenemos que orar mucho, adorar mucho y juntarnos con los que viven en el Señor.
Que en esta mañana “unte nuestros ojos” a fin de alcanzarlo.
Necesitamos ver a los ciegos como los ve Jesús.
No con indiferencia, ni insensibilidad, ni desinterés ni desprecio, o como si nos molestaran, o buscando pretextos para no verlos.
Mirémosle con los ojos de Jesús.
¿Habrá algún ciego entre nosotros que necesite “lodo” en sus ojos?
Que Jesús convierta nuestros ojos. De la tibieza a la abnegación. De la frialdad al afecto.
Vengamos esta mañana a la “fuente de Siloé” donde el Señor nos quiere y nos invita a lavarnos para que podamos “ver”.
Somos los ciegos, “llamados a recuperar la misión de la fe”.
Un día el Señor nos lavó en el agua del bautismo y nos ungió con el Espíritu Santo.
Hoy necesitamos lavar nuestros ojos para ver a qué Dios nos ha llamado.
Dejemos a los “discípulos de Moisés”, a los “fariseos”, a los que buscan “excusas para no creer y obedecer”.
Dejemos que discutan. No buscan ni luz ni la verdad, sólo quieren “tener razón”.
Nosotros sabemos que la verdad y la razón sólo están en Jesucristo.
Y ojalá en esta mañana todos nosotros podamos decir:
“Yo sólo sé una cosa, que antes era ciego y ahora veo” (Vs25); Antes era oscuridad y ahora soy luz; Antes no conocía a Jesucristo y ahora lo conozco, amo y obedezco su mandato de ir a “untar los ojos de los ciegos” que es lo mismo que decir: “predicar el Evangelio a toda criatura”.
Amén.
Predicado Domingo 20 Junio 2010 Comunidad Nueva Vida. Culto 11Hs
Rev. Raúl Flores

domingo, 13 de junio de 2010

Zarza,Desierto y Fuego

Zarza…Desierto y Fuego
Éxodo 3:1-5
Apacentando Moisés las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto y llegó hasta Horeb monte de Dios. Allí se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza. Al fijarse, vio que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía. Entonces Moisés se dijo: «Iré ahora para contemplar esta gran visión, por qué causa la zarza no se quema». Cuando Jehová vio que él iba a mirar, lo llamó de en medio de la zarza: --¡Moisés, Moisés! --Aquí estoy --respondió él. Dios le dijo: --No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

¡¡¡Este pasaje me parece fantástico!!! Dice acá que Dios se le aparece a Moisés “tipo de la Iglesia”, en medio de una zarza, ardiendo en el desierto. ¿El fin? Liberar a un pueblo oprimido del yugo Egipcio.
¿No es acaso una tarea que nos compete también a nosotros como Comunidad? ¿Liberar a un “pueblo oprimido” tanto dentro como fuera de la Iglesia del “yugo egipcio”?
¿Por qué habrá querido Dios que sea de ese modo?
¿Por qué en el desierto? ¿En medio de una zarza ardiente Pr. Flores?..... ¿Que tendrá que ver una zarza, el fuego y el desierto con Dios y nosotros?
Es que Dios se nos revela en el desierto.

Dios siempre se manifestará “en tu desierto”, allí donde no hay nada, donde no tienes nada, donde no significas nada para nadie. Pero es la escuela de Dios para formarte.
El desierto lugar solitario, reseco, hostil pero útil, donde Dios puede“despojarte de rutinas, de falsos apoyos, útil para encontrarte con vos mismo y con Dios de una manera distinta... diferente..
Allí donde no hay“amigos”, ni“respuestas”. Donde vivir requiere depender de Dios.
Es que en realidad el desierto de Éxodo 3 para nosotros no es un lugar geográfico sino“una posición”, “una actitud”que debemos tomar si es que vamos a ser los “Reconciliadores”que el Señor está buscando.
Nunca nos neguemos a la “escuela del desierto”porque es el lugar al que tarde o temprano tendremos que ir.
¡¡¡Quién no recuerda al desierto como “el camino”que impuso el Señor a los profetas y aún a Jesús mismo!!!
Y en todos los casos siempre hubo“un ir pero también un volver”.
Porque al desierto se va para “quitarse los pesos, vaciarse de todo y regresar “reprogramados”para hacer la obra de Dios.
¡Vamos sí al desierto pero no para quedarnos allí! Pero para regresar siendo mejores personas. Útiles para la tarea que nos espera.

Y en ese desierto de nuestro texto aparece la zarza. Arbusto, reseco, sin flores ni frutos, lleno de espinas, que solo sirve para arder y quemarse. Sin embargo Dios lo elige. Así como a nosotros...
Porque el Señor escoge lo que no es, para avergonzar “lo que es”.

Y en ese contexto es atraído Moisés: “Al arbusto que arde sin consumirse”se acerca a ver, se apresta a oír. Y es que cuando pasas por los desiertos de Dios estás habilitado para acercarte y oír la voz de Dios.
¿Nos atrae la Palabra?... ¿Oímos y obedecemos sin cuestionar? ¿A qué visión obedecemos? La “nuestra” o la de Dios?

Y esta zarza que en el desierto arde y no se quema es señal y llamado.
¿Cómo está tu corazón? ¿Late acomodado o agita un llamado?
Que el desierto no nos asuste amados. Que el desierto nos prepare.
Porque el desierto nunca es un fin, sino, un medio, un comienzo transformador que nos lleva a ser mejores personas y hombres de fe. Auténticos“Moisés”en nuestros días.
Me gusta una frase de San Juan de la Cruz que dice: «Para venir de todo al “Todo”, has de dejar del todo a todo»


Pero no solo desierto pero también una zarza que arde en fuego
Porque Dios a través de esa zarza tiene mucho para decirnos:
1) Primero: Con la zarza aprendemos a ser tratados.
La zarza es punzante en sus espinas, hiere si no tomamos cuidado. Y siempre que nos acerquemos a la divinidad, a lo sagrado y toquemos vamos a sangrar.
Y eso es bueno porque en los aspectos humanos, en la voluntad propia, en los sentimientos propios, vamos a “quedar heridos” como lo hace la zarza al que la toca.
Y asusta hermanos, pero cuando “nos entregamos” al trato divino, sana, cauteriza, regenera.
El mensaje es este: Dejémonos “arañar por el Señor”, por Su Palabra, Su presencia, y perdamos el temor de entrar en la escuela del desierto.
Porque en la zarza Dios trata con “nuestra suficiencia”.
Porque para el Señor humildad es “el lugar sagrado” donde El puede “ser Todo y obrar todo a voluntad”.
¿Es Jesús nuestro todo?
Y para que sea nuestro todo es necesario vaciarnos.
Por eso no es casual que el Señor haya elegido una zarza. Y hoy nosotros somos las zarzas para miles de “Moisés” que viven dentro de la Iglesia y fuera de ella.
Somos “Sagrarios andantes”. Recipientes de Dios, ánforas, vasijas de barro.
Reconciliadores de hombres con Dios.
Interesante lo que Jueces 9:8 dice en relación a los distintos árboles y la zarza. Porque ninguno excepto la zarza estuvo “dispuesto a servir”. Es que Solo las zarzas “sirven” al Señor anulando su yo.
Quitémonos el calzado de nuestra propia suficiencia y andemos en humildad.
Con la zarza no solo aprendemos humildad, pero también
2) Autenticidad.
Ser auténticos. Dios abomina el engaño.
En muchos círculos cristianos se “manipula a las personas” creando una falsa imagen del Señor.
Dicen que a la zarza es imposible tallarla. ¿Por qué Pr. Flores? Porque es un arbusto “sin madera”. Y la madera es útil para “tallar imágenes” En la antigüedad y aún hoy con madera se tallan ídolos.
Significa no falsear, engañar, hacer de Dios y de nosotros una imagen falsa, decorativa, atractiva a la vista humana, pero sin esencia.
Por eso a Dios le gusta manifestarse en “zarzas”. Porque las zarzas “nada pueden aportar” porque carecen de madera.
Si no entiendes a qué Dios te está llamando.
Si sentimientos engañosos, deseos confusos, “te ocultan a Dios”, entonces vacíate de todo.
La única manera de descubrir en nosotros a Aquel que todo lo puede es transformarnos en zarzas sin madera, sin propósitos, sin deseos, sin intereses, sin proyectos a fin de que Sus propósitos, Sus deseos, Sus intereses, Sus proyectos, vivan en ti.

3) Con la zarza aprendemos a vivir como fuegos que no se apagan.

El fuego es algo que nadie puede tomar ni retener en sus manos. Significa que a las “zarzas encendidas” el diablo no las puede tocar, el mal no las puede retener.

El fuego ilumina y transforma lo que toca. Dejémonos tocar por ese fuego hoy…
Y en realidad no es que la tea ardía. Quién ardía era Dios.
Somos “zarzas”, sin demasiada estructura personal, siervos inútiles, sin mucha madera, pero portadores del fuego de Dios. Puestos al servicio del Evangelio, en las manos de un Dios vivo. Somos crisoles del fuego divino amados.
Y quién esté cerca podrá acogerse, calentarse, encontrar bendición.
Conclusión:
Amados, nuestra vida es “la zarza ardiente” de Éxodo 3. Insignificante, impotente, de apariencia débil, despreciable, sin hermosura… pero que nada ni nadie puede apagar, ni anular.
Vivamos con el fuego de Dios ardiendo. No se requiere nada excepcional para destacar. Solo disposición.
Que nuestra vida (como la zarza de Éxodo 3) se mantenga ardiente, e ilumine nuestro espíritu cada día en donde nos toque andar.
Que tengamos una semana gloriosa. Que el Señor nos sorprenda.
Mensaje Predicado: Domingo 13 Junio 2010 Gaona 11 hs y Del Viso 18 hs
Rev. Raúl Flores
Comunidad Cristiana Nueva Vida

miércoles, 9 de junio de 2010

"Zarzas que arden..."

Este Domingo 13 de Junio 2010 en Avenida Gaona 2918 a las 11Hs estaré predicando el Mensaje que titulé: "Zarzas que arden" Basado en Exodo 3:1-4
Es usted mi invitado especial. Lo esperamos.
Rev. Raúl Flores

domingo, 6 de junio de 2010

¿CRISTIANOS "POSEIDOS"? (Mensaje Completo)

¿CRISTIANOS "POSEIDOS"?

MARCOS 1:21-28

Jesús hace una lectura teológica del caso que tiene enfrente.

Está frente a un hombre que “No es quien es”. Un hombre “desintegrado”. “Ocupado abusivamente” por otro. Un hombre “Totalmente alienado”.

Y Jesús que es el médico que siempre llega “a la raíz” de cada situación está preparado, listo, dispuesto a sanarlo y liberarlo.

Y en su diagnóstico ¿que descubre Pr Flores? Descubre “al enemigo”. Un enemigo común de Dios y del hombre. El mismo Satanás.
Porque Jesús no está haciendo otra cosa que “leer” en este hombre la señal del Adversario…
Del que divide.
Del que impide el plan de Dios.
Del que destruye al hombre.
Del que se apropia de una propiedad de Dios, de una criatura de Dios.
A este adversario el evangelista lo llama "espíritu inmundo".
Y que significa “espíritu inmundo” Pr. Flores?
Primero expliquemos lo que significa “Inmundo”.
En el A.T. "Inmundo", significa todo lo que no es apto para la más mínima relación con Dios que es "puro" y "santo".
Porque todo “espíritu inmundo” representa lo opuesto a Dios.
Simboliza la incomunicación entre el hombre y Dios.
Simboliza todo aquello “dentro nuestro” que está en oposición a Dios.
Por eso Jesús vio necesario que el “espíritu inmundo” saliera de este hombre y deje de ser un prisionero, un poseído, un alienado, y así encontrar la liberación. Liberación que traería armonía y unidad en su vida.
Y yo creo que esta Palabra es un llamado de atención para nosotros.
Porque ¿Quién de nosotros no cree estar “poseído” de un modo u otro?
No piensen que exagero amados…
Aún siendo Cristianos, nacidos de nuevo estamos atravesados por “fuerzas” que nos destruyen desde el tuétano de los huesos.
Acaso no escuchamos periódicamente a hermanos nuestros decir:
"quiero, pero no puedo”.
“Me gustaría... pero algo me retiene”.
“Siento el llamado... pero estoy atado por cadenas más fuertes que mi impulso".
“Quiero sentarme a leer la Biblia, pero me falta voluntad para hacerlo”
“Cuando recibo enseñanza, algo me dice, revelate, no obedezcas”
Es que en realidad amados, desde nuestra niñez estamos "poseídos".
Quizás no por demonios, pero por:
Valores. Actitudes. Criterios. Comportamientos, que son igual de peligrosos y destructivos, aunque más sutiles.
Hay una educación y consejos que nos llegaron desde nuestra niñez hasta ahora. Tanto para nuestro bien como para nuestro mal.
Sin quizás quererlo, nos “ataron” en la escuela, en la familia, en el trato diario con pensamientos, actitudes, gestos, palabras, hechos.
Se nos ha “colado” en el cuerpo un mal estilo de “ser persona”. Y al volvernos cristianos un día, eso no desapareció. Quedó dentro nuestro. Jamás dejamos ser “tratados”.
Hasta el espíritu, lo más radical de nosotros, está como "poseído".
Es que se nos inculcó criterios comunes de la sociedad en que vivimos:
“El que más puede, más vale; el que más vale, más triunfa; el que más triunfa, más tiene; el que más tiene, más puede”.
Y este círculo infernal se repite como una rueda de fuego dentro y fuera de nosotros mismos.
¿Resultado Pr. Flores?
Nos posee la ambición, el deseo de tener, la agresividad, el atropello al otro, la atención exclusiva a “nuestros propios asuntos, necesidades, problemas” sin importarnos el “otro”
Hay un criterio que se practica a diario: ¡Sálveme yo y sálvese quien pueda!
¡Sálveme yo, aunque se hundan los demás!
Sartre, aquel filósofo francés, llegó a decir: "el infierno son los otros".
Esto es “posesión”, espíritu dañino. Tortura para uno mismo y para los demás y que no deja vivir.
Y es triste decirlo amados, pero es la conducta que abunda en nuestros círculos cristianos y muchos somos agarrados, atravesados y atados.
Entonces, ¿no hay esperanzas para nosotros Pr. Flores?
Claro que sí amados…
Jesús descubre esta situación de posesión en este “hombre que nos representa a todos”, y se enfrenta a ella venciéndola con “autoridad basada en el amor” que no es otra cosa que generosidad, solidaridad, desprendimiento, desinterés. Aleluya.
Porque “el proyecto” de Jesús es “compañerismo y fraternidad”. Todo lo contrario de un hombre poseído.
Por eso el diablo se rebela contra Jesús: "¿Qué quieres de nosotros? ¿Has venido a acabar con nosotros?" (Vs.24)
Sí, Jesús ha venido a terminar con la posesión.
A soltar al hombre de las amarras que lo tienen atado.
A desenredarlo de la red que lo enmaraña.
A soltarlo de la cultura humana que lo aliena y lo vuelve interesado en sí mismo.
A liberarlo en lo más profundo de su ser: ¡Cállate y sal de él! (Vs.25) Y salió (Vs.26)
Conclusión:
Que en este día de Santa Cena, de Comunión con el Pan seriamente nos preguntemos:
¿Estoy liberado o hay en mí algún “espíritu” que me posee?
Porque aún en nuestros círculos cristianos nos “mordemos”
Y alguno me preguntará: Pero Pr. Flores, ¿Podemos como cristianos estar poseídos por demonios?
No de demonios, pero Sí de “una cultura individualista” que nos atraviesa y de la cuál debemos ser libres, si es que vamos a soltar a los “poseídos” que nos rodean.
Que el Señor en esta mañana de Santa Cena nos libere de lo que nos detiene, aliena y paraliza.
Que arranque de nosotros toda “cultura humanista e individualista” que nos corroe.
Que nos limpie de lo que nos hace mediocres, egoístas.
Y que lo haga “hoy” en Su “Sabbat”, el día santo del Señor.
Porque hoy amados es nuestro Sabbat . Porque al reunirnos como Comunidad el día común se transforma en el día santo del Señor.
Conclusión:
Jesús triunfó definitivamente sobre el mal en la Resurrección.
Pero continúa su lucha en nosotros en la medida en que se lo permitimos.
En la medida que no pactemos con el mal. En la medida en que con humildad le pidamos que nos limpie de toda “cultura impía” que nos poseyó.
Por eso en esta mañana de Santa Cena celebremos Su victoria, participemos de ella y enrolémonos en Su lucha.
Ofrezcamos al Señor “el espacio” de nuestras vidas y de nuestra Comunidad para que El “se imponga al mal” que anida y vive en nosotros.
Y una vez libres, vayamos a los “encarcelados” que viven a nuestro alrededor.
Comenzamos una nueva semana hoy. Que sea con toda la bendición. Con todo el “servicio” que podamos dar. Con toda la salud que necesitemos. Con toda la alegría que nos corresponde como Hijos de Dios. Y con toda la Paz que El nos ha dejado. Que el Señor te sorprenda y nos sorprenda grandemente. Amén.
Predicado Domingo 06 Junio/10 CCNV Comunidad N. Vida. 11 hs.

sábado, 5 de junio de 2010

Podemos estar poseidos sin saberlo por una cultura anticristiana siendo cristianos

MARCOS 1:21-28

Jesús hace una lectura teológica del caso que tiene enfrente.

Está frente a un hombre que “No es quien es”. Un hombre desintegrado. Ocupado “abusivamente por otro”. Totalmente alienado.

¿puede un cristiano estar poseído por demonios? No de demonios, pero sí de “una cultura individualista” que nos atraviesa y de la cuál debemos ser libres, si es que vamos a soltar a los “poseídos” que nos rodean.

Mensaje que predicaré en su totalidad este Domingo 06 de Junio a las 11 Hs de la mañana, en Comunidad Cristiana Nueva Vida. Av. Gaona 2918 Capital Federal.
Los espero a todos.
Rev. Raúl Flores

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro