sábado, 31 de marzo de 2012

DOMINGO DE RAMOS...

Marcos 11:1-11

Este domingo de Ramos queremos reflexionar y preguntarnos: ¿Qué hizo Jesús por nosotros y qué hacemos nosotros por El?. El vino para ser Camino, Verdad y Vida. Sin embargo, nosotros, a menudo, caminamos por nuestros caminos, nos creamos nuestras verdades y no dejamos que El dé sentido a nuestra vida. No nos atrevemos a afrontar la realidad de nuestra vida. Buscamos caminos fáciles, huimos…. Dice la Escritura que: Vino para darnos la vida y la salvación, como la vid da la vida a los pámpanos (sarmientos) (Jn 15: 1-6).
Fue el Mesías prometido por Dios a su pueblo. Pero fue también el "Siervo de Jehová" que soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores. Jesús terminó clavado en la cruz construida con la madera de un frío árbol, fue asesinado por su infinito Amor a nosotros y por su obediencia a la voluntad del Padre. El canto del Siervo de Jehová es desgarrador: "maltratado voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como un cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca". La cruz es símbolo de adhesión, de confianza, de amor. Y, sin embargo, cuando somos incoherentes, egoistas, cómodos, mediocres, incrédulos, lo matamos en nuestro corazón....lo entregamos como Judas por unas pocas monedas. Nosotros también muchas veces -sin quererlo- decimos: ¡crucifícale!
Es que en realidad Jesús nos sigue esperando. Unos brazos abiertos para abrazarnos a todos... Unos ojos cerrados con el deseo de no volver a ver nuestras maldades... Una cabeza inclinada hacia delante para escucharnos siempre.... Unos pies clavados esperandonos siempre... Un costado abierto, estrecho... porque sólo pueden llegar a Su corazón los que se hacen pequeños.
Y es que Jesús nos sigue invitando. "El que quiera venir a mí, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga" (Mc 8:34). Nos sigue invitando a que nos olvidemos de nosotros mismos y nos centremos en hacer felices a los demás, en que caminemos por sus caminos y no por los nuestros, en dejar que se cumpla su plan en nosotros.
Sólo respondiendo a la llamada que nos hace a cada uno de nosotros descubriremos el verdadero sentido de la muerte de Cristo e iremos preparando el camino para que el Señor resucite en nuestro corazón hasta poder descubrir que la Resurrección convierte el árbol muerto de la Cruz en símbolo de vida para siempre.
Solo al final del Evangelio Marcos desvela el misterio de la identidad de Jesús, cuando el centurión que estaba junto a la cruz exclama: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”. En la muerte de Jesús en la Cruz se nos muestra su fidelidad insobornable a Dios Padre. En la Cruz contemplamos al testigo del amor y la misericordia de Dios. El crucificado es el que ha de guiar nuestros pasos.
Conclusión:
Optemos en esta Semana Pascual que iniciamos hoy por la Cruz de la vida. Optemos por ser sarmientos de la vid verdadera. Optemos por ser menos seculares y más espirituales. Cambiemos espada por tohalla y lebrillo. Olvidémonos de nosotros mismos. Carguemos con nuestras pequeñas cruces....y sigamos su camino que es la mejor elección que podemos hacer.
Feliz domingo de Ramos para todos.
Oremos.
Mensaje a predicar por el Pastor Raúl Flores en Domingo de Ramos. Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Marzo 2012

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