sábado, 16 de junio de 2012

MENSAJE PARA EL DIA DEL PADRE 2012


Juan 20: 1-9

"Ha resucitado"

Propósito específico:
El mejor homenaje que podemos hacerles a los padres en este día es hablar sobre la resurrección de Jesús y sus beneficios para nosotros y para los que nos rodean.

Mensaje:

Dice que el primer día de la semana, al amanecer de aquel día Cristo resucita. Magdalena, la que tanto amaba, será la primera en captar las señales. Y empiezan las carreras, nerviosas e ilusionantes. Corre Magdalena, corren Pedro y Juan, quieren encontrar pruebas de lo que les dicta el corazón. No tardarán en ver, en entender la Escritura y en creer.
Los primeros cristianos pasaban en vigilia toda esa noche esperando la resurrección de Jesús. Y al amanecer celebraban la victoria de la resurrección sobre la muerte.
Dice que fueron las mujeres las primeras en llegar al sepulcro. Juan nos habla sólo de María de Magdala. Según nos dice Lucas, los discípulos no creen el anuncio de la resurrección de Jesús, que les relatan las mujeres, Juan sólo insinúa y, junto a Pedro, menciona al otro discípulo. Interesante es notar que el Señor Jesús se aparece primero a personas subestimadas (eran las mujeres). Quizás por esa condición de ser mujeres, no le creen.

Primera enseñanza: Hermosa la actitud de Jesús: Anuncia la resurrección a personas marcadas por la marginación.
¿Y nosotros? ¿Qué actitud tenemos con los excluídos e incomprendidos que nos rodean? ¿Los relegamos, discriminamos, los apartamos?  ¿Qué diferencia con Jesús no? quien admite, acoje y aprecia...  "Si tu juzgas a la gente no tienes tiempo de amarla" dice Teresa de Calcuta. En este día del padre que celebramos vivamos y enseñemos esto...
Sean Connery llegó a decir:  "Mi mejor norma social es tratar a todo el mundo igual que quisiera que me traten a mí."  Y alguien dijo alguna vez con mucha razón:  "La risa cura, es la obra social más barata y efectiva del mundo."  ¿Interesante no?

El mensaje es este: Como sociedad y como cristianos aprendamos de Jesús a valorar, amar y servir a las personas tal y como ellas son.

Pero hay más en nuestro texto bíblico: Dice que Pedro y el otro discípulo corren para verificar lo que les ha contado María Magdalena. Dice que el otro discípulo, más joven, corre más que Pedro, y llega primero al sepulcro, pero no entra y espera a que Pedro pase antes. Después entra él: "Vio y creyó", nos dice Juan. Encuentra el sepulcro vacío pero lleno de la presencia del Señor Jesús que venció a la muerte y nos trae "La vida". ¡Qué lindo!

Segunda enseñanza: Terminada la misión de Jesús, empieza la nuestra: "Como el Padre me ha enviado, así también os envío Yo". ¿A qué nos envía Jesús? A ser anunciadores de su resurrección... a vivir la resurrección... Nuestra familia y sociedad necesita recuperar los valores del amor, la verdad y la justicia. El problema del hombre está en su corazón. Nunca olvidemos que el hombre cambia cuando cambia el corazón.

¿Que valores deberíamos entonces hacer resucitar en nosotros? .

1.- La alegría:
La alegría es uno de los valores que necesitamos resucitar en el seno de nuestra familia, comunidad e Iglesia. El mensaje es: Ayudémonos unos a otros en las necesidades y en los obstáculos y dificultades que se nos presenten así como también en el compartir  logros y éxitos.  ¡Que haya ese espíritu en nosotros!
Dicho de otro modo: Dejemos el egoísmo de lado y busquemos el bien y el compartir con los demás.
Y Cuidado  con el egoísmo porque cuando nos centramos en nuestras preocupaciones y no nos disponemos  a ayudar a los que nos rodean somos egoístas. Y el egoísta no tiene alegría. Es en el darse a los demás donde obtenemos el gozo.
Y nunca olvidemos que el gozo no depende de las circunstancias, ni de las facilidades que se nos presenten en  la vida ni tampoco en tener posesiones.
Este valor tiene su fundamento en lo profundo, es decir, en un corazón tratado por Dios que da como resultado una vida equilibrada. Coherencia entre lo que pensamos y hacemos.

2.- Generosidad:
Es actuar en favor de otros desinteresadamente y con alegría. Dar cosas, prestar, dar tiempo para escuchar y atender, saludar, perdonar.
Es la persona que se esfuerza por hacer la vida agradable a los demás.

3.- Respeto:
Y respeto no solo a la persona, pero también a sus opiniones y sentimientos. Respeto  a su privacidad,  a sus decisiones. Y es en la familia donde el niño aprende como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados. ¡¡¡Qué necesario se hace poder resucitar este valor!!!

4.- Justicia:
Justicia consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Es alguien que se esfuerza constantemente por respetar los derechos de los demás y le da a cada uno lo que debe...Tiene la virtud de la justicia. ¿Seremos así nosotros?

5.- Responsabilidad:
Supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno sino ante los demás. Para  ser responsable hay que ser consciente de los deberes y obligaciones.
El desarrollo de la responsabilidad (por ejemplo en los hijos) es parte del proceso educativo que los padres debemos dar, con vistas a la participación en la vida familiar primero, y a la vida en sociedad después, de una manera responsable y autónoma.

6.- Lealtad:
Ella surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen. Y este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, y madura y se fortalece con el tiempo. La lealtad se ve cuando uno apoya, defiende y ayuda "al otro" en medio de su dificultad. ¡¡¡Cuánto necesitamos resucitar este valor en nuestros círculos cristianos!!!
Por otro lado; ser leal no significa aprobar una conducta errónea, sino respetar y cuidar el buen nombre tratando de ser sinceros y ayudando a superar las dificultades. Ser leal a la familia, la sociedad, la patria, la Iglesia...  Es nuestro desafío.

7.- Autoestima:
La autoestima es uno de los valores fundamentales para el ser humano maduro, equilibrado y sano.
Autoestima es la visión profunda que uno tiene de sí mismo. Influye de modo decisivo en las elecciones y en la toma de decisiones, en consecuencia conforma el tipo de vida, las actividades y los valores que elegimos.
Y es desde la niñez que vamos construyendo el concepto de nosotros mismos de acuerdo a los mensajes que recibimos de nuestros padres, hermanos, familia, amigos y maestros. Es la suma de la autoconfianza, el sentimiento de nuestra valía personal y de nuestra capacidad.
La autoestima se basa en la variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida, pero principalmente a lo largo de nuestra infancia y adolescencia.
Si queremos construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como padres hagamos sentir a nuestros hijos que son dignos de ser queridos con un amor incondicional, es decir, no condicionado a su comportamiento, calificaciones o actitudes.
Elevar la autoestima de nuestros hijos y de nuestro prójimo es de vital importancia, ya que contribuimos a que desarrolle la convicción de que se es estimado y valorado. Que es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es merecedor de la felicidad.

Así, con la ayuda del Señor Resucitado y la presencia gloriosa del Espíritu Santo, seremos para todos los hermanos prenda de resurrección, es decir:
1.- Fuente de alegría, porque el Señor como con María, está también con nosotros.
2.- Experiencia de paz, que nace de nuestra comunión con Dios y de sentirnos hermanados con el mundo entero.
3.- Oferta de perdón de los pecados y "nueva vida" que no es otra cosa que el hombre nuevo que se abre camino para salir de la culpa y de la marginación de Dios  y de sus semejantes y entra así en el amor de un Dios lleno de misericordia, perdón y vida abundante.
El mensaje es este: Vivamos e invitemos a todos a vivir la resurrección, es decir el "nuevo hombre"  el cuál Dios mismo nos ofrece gratuitamente.

Solo así podremos construir una sociedad mas justa y felíz y una Iglesia más comprometida y eficáz.

Conclusión:

Queridos papás: Vivamos primeramente nosotros como resucitados. ¡¡¡ Jesús resucitó en nuestros corazones!!! Anunciar y hacer esto en la vida es nuestra responsabilidad. De nuestro testimonio depende la irrupción de un mundo nuevo, que nos viene de Dios y del que todos los hombres tenemos derecho de experimentar. Tarea maravilllosa la que se nos encomienda. Adelante y ¡¡¡Felíz día para todos!!!
Oremos.
Mensaje para el día del padre. Pr. Raúl Flores. Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires. Domingo 17 de Junio de 2012

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