domingo, 31 de octubre de 2010

TIEMPO DE ECHAR LAS REDES...

TEXTO: Lucas 5:1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar adentro, y echad las redes para pescar". Simón contestó: "Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes". Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mi, Señor, que soy un pecador". Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres".
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.


INTRODUCCIÓN:


Se cuenta que el inventor del lápiz, antes de meterlo en la caja y enviarlo al mundo le dijo: "Cinco cosas tenés que saber y recordar siempre si querés ser el mejor lápiz del mundo".

1. Podrás hacer grandes cosas, pero sólo si permitís que alguien te use.

2. Experimentarás dolor cuando te saquen punta, pero es necesario si querés ser el mejor lápiz del mundo.

3. Corregirás todas las faltas que cometas.

4. Tu parte más importante está siempre dentro tuyo.

5. Dejarás tu huella sobre toda superficie sobre la que seas usado.
Y a pesar de todo, sigue escribiendo”.

El lápiz lo entendió y prometió recordarlo siempre y después entró en la caja con ese propósito en su corazón.


Reflexionemos si estuviéramos nosotros en lugar de ese lápiz.

1. Podemos hacer grandes cosas, pero sólo si dejamos que el Señor y los demás nos “usen” y, a veces, “abusen”.

2. Sentiremos dolor cuando los problemas de la vida y las dificultades de todo tipo nos “saquen punta”. Lo cual es necesario para crecer y fortalecerte.

3. Corrijamos todos los errores que cometamos.

4. Tu parte más importante está dentro tuyo.

5. Dejá una huella hermosa por donde escribas y pases.


Después de ser rechazado por sus compatriotas de Nazaret, Jesús comienza la aventura de “coleccionar lápices”, hombres sencillos, pecadores, y dispuestos a dejarse afilar, usar y dejar impresa la huella de Jesús en el mundo.
Pedro, Santiago y Juan son los “primeros lápices” de esta colección de Jesús.

Ahora bien… cabe que nos preguntemos: Si Jesús, el hijo de Dios, lo puede todo ¿para qué necesita colaboradores Pastor?
Si Jesús, la Palabra de Dios, lo transforma todo ¿para qué necesita hombres rudos y pecadores?
Si Jesús con su muerte y resurrección lo redime todo, salva a todos, ¿para qué nos necesita a nosotros?
Es que la historia de la salvación iniciada por Dios Padre, consumada por Jesucristo y piloteada por el Espíritu Santo es también nuestra historia.
Dios para nosotros, Dios con nosotros.

En esta barca de Pedro que, a veces “no pesca nada”, y otras muchas “se hunde”, todos somos llamados a “echar las redes” para hacer la pesca milagrosa de Jesús.

Hoy, los protagonistas somos nosotros. Hoy, la pesca del día somos nosotros. Hoy, la barca a la que sube el Señor es la barca de Comunidad Nueva Vida. Y nos invita a echar las redes.

Tal vez hemos trabajado mucho, pero “nos faltó” Su Espíritu, Su presencia.
Hemos trabajado mucho pero “para nosotros” y no para Él.
Hemos trabajado mucho “desde la fuerza de la carne y no desde el poder del Espíritu.
Hemos trabajado mucho “desde nuestra sabiduría”, y no desde la sabiduría de Dios… y “hemos pescado poco”.

¿Te digo algo? Nosotros somos la nueva colección de lápices de Jesús. Él cuenta contigo, con todos nosotros. Aleluya!!! . Cuántos dicen “Heme aquí Señor”

Así como el lápiz deja una obra maestra en manos de un buen dibujante, así también nosotros seremos eficaces en la medida en que Jesús nos afile y nos use con Su poder.

La historia de Isaías, de Pablo y de Pedro son fantásticas. Ellos respondieron a Dios y fueron “lápices eficaces” en Sus manos, dieron gloria a Dios y son parte de esta historia de salvación de Dios con nosotros.

Pero aquí, aunque parezca exagerado amados, no venimos a hablar de ellos, sino a hablar de nosotros.
¿Por qué Pr Flores? Porque el mismo Jesús que llamó a Pedro, Santiago y Juan, nos llama a todos nosotros.

Jesús está hoy en la barca de Comunidad Nueva Vida, no tiene otra, y nos ve cansados y con las redes vacías y nos invita a echarlas otra vez.
Y nos da una red nueva: la Palabra, la oración, la valentía, y nos invita a seguir invitando a los hombres.

CONCLUSIÓN:
Lo nuestro no es llamar a Dios. Lo nuestro es responder a Dios. Responder es dejar las viejas redes y seguir a Jesús.
Eres apóstol, enviado por Dios.
Eres testigo, expresa y vive la alegría de ser hijo.
Eres profeta, habla de tu fe.
Eres mensajero, ayuda a entender.
Eres discípulo, llama como llamó Jesús.
Al llegar a casa toma un papel y lápiz y haz un recuento de las llamadas de Dios y también de tus respuestas.

OREMOS:

Rev. Raúl Flores
Mensaje predicado en Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires.

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Julio 2007. Río de Janeiro