domingo, 14 de noviembre de 2010

¿QUE VALOR LE DAS A TU TALENTO?

Hoy vamos a hablar de talentos. De cómo utilizamos aquello que hemos recibido de Dios…

Mateo 25:14-30

“En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno; a cada cual según su capacidad. Luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: -Señor, cinco talentos me dejaste, mira, he ganado otros cinco.
Su señor le dijo; -Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor, como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante, pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: -Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
Su señor le dijo: Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: -Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.
El señor le respondió:- Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco para que al volver yo pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”.

Cuerpo del Mensaje:

Esta parábola de Jesús, llamada “de los talentos”, suena a juicio, a premio y castigo, a escándalo, a regreso del dueño.

De los dos primeros empleados nos dice el evangelio que fueron "fieles en las cosas pequeñas en la ausencia de su Señor" y el dueño les confió responsabilidades mayores y los asoció a su gozo.

Amada Iglesia Comunidad Nueva Vida: Es tiempo de volvernos fieles y confiables.

Ahora bien: ¿Cuáles eran esas pequeñas cosas Pr. Flores? Sus posesiones, su hacienda, su dinero, las cosas materiales.

Dice que fueron fieles, arriesgados y multiplicaron el capital del dueño y fueron felicitados y recompensados.

¿Seremos nosotros de esa forma?
¿Nos podrá felicitar el Señor por ser fieles en las cosas pequeñas?

Todos nosotros sabemos que la sociedad sólo premia a “los mejores”, a “los triunfadores”

Premia con el Nobel, con un VIP, con el guante de oro, con medallas, el futbolista del año, el empresario del año...
Y si somos un poco instruidos en la Palabra nos daremos cuenta que todos nosotros hemos nacidos en Cristo para ser VIP´s.

Por lo tanto somos llamados a dar según nuestras habilidades, según lo que “hemos recibido”.
No se trata de mucho o poco. No es la cantidad, sino según nuestra habilidad.

¿Cuántos en Comunidad Nueva Vida quieren hacer una “buena mayordomía de sus vidas”? Entonces tendremos que cambiar el hábito de "retener y ser acaparadores”.

Ahora, que nos quede en claro una cosa amados: Nadie nos pide que seamos héroes. Se nos pide que seamos “fieles en las cosas pequeñas”.

¿Tenés inteligencia? Usala. ¿Tenés fuerza? Usala.
¿Tenés una familia? Querela. ¿Tenés un trabajo? Cumplí con él.
¿Tenés hijos? Educalos. ¿Tenés fe? Celebrala.
¿Tenés una iglesia? Concurrí siempre.

Dios nos ha dejado “la tierra” ( El barrio donde vivimos, el lugar donde trabajamos, la familia que constituimos, el país que habitamos, el colegio donde estudiamos) , para que la recreemos, la hagamos más habitable, más humana, para que cuando El venga la encuentre más rica, más en orden, más en paz.

El que corre un gran riesgo es Dios y sin embargo se fía de nosotros y “nos confía el mundo”.
Pero también entendamos que nos pedirá cuentas de lo que hemos hecho con los talentos que nos ha dado.
Y premiará a los que los han usado bien.

Por último en esta parábola de Jesús hay “un tercer empleado”: Fue el que cavó un hoyo y escondió el talento.
¿Se fijaron en la lluvia de críticas que recibió?
El mayor reproche de todo el Evangelio es para él.
¡Que el Señor nos libere de “ese espíritu” amados…!

¿Cuál es entonces al enseñanza Pr. Flores? El Señor nos da a cada uno “nuestro talento”, “nuestra vida”, como “don”, como regalo, no para “recuperarlo” cuando El venga sino para “entregarlo y ponerlo al servicio de los hermanos”.
Nosotros somos “los de un solo talento”.
"El que pierda su vida la ganará; el que ahorra su vida la perderá".

No enterrar. Sí atreverse. Sí actuar. Sí celebrar.

Cabe preguntarnos: ¿Cuándo vendrá el Señor a pedirnos cuentas?
Siempre tengo que estar preparado para dar cuenta de mi administración.

Nunca olvidemos amados que la obra que Dios quiere que hagamos depende de “nuestro único talento”.

A la iglesia venimos a enterrar “las palas”, no el talento de Dios.

Conclusión:

Tiremos en esta mañana “las palas y dejemos que crezca y sea útil nuestro “pequeño talento”.

No nos contentemos con ser “buenas personas”. Hay mucha gente buena por ahí.
A nosotros se nos pide ser más que buenos… ser mejores… ser santos.

Oremos:

Rev. Raúl Flores
Mensaje predicado en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires.
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