sábado, 21 de mayo de 2011

LA RELIGION DE MARTA Y LA ESPIRITUALIDAD DE MARIA

Lucas 10:38-42

“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer llamada Marte le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir solar? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”

Propósito específico:

Hoy es día para hablar de espiritualidad. Necesitamos crecer por dentro. Pablo habló del “hombre nuevo” y de la “mente espiritual”. Aspiramos a ser luz. La vida espiritual es para aquellos que se disponen a abandonarse en los brazos de Jesús y que Él los forme a su imagen. Nuestro esfuerzo deberá estar puesto en lograr ese objetivo si es que queremos estar bien con Dios, con nosotros mismos y con los demás.
La religiosidad no es mala pero sólo la espiritualidad nos hace felices.

Sermón:

Son interesantes los contrastes entre Marta y María entre lo secundario (Marta) y lo importante (María) a la hora de buscar espiritualidad.
¿Tarea o quietud? ¿Acción o contemplación? ¿Trabajo o descanso?; ¿Lo terrenal o lo celestial, ¿Lo humano o lo divino? Ambas cosas pero María –según Jesús- eligió la mejor parte.

Es que nuestra espiritualidad comienza, se desarrolla y termina en un solo lugar: A los pies de Jesús.

Alguien alguna vez dijo con mucha razón que: “La vida espiritual es como una gran tela de araña con muchos hilos y cada hilo es necesario e importante”.

Ilustración:
Hay una historia interesante que leí sobre un padre muy cansado después de un día de trabajo agobiador, y sus hijos inoportunos que procuraban sus mimos y llamar su atención. Uno le pide que le ayude con las tareas del colegio, el otro le pide oración por un dedo lastimado, el siguiente le pide dinero porque se le había antojado tomarse un helado. Finalmente –cuenta la historia- el más pequeño entra corriendo directo a sus brazos. Éste cansado y pensando en un petitorio más, le pregunta: "¿Y vos Juan, que es lo que querés?" "Papá –dijo el niño- yo no quiero nada, sólo deseo estar en tus brazos".

Y este pasaje de Lucas 10:38 me gusta mucho porque nos recuerda que todo en la vida es “secundario” pero cuando estamos con Jesús, “Él es lo más importante” y sólo “una cosa es necesaria”, estar a Sus pies.
El éxito o fracaso está en la decisión que tomemos. Lo de Marta era secundario, lo de María era prioritario.

Si el Señor nos preguntara: "¿Qué necesitan?".
No les parece que quedaría demasiado sorprendido si nuestra respuesta fuera como la del pequeño niño de nuestra historia?: "Señor no queremos nada que no sea estar en tus brazos. Disfrutar tu compañía. Estar a tu lado y crecer a tu imagen".

Y es lo que estamos haciendo cada domingo cuando nos congregamos en Nueva Vida, toda vez que leemos la Palabra, cuando oramos, y cuando practicamos la caridad ; vivimos la lección del "Una sola cosa nos era necesaria hacer". Cualquiera de nosotros que elige así, elige la mejor parte que es la “espiritualidad de María”. Y esa es mi visión para la Iglesia Evangélica en Argentina.

Pero no solo cuando nos Congregamos, sino también cuando nos interesamos por visitar un anciano, cuando nos disponemos a ayudar en medio de una necesidad, cuando nos preocupamos por proveer ante una carencia, cuando nos despojamos de algún bien material para auxilio de alguien, cuando nos brindamos afectivamente ante la angustia de un amigo o desconocido, cuando nos comprometemos a hacer feliz y llevar esperanza a cuanta gente nos rodee.
Lo que estamos haciendo en realidad es “escoger la mejor parte” porque para Jesús era una cosa “muy necesaria de hacer” y eso es espiritualizarse.

Yo aprendí una cosa amados: La gente que desprecia lo espiritual vive insatisfecha, en desunión interior, en lo temporal, cerrado a la trascendencia y todo en él es vacío, hueco, sin brillo, viviendo una dimensión estrecha de vida. ¿Habremos estado viviendo así sin darnos cuenta? ¿Habremos caminado en los senderos de Marta y nos privamos de disfrutar los caminos de María?

Interesante lo que dice el Vs 40. Dice que Marta critica a María e incluso se queja porque Jesús no le decía nada. Y acá hay otra buena enseñanza: A la vida banal, religiosa, difícilmente se la critique pero a quien le gusta lo espiritual siempre estará expuesto a la crítica, la burla y la incomprensión de muchos.

Y es muy profundo lo que le contesta Jesús Vs42: "Marta, una sola cosa es necesaria".
Lo que Jesús está tratando de hacerle entender a Marta -y que ésta no lograba captar- es que lo que Jesús tenía era “hambre de amor” (lo interior) y no de la “espectacular cena” (lo exterior y visible) que le estaba preparando. Para eso sin duda habría otra ocasión.

Y es triste decirlo amados pero muchos evangélicos estamos padeciendo el síndrome de Marta. Hemos edificado por años "para la tribuna", hemos trabajado "para la foto" Que miren que Ministerio, que miren de quienes somos amigos, que observen con quienes nos relacionamos, que vean nuestros logros... ¡¡¡Qué el Señor nos ayude!!!

Es que si no somos alimentados con “el plato del amor”(edificar el interior) nunca seremos plenos y felices y tampoco haremos felices a los demás, y seremos de "tropiezo" para muchos (De hecho ya lo somos).

Jesús vino a ofrecernos Su amor y la Buena Noticia de la salvación que no es otra cosa que andar en luz, y Marta ¿qué hacía? “afanada en la cocina” sin entender el Evangelio. ¿Triste no?

Ahora lo interesante aquí es que Jesús no recrimina a Marta el no haberlo atendido, lo que dijo es que María le había dado, “el mejor regalo”.
Dios nos llama a amarle y a servirle. Las dos cosas van juntas Ahora nuestro amor se expresa en la oración, en el congregarnos, al abrirnos a la necesidad de los demás. A comprometernos con nuestro prójimo. A militar con la “caridad” a cuestas todos los días y en cualquier lugar.

¿Qué nos pidió Jesús? ¿Qué trabajáramos siempre? NO, sino qué “oráramos siempre” que es lo mismo que decir permanecer elevados, ligados al Espíritu Santo para que él nos use cuando sea necesario y en el lugar que fuere.

Me gusta aquel pasaje cuando Jesús dijo: "Vengan a mi todos los que estén cansados y cargados que yo los haré descansar".

No estamos en el camino del Señor, para cumplir una pesada obligación sino para descansar en la presencia del Señor. Es allí donde empezamos a adquirir las formas del “hombre nuevo”

Claro que necesitamos muchas cosas –Seminarios, discipulados, buenos líderes que nos guíen, pero una sola cosa es absolutamente necesaria: conocer, amar y servir a nuestro Señor. Eso es lo que desarrolla nuestro interior. Lo otro es aleatorio.

Conclusión:

Hay un tiempo para trabajar y un tiempo para orar. Un tiempo para olvidar y un tiempo para recordar. Hay días laborables y domingos.
Hoy es el tiempo de buscar como María la “mejor parte” Hoy – 2011- es el tiempo de convertir nuestra mente y corazón. Espiritualizar nuestro interior. Hacer crecer el “hombre nuevo” que llevamos dentro.
Y hoy es el día en que cada uno de nosotros los Evangélicos debemos darle un nuevo hospedaje al Espíritu Santo y escuchar a Jesucristo todo lo que nos tiene que decir para luego hacer y enseñar.

Oremos:

Este mensaje se predicará mañana domingo 22 de Mayo 2011 en Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires, Culto 11hs. Los esperamos.

1 comentario:

camuscari dijo...

GLORIA A DIOS!!!ALABADO SEA PORQUE SE TOMA TANTO TIEMPO CON NOSOTROS HASTA QUE NOS HACE ENTENDER QUE ES LO ESENCIAL PARA EL. AMARLO CON TODO NUESTRO CORAZON Y COMO CONSECUENCIA SERVIR AL QUE DIO SU VIDA POR NOSOTROS Y AHI ES DONDE APRENDEMOS A ESTAR QUIETOS ABRAZADOS A EL O HACIENDO LO QUE NOS ENVIA A HACER.BENDICIONES PASTOR, FUERZA Y ADELANTE EL SEÑOR LO AMA Y NOSOTROS TAMBIEN.CARLITOS Y ALICIA MUSCARI

Cruzada de renovacion y avivamiento

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Julio 2007. Río de Janeiro