domingo, 5 de diciembre de 2010

LA GRAN OPERA....

Propósito específico:

Hoy vamos a hablar de continuidad. Somos continuadores de la obra de salvación en Cristo Jesús. La obra de salvación quedó terminada pero su proclamación debe continuar en nuestra generación y en las venideras si es que el Señor no viene antes. Y para eso necesitamos saber qué lugar ocupamos en el plan de Dios… Somos Sus continuadores.

MATEO 9:36- 10:8



Introducción:
Puccini es uno de los más grandes compositores de Opera. Compuso la Boheme, Madame Butterfly…
Enfermo de cáncer, decidió dedicar sus últimos años a escribir su última Ópera: Turandot.
Sus amigos y alumnos le decían: “Estás enfermo, tomalo con calma… cuidate”.
Él les decía, “Voy a trabajar todo lo que pueda hasta completar mi obra, y si no la termino a ustedes les encargo completarla”.
Puccini murió sin completar su obra. Sus alumnos tenían dos opciones: a) llorar la muerte de su maestro y olvidar su obra y b) terminar la obra del maestro.
Los alumnos optaron por ponerse a trabajar y completar la obra de su maestro.
Y en 1926 bajo la dirección de Toscanini se estrenó la Ópera.
Dice que cuando llegó al final de la Ópera escrita por Puccini la orquesta dejó de tocar y el director dijo: “Aquí termina la obra del maestro”. Y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Luego levantó la cabeza, sonrió y dijo: “Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos”.

Cuerpo del Sermón:

Jesús es nuestro maestro. Él comenzó a predicar “la gran Ópera” del amor, la reconciliación y la esperanza de Dios.

Jesús vino a demostrar que el amor no es un sentimiento sino “una decisión, una elección” que no necesita la respuesta de la persona amada.

La Biblia dice que: “Cristo murió por nosotros cuando éramos pecadores”.
Significa que: No esperó a nuestra conversión, a nuestra respuesta, a cambiarnos el corazón. Empezó a amarnos desde siempre.

“Me decía un conocido mío que un día se había levantado a las cuatro de la mañana para contemplar la salida del sol con su esposa y ésta lo rechazó.
El sol salió pero ellos no se entendieron”.

El sol sale todos los días aunque no nos levantemos a ver la maravilla de ver nacer el día.

El amor de Jesucristo es igual amados. Siempre está ahí haciendo nuevo el día “pero nosotros somos esposos despechados que no le hacemos caso porque las cosas no nos van bien, porque los hombres son malos, porque el mundo no cambia, porque los creyentes son pecadores”.

Que estas cosas, hermanos, no nos oculten la realidad, la verdad del amor de Jesucristo, Su sanidad, Su poder, Su toque liberador. Desde siempre y para siempre Él está esperándole. De hecho esta mañana está aquí para transformar tu dura realidad, si es que le abres el corazón y lo dejas actuar.

El evangelio de Mateo nos da la lista de los doce hombres que Jesús llamó para continuar esta obra de amor.
Doce hombres incultos, débiles, pecadores…

Pedro, el primero de la lista, el que le niega, el que se duerme…
Juan y Santiago, los avaros, los que quieren ser importantes…
Tomás, el que duda…
Mateo, el cobrador de impuestos, el que engaña a la gente y cobra de más…
Judas, el que lo entrega con un beso.
Una docena de hombres duros de corazón y más bien sucios.
Con estos hombres nació la iglesia.


Como los discípulos de Puccini, no se dedicaron a llorar la obra del maestro. Pero guiados por el Espíritu Santo decidieron continuar la obra comenzada por Jesús.

Y aquí estamos nosotros, hoy, un grupo de hombre y mujeres, una Comunidad guiada por el Espíritu; no somos ni mejores ni peores que aquellos doce hombres.

Y en esta mañana queremos añadir nuestros nombres a la lista de millones de creyentes decididos a continuar la Ópera del maestro: “Sentir compasión, amor por la gente que no tiene pastor”.
Dicho de otro modo: Poner manos a esta obra siempre inacabada.

Nosotros Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires, como los discípulos de Puccini tenemos una doble elección:
A. Llorar la muerte de Jesús, llorar nuestra falta de fe, llorar nuestros equívocos, llorar nuestra suerte, dejar que la cosecha se pierda, dejar que cada uno siga su camino sin dirección.
B. Completar la obra de amor de Cristo.

Es que en realidad cada domingo estamos diciendo: aquí termina la obra del maestro, esta es la Palabra del Señor, este Culto lleno del Espíritu Santo es el regalo de Jesús…

Termina el culto y salimos a la calle y continúa nuestro día. Pero tenemos que “ser testigos en la vida de cada día, en las calles de todos los días”.
Ayer fueron doce, hoy somos nosotros los que queremos completar esta sinfonía.

Jesús nos necesita a todos. Todos debiéramos sumar nuestro nombre a la lista de los doce.

El Señor nos envía a muchos lugares. Nunca vamos solos.

Conclusión:

Gratis recibimos la salvación, la liberación, el amor y el perdón, Gratis debemos llevarlo a la vida y compartirlo con algún necesitado de nuestro “metro cuadrado”.
“El miedo encarcela, la fe libera; el miedo paraliza, la fe vigoriza; el miedo acobarda, la fe se atreve; el miedo enferma, la fe sana; el miedo inutiliza, la fe sirve; el miedo siembra la desesperanza en el corazón mientras que la fe se regocija en su Dios”.

Oremos:


Rev. Raúl Flores
Mensaje Predicado Domingo 05 de Diciembre 2010 Culto de la mañana en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires.

No hay comentarios.:

Cruzada de renovacion y avivamiento

Cruzada de renovacion y avivamiento
Julio 2007. Río de Janeiro