viernes, 21 de enero de 2011

¿HEMOS RESPONDIDO AL LLAMADO?

Propósito específico:
Hoy vamos a hablar de actitudes. El Señor nos llama a la conversión, al cambio radical, a la vida de servicio al prójimo, El espera una respuesta positiva de nuestra parte… ¿Será que nos atreveremos?

Marcos 1:14-20

Introducción:

Se cuenta que durante la segunda guerra mundial un pueblito de Baviera fue destruido por las bombas. La iglesia también quedó reducida a escombros. Entre las ruinas, los vecinos encontraron una imagen de Jesús sin brazos ni piernas. Terminada la guerra reconstruyeron el pueblo y la iglesia. Dudaban entre reconstruir la imagen o dejarla tal como la encontraron.

Optaron por dejarla como la encontraron y le pusieron esta inscripción: "Ahora no tengo manos ni pies. A partir de hoy, ustedes serán mis brazos y mis pies para ayudar y curar este mundo roto."

Hay 4 consignas que a lo largo de la Palabra de Dios somos invitados a seguir:
1. Dejar hablar a Dios.
2. Escucharle a El.
3. Tener valor para cambiar.
4. Dejarse guiar por su Espíritu Santo.

Estoy convencido de que ninguno de nosotros podemos vivir con fuerza y pasión el legado de Jesús si no practicamos estas cuatro consignas.

A veces creemos ser más sabios que la Palabra y tenemos nuestros propios criterios, “nuestro almacén de sabiduría” y nos rebelamos contra el Señor.
Muchos creyentes no entienden por qué tienen que venir cada domingo a la Iglesia. Para ellos da lo mismo realizar cultos privados y o reuniones de células cualquier día de la semana que venir los domingos.
Y yo digo ojalá haya Palabra de Dios y cultos todos los días.
Alguien dijo una vez con razón: “Como un hombre nunca está hecho del todo, un cristiano nunca se acaba de hacer del todo”.
A decir verdad el cristiano no se gradúa. Nunca recibe el diploma de licenciado.

Pero la Palabra de Dios de hoy nos invita a ir más lejos: A dar un quinto paso. Esto es a RESPONDER.
Todos hemos sido llamados pero no todos hemos respondido.
Los Ninivitas respondieron. (Js 3:1;5:10)
Los Corintios respondieron al "tiempo es corto".
Y Jesús nos dice: "el plazo está cumplido. El Reino de Dios ha llegado".
Dicho de otro modo: El tiempo es ahora, ya.
Simón y Andrés, Santiago y Juan "inmediatamente dejaron las redes y siguieron a Jesús".
Dejaron familia, trabajo, amigos... y comenzaron a aprender un nuevo oficio: Servidores del Reino de Dios.
¿Fueron los primeros llamados por Jesús? Puede que sí, o puede que no.
Lo que sí llegaron a ser los primeros en responder y seguir al Señor.
Y cualquiera que lea los Evangelios leerá estos nombres que inspiran asombro, confianza, valor, fe, atrevimiento y riesgo, llamada y respuesta, vida y destino, vida y muerte entregadas al servicio de su único Señor.

Y nosotros estamos reunidos aquí en Comunidad Nueva Vida de Buenos Aires no sólo para decir: ¡Qué bendición el culto, qué unción maravillosa, qué grande es nuestro Señor! Sino más bien estamos aquí para “responder a la llamada de Jesús”.
En mi época de joven estaba de moda un concurso en televisión que hizo furor. Se titulaba: “Odol pregunta”
Y yo pensaba en aquellos días, “Esto sí que no es para mí. No estoy preparado para responder semejantes preguntas”.
Eso sí, me alegraba mucho con el nuevo millonario pero, me decía a mí mismo, “Jamás podré ser ganador de un certamen como este”.
Y en la vida cristiana, muchas veces, tenemos esa misma sensación. Pensamos en la “suerte” que tuvieron Andrés, Simón, Juan y Santiago.
Sí –es cierto- les tocó el millón pero el millón que “otros no quisieron”.
Muchos son los llamados, pocos los que responden.
Así fue en el tiempo de Jesús.
El evangelio nos cuenta la historia del joven rico que le dio la espalda. Y así es en nuestros días.
Muchos escuchan el mensaje.
Muchos admiran a Jesús.
Muchos leen los Evangelios.
Muchos van a la Iglesia.
Pero… Pocos le responden a Él. Pocos se ponen al servicio de Jesús. Muy pocos darían la vida por Él.
No olvidemos que la respuesta nace en un corazón limpio y libre y se da con gozo.
No olvidemos que la respuesta se da cada día, en el trabajo, en la familia...
Tampoco olvidemos que la respuesta es servicio humilde a los hermanos y a todos en general porque “somos prójimos de todos”.
Se cuenta de una mujer muy creyente y llena de amor al Señor. Solía ir a la iglesia siempre, y por el camino los niños y los mendigos se le acercaban, pero ella iba tan concentrada en el culto que iría a participar que ni siquiera los veía.
Un buen día, después que recorrió el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar el culto. Empujó la puerta pero ésta no se abrió. Volvió a empujar, con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave.
Afligida por no poder asistir al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué hacer, miró hacia arriba... y allí, frente a sus ojos, vio una nota clavada en la puerta que decía:"Estoy ahí afuera".

Conclusión: Recuerdo a Luis Alfredo un compositor cristiano uruguayo que en el año 1982 sacudió mi corazón con un tema de su autoría que decía así: “Baja a Dios de las nubes, llévalo a la fábrica donde trabajas; quita a Dios del retablo y grábalo dentro de tu corazón; Roba a Dios de los templos donde lo encerramos hace tantos años; déjalo libre en las plazas y llévalo también al mercado del pueblo; porque Dios no es un Dios muerto, y si piensas que está muerto… equivocado, equivocado, equivocado estas …”
“Ayer hablé con Él y lo noté un tanto triste, hoy hablé con Él y me dijo que está solo; porque hay muchos hombres, que hablan en su nombre, pero no le dejan hablar a Él…”

El nos espera… en cada hombre, mujer, niño, anciano que camina por nuestras calles...

Oremos:

Rev. Raúl Flores
Mensaje a predicar...

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