domingo, 17 de abril de 2011

¿PARA QUE FESTEJAMOS PASCUA?

Juan 2:13-25
“Estaba cerca la pascua de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y espació las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume. Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Más él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre”

Propósito específico
Hoy es domingo previo a la semana pascual. Jesús vivió un domingo así. El llegó al templo un día como hoy a festejar. Su reacción nos deja una gran enseñanza. La pascua tiene que servirnos para mejorar nuestra vida interior.

Introducción.

Ilustración: Una señora fue al médico y le presentó la lista de todas sus enfermedades. Después de examinarla el médico concluyó que era su “actitud negativa ante la vida”, iras, rencores, resentimientos, malos pensamientos… lo que hacía que estuviera enferma.
Dice que el médico le mostró una estantería llena de frascos y le dijo: "¿Ve esos frascos? Todos tienen formas distintas y todos están vacíos. Yo puedo tomarlos y llenarlos con veneno o con medicina. La decisión es mía”.

Moraleja:
Cada día que vivimos es como un frasco vacío. Podemos elegir llenarlo con actitudes positivas: amor, perdón, tolerancia, amabilidad, generosidad, servicio a Dios y a los hermanos…o con el veneno del odio, el rencor, la indiferencia, el pesimismo, la desesperanza, el descontento, el desencanto…

La elección es siempre nuestra.

Y el Señor nos ha regalado hoy este domingo previo a la semana pascual. Y nosotros que estamos aquí vinimos a llenarlo con “la medicina del amor de la fe y de la esperanza”. Vinimos a llenarlo de tolerancia y de buenos gestos hacia la gente. Vinimos a llenarlo con la Palabra de Dios, la oración y la alabanza. Esta ha sido nuestra elección.

Es tiempo de decir no al tentador como lo hizo Jesús. No queremos que sea el tentador el que llene nuestro frasco. No queremos que nuestros caprichos sean los que llenen n/frasco.

El domingo previo a la pascua es tiempo de subir a la montaña y dejarse transformar por el amor de Dios porque queremos cada día ser mejores personas, más amables, más tolerantes, más serviciales, más generosas, y menos ambiciosas, menos materialistas, menos egoístas, menos codiciosas.

Este domingo, es tiempo de purificación.

Jesús, según este texto de Juan 2, viajó a Jerusalén y fue al templo como tantos peregrinos en la fiesta de la Pascua. ¿Y qué vio? Algo como La Salada en un día de rebajas. "Vendedores de bueyes, ovejas, cambistas…"
Vio el templo convertido en un gran centro comercial. Jesús le llama "casa de mi Padre, casa de oración, casa del Reino de Dios".
Aquel día Jesús eligió la medicina de la purificación. Y devorado por el celo “llenó su frasco de valor” para limpiar la casa y convertirla en casa de oración.
¿Se imaginan el lío que se armó? Los jefes del templo llamaron a la policía y ésta rodeó el templo con sus carros y sus tanques. Lo que hizo Jesús aquel día era, en palabras nuestras, como un golpe de estado. En lenguaje bíblico era un gesto profético. La purificación del templo era una lección, una enseñanza sin palabras.
A partir de aquel momento el templo pertenecía al pasado, nacía un templo nuevo.

Con este gesto sorprendente, Jesús quiere enseñarnos tres cosas.

"Este es mi Hijo amado. A él oíd".
Jesús es el rostro encarnado de Dios, es el nuevo templo en el que Dios y su gloria habitan para siempre.
Ya no hay que subir al templo de Jerusalén, sólo hay que acercarse a Jesús para entrar en el nuevo templo y adorar en espíritu y en verdad. Todos los templos quedan abolidos. Sólo en Jesús está plenamente presente Dios. Y todos nosotros somos también templos por la presencia de su Espíritu en nosotros.

"Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días".
El cuerpo destruido de Jesús es el sacrificio nuevo, último y eterno con el que Dios nos demuestra su amor.
Todos los sacrificios de bueyes, ovejas y palomas quedan también abolidos. La muerte de Jesús es el sacrificio que inaugura la nueva alianza.
No más sacrificios. No más sangre de animales. No más negocios en la casa de Dios.
Sólo la sangre de Jesús. Sólo el templo de su cuerpo. Sólo el sacrificio de Jesús. Sólo la resurrección les hizo caer en la cuenta de que Dios había cancelado la vieja cuenta y empezaba un nuevo balance: el de la vida y el amor.

Conclusión:
Semana de la Pascua es tiempo de purificación. Nosotros somos templos del Espíritu, templos de Dios.
¿Haremos como Jesús un látigo con cuerdas en esta Semana Santa?
¿Echaremos, como Jesús, a todos los cambistas y vendedores de nuestro corazón?
¿Haremos de nuestro corazón una casa de oración o seguirá siendo un lugar de derrota, amarguras y pesimismo?
La elección es nuestra. Todos sabemos que el corazón es el centro de operaciones de nuestra vida.
Si en ese centro está el Señor y su Espíritu, llenaremos nuestro frasco de bendiciones, alabanzas y servicio a los hermanos. Y, algún día, como Jesús, sentiremos esa santa ira que nos hará hacer un látigo para destruir a nuestros enemigos interiores y exteriores.

Oremos:

Mensaje predicado Domingo 16 Abril 2011 en Comunidad Cristiana de Buenos Aires. Pr. Raúl Flores

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