sábado, 30 de abril de 2011

¿MIGAJAS EN NUESTRO PLATO CRISTIANO?

Mateo 15:21-28

“Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: NO soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: Señor, socórreme. Respondiendo él dijo: NO está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor, pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe, hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora”

Sermón:

A modo de introducción quiero mencionar dos historias casi paralelas: Del Pedro, ciego y náufrago en la tormenta, a la historia de la mujer cananea, invisible y marginada.
Del grito de Pedro: “Señor, sálvame” al grito de la mujer extranjera: “Señor, socórreme”.
De la respuesta de Jesús a Pedro: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? a la respuesta: “Mujer, grande es tu fe”.
De la tormenta donde va y salva al “Pedro náufrago” al lugar donde va y le dice a la Cananea: “Que tu deseo se cumpla”.

Y en medio nuestro también está Jesús que nos trae luz , esperanza, amor y salvación y nos invita a preguntarnos…
¿Cómo nos sentimos hoy? ¿Como Pedro o la Cananea?
¡Cómo hijos de Dios que sirven en amor a todos, como pueblo lleno de fe, esperanza y alegría, como cristianos comprometidos con los que menos tienen o como perritos que comen las migajas que caen de la mesa, como insasiables buscadores de bendiciones personales, como interesados promotores de nuestros propios ministerios, como ególatras insaciables carentes de humildad y misericordia, como "victimas" de la vida que van llorando sus penas dia a dia! ¿Seremos los Pedros necesitados y mediocres que llevan migajas en nuestros platos de fe, o los "Mujer Cananea" en busca de plenitud, amor y vida?

Dice nuestro texto de Mateo 15 que esta mujer no fue saludada, no le dieron aplausos de bienvenida. Dice que era gentil, extranjera, y como a un perro había que “despacharla” porque con sus ladridos “molestaba” a todos y Jesús tampoco le hizo mucho caso.
Pero me gusta mucho este texto porque pudo más la fe de esta mujer y su constante insistencia, que todos los rechazos.
Pudo más su perseverancia y atrevimiento que las críticas de los discípulos y la “frialdad” de Jesús.

Es que siempre va a poder más la fe que la duda, la insistencia que el cansancio. ¡Ojalá lo entendamos así todos!. ¿Amén?

Quiero dejar esta visión bien marcada en nuestra querida Comunidad Nueva Vida: Amados, en el corazón de Dios, en la Iglesia de Jesús cabemos todos.
Todos somos llamados a ser injertados en el Árbol de la vida, a pertenecer y a heredar el Reino. Todos somos ovejas perdidas de Israel”.

Que nos quede claro una cosa: La mujer cananea y su hija atormentada por un demonio son símbolo de “todos nosotros”.

Dice que ella se alimentaba con las migajas que caían de la mesa de sus amos. Sin embargo quería participar de la mesa como hija, quería sentirse amada por Jesús, quería gozar de la fiesta que Jesús traía. Y la fe y perseverancia abrieron las puertas del corazón de Jesús. ¿Querremos nosotros también como aquella Cananea abrirnos a la espiritualidad, habrirnos al amor, al perdón, a la generosidad para que Jesús nos abra "sus puertas"?

Y es triste decirlo amados pero muchos evangélicos hoy estamos “viviendo de las migajas de la Iglesia, y de la fe”: Ministerios Ego-céntricos, poco apego a la misión por los necesitados, Oraciones rutinarias, cultos humano céntricos no gozosos, servicios obligados, un amor aparente, una caridad en cuenta gotas, un egoísmo exagerado, una vida cristiana tibia, un recuerdo vago de nuestra consagración. “Migajas en nuestro plato cristiano”.

Y en esta mañana esta mujer cananea nos invita a imitarla. Dice que no se contentó con las migajas que caían de la mesa sino que quiso el Pan entero, el Amor entero, la Sanidad entera, la Vida entera, la pertenencia entera, la comunión entera. !Qué seamos cristianos a la manera de esta Cananea!

Preguntémonos entonces: ¿Por qué nos contentamos con tan poco cuando podemos tener todo?
¿Por qué considerarnos extranjeros cuando somos hijos?
¿Por qué nuestro corazón come de las migajas de los celos, de la envidia, de los temores, de la indiferencia, del rencor, del resentimiento, de la amargura, de la apariencia, del apego a lo temporal y no ser militantes activos por los derechos del hombre, militantes activos del amor, de las buenas obras, de la caridad, del respeto, de la alegria y de la fe?

Los discípulos aquel día hicieron de espantapájaros, lo cual solemos hacer muchas veces nosotros también.
Y a propósito: ¿Quién de nosotros ha visitado y dado apoyo a los aborígenes en la 9 de Julio estos días? !Qué el Señor nos ayude!

Amados, que nos quede claro: Nuestra responsabilidad no es de apartar a nadie que busca al Señor, sino acercarlos con amor, disposición y esfuerzo hasta la fuente de perdón y salvación que es Cristo Jesús y eso lo haremos desde nuestras buenas obras.

Hay un dato por demás de interesante: En Internet hay una lista de las personas más odiadas del mundo. Están Hitler, Ben Laden y muchos otros…
Personas como esas ¿No suscitan en nosotros emociones demasiado fuertes como para pensar en ofrecerles nuestro perdón? Sin embargo por Su amor derramado en nosotros las podemos perdonar.

Preguntémonos: ¿Guardamos todavía una lista de personas que nos han ofendido? Si la tenemos el reto del perdón es más grande, pero la exigencia de perdonar no por eso es menor.

¿Tendrá Jesús una lista? Claro que no tiene lista de personas que odie. La lista de Jesús es la del amor y servicio a todos, incluido vos y yo.

Conclusión:

Se cuenta de un anciano que, por las noches, caminaba las calles oscuras de la ciudad con una lámpara de aceite en su mano.
Una de esas noches un conocido viendo lo que hacía le preguntó: ¿Qué hacés siendo ciego con una lámpara en la mano?
A lo que éste le responde: “No llevo la lámpara para ver, las calles las conozco de memoria, la llevo para que otros al verme a mí encuentren el camino”…
¡Qué en esta mañana -como el ciego de la lámpara- iluminemos con el amor el camino a los demás!
El mensaje hoy es: Llevemos luz y no oscuridad. Llevemos compromiso y no indiferencia, llevemos alegría y no quejas, llevemos pan y no egoísmo, llevemos respeto y no atropellos, llevemos honra y no desprecio, llevemos bendición y no maldición.
Demos luz que es lo mismo que decir Amor, a todos, sin esperar nada a cambio.

Oremos:

Mensaje predicado por el Pr. Raúl Flores, Domingo 1 de Mayo de 2011 en Comunidad Cristiana Nueva Vida de Buenos Aires.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pastor su mensaje es iluminador porque menciona a lo mas preciado que el Señor dejo en nuestro corazón AMOR INCONDICIONAL solo dando todo sin esperar nada a cambio es como Dios nos devuelve, sin pedirlo, y se transforma en una cadena de AMOR

Cruzada de renovacion y avivamiento

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Julio 2007. Río de Janeiro